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La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las TablasMiembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)

El Día Mundial de la Obesidad se celebra el 4 de marzo de cada año. Este año el lema del Día Mundial de la Obesidad es «Hablemos de obesidad y…» con el objetivo de aprovechar el poder del día para iniciar conversaciones transversales sobre la enfermedad.

La obesidad es una condición caracterizada por un exceso de grasa corporal que puede afectar negativamente a la salud.

Se define como un índice de masa corporal (IMC) superior a 30 kg/m². El IMC se calcula dividiendo el peso en kilogramos por la altura en metros cuadrados. Este cálculo nos ayuda a clasificar la obesidad, a diferentes grados.

Se define sobrepeso cuando el IMC está entre 25-29.9 kg/m²; Obesidad grado 1 con un IMC 30-34.9 kg/m²; Obesidad grado 2 con un IMC 35-39.9 kg/m²; y Obesidad grado 3 con un IMC ≥ 40 kg/m².

La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. A nivel mundial existe un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasa y un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización.

Obesidad y Enfermedades Crónicas:

La obesidad aumenta el riesgo de padecer diversas enfermedades crónicas. La obesidad aumenta el riesgo de sufrir un infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular y otras enfermedades cardíacas; es un factor de riesgo importante en el desarrollo de la diabetes tipo 2; se conoce que aumenta el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, el cáncer de colon y el cáncer de endometrio; es un factor de riesgo importante para la enfermedad renal crónica; aumenta el riesgo de sufrir hipertensión arterial y apnea del sueño, una afección en la que la respiración se interrumpe y se reanuda repetidamente durante el sueño.

Debido a la epidemia de obesidad a nivel mundial, cada vez es más frecuente el paciente obeso como causa de enfermedad renal crónica.

La obesidad daña los riñones de varias maneras: aumentando la presión arterial, lo que puede dañar los riñones al disminuir el flujo arterial a estos órganos; al ser un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2, daña los riñones a través de mecanismos como la inflamación y el estrés oxidativo.

Además, la obesidad puede causar glomeruloesclerosis, una afección que daña los pequeños vasos sanguíneos de los riñones produciendo cicatrices irreversibles, debido a un exceso de trabajo o lo que se conoce como hiperfiltración. Esto a su vez, puede causar proteinuria, una pérdida aumentada de las proteínas que se filtran por el riñón hacia la orina y que también produce cicatrices al riñón.

Estadísticas de enfermedad renal secundaria a obesidad

Es importante tener en cuenta que las estadísticas sobre la enfermedad renal secundaria a obesidad pueden variar según la región y el país.

Podemos mencionar que a nivel mundial la Enfermedad Renal Crónica por Obesidad es la causa más común de enfermedad renal crónica (ERC) no diabética.

Se estima que la ERC afecta a alrededor del 10-15% de las personas con obesidad.  La prevalencia está aumentando en paralelo con la epidemia mundial de obesidad. En Estados Unidos, entre 1996 y 2013, la tasa de ERC-Obesidad aumentó en un 73%. Se estima que la ERC por obesidad afecta a alrededor de 14 millones de adultos en Estados Unidos.

En los niños con obesidad, el impacto negativo en la salud mental es importante, ya que pueden ser objeto de burlas y discriminación, lo que puede afectar su autoestima; tienen un mayor riesgo de sufrir depresión y ansiedad, y problemas de comportamiento como la hiperactividad y la impulsividad.

¿Cómo prevenir la Obesidad?

Llevar un estilo de vida saludable es la mejor manera de prevenir la obesidad. Algunas medidas que se pueden tomar son:

  • Llevar una dieta saludable: Come una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Limita el consumo de alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas saturadas.
  • Realizar actividad física: Realiza al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa a la semana.
  • Dormir lo suficiente: Dormir lo suficiente es importante para mantener un peso saludable.
  • Si tienes un IMC superior a 25 kg/m², es importante que hablar con su médico sobre cómo perder peso de forma segura y saludable.
  • Hay muchos recursos disponibles para ayudar a perder peso y mantener un estilo de vida saludable.

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI