Las infecciones de vías urinarias son frecuentes en la edad pediátrica y, de acuerdo con la estadística, hasta 8% de este tipo de población la sufrirá antes de los ocho años.
El Dr. Florencio McCarthy, pediatra nefrólogo del Servicio de Nefrología del Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, y quien intervino en el reciente XII Congreso Nacional de Nefrología e Hipertensión, organizado por la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión (SPNH), dijo que las infecciones urinarias suelen ser frecuentes, en particular en el niño pequeño, así que recomienda a los padres estar vigilantes.
“Si es lactante o neonato y presenta fiebre sin ningún otro síntoma como tos, es preciso sospechar. En las infecciones de vías urinarias en niños siempre hay que descartar que no se asocie a alguna alteración anatómica de la vía renal”.
Si es el primer episodio, recibirá el tratamiento, pero si presenta infecciones de vías urinarias de manera recurrente, debe ser evaluado para determinar si no hay alteración que exponga a largo plazo el riñón».
El Dr. McCarthy indicó que de los 41 pacientes en terapia de reemplazo renal en todo el país, 18 (menores de 15 años) se encuentran en el Hospital del Niño: dos en hemodiálisis y 16 en diálisis peritoneal.
Tipos de infecciones de las vías urinarias (IVU)
El Dr. McCarthy expuso que hay varios tipos de infección de las vías urinarias (IVU): simple o severa, no complicada o complicada.
- Una infección simple corresponde a un cuadro con fiebre menor a 39°, buena tolerancia oral, deshidratación leve y buena expectativa de adherencia al tratamiento.
- Si es severa, la fiebre será igual o mayor a los 39°, con vómitos persistentes, deshidratación moderada o severa y mala adherencia al tratamiento.
- En una IVU no complicada la función renal es normal y el sistema inmune se muestra competente. En los casos de complicación, se puede presentar pielonefritis (infección del riñón) y obstrucción mecánica o funcional.
Entre otros factores de riesgo de las infecciones de las vías urinarias destaca la ausencia de circuncisión, la obstrucción uretral, la colocación de sondas vesicales, el síndrome de eliminación disfuncional, litiasis o pobre higiene.
Las infecciones urinarias recurrentes pueden ser una bandera de alarma que nos indique la existencia de alteraciones en la vía urinaria, lo cual, reiteró el experto, pone en riesgo el riñón en caso de no recibir tratamiento adecuado: el paciente podría llegar a sufrir Enfermedad Renal Crónica (ERC).
Leche materna: alimento protector
Si el niño recibe lactancia materna exclusiva no necesita agua de manera complementaria porque la leche materna es el mejor alimento y contiene la cantidad de líquido necesario, aclaró el Dr. McCarthy ante consulta periodística.
En el caso de la fórmula, sí se recomienda el consumo de agua porque de no hidratar al niño podría tener alguna incidencia en la enfermedad renal.
El experto recordó que la lactancia materna “es una primera vacuna porque ofrece los componentes necesarios para mantener una microbiota normal e incluso disminuir el riesgo de infecciones”.
Insistió que controles exhaustivos y vigilancia de fiebre en el niño sin otros síntomas, son recomendaciones para evitar que una infección de orina recurrente avance a una enfermedad renal con sus consecuencias.
Violeta Villar Liste
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