Lourdes Arjona, profesora de la Universidad de Panamá e investigadora de Doctorado de la Universidad de Granada en España, expone las ventajas del sistema de pirólisis de textiles para reducir la contaminación y promover nuevas industrias
Por: Violeta Villar Liste
En Panamá es posible desarrollar esta alternativa, darle una nueva vida a los textiles reciclados y crear una industria innovadora
“La llamada ‘basura’ no es más que una materia prima mal gestionada: la basura es dinero. A partir de residuos textiles podemos obtener combustibles alternativos, carbones activados y otros subproductos con aplicaciones industriales y comerciales. Lo que hoy se percibe como un desecho, en realidad puede convertirse en una oportunidad económica y ambiental para Panamá, siempre que exista inversión, innovación y alianzas estratégicas que permitan escalar estos procesos”.
La afirmación de la magíster en Química Industrial Lourdes Arjona, profesora de la Universidad de Panamá e investigadora de Doctorado de la Universidad de Granada (UGR) en España, resume su entusiasmo ante un proceso que ha conocido muy de cerca en el laboratorio y es evidencia científica en un artículo de reciente publicación, fruto de su tesis doctoral sobre reciclado termoquímico de textiles y el trabajo colaborativo con su grupo de investigación en la UGR.
Este proceso que puede convertir los residuos textiles en una nueva oportunidad económica, con ganancias para el ambiente, se llama pirólisis de textil.
“Se trata de una transformación en la que calentamos materiales a altas temperaturas sin oxígeno hasta que se descompone en tres fracciones: Una gaseosa, una líquida y una sólida”, con resultados que permiten obtener energía y materiales útiles.
Análisis termogravimétrico de residuos textiles: parámetros cinéticos y mecanismos de descomposición pirolítica, el artículo que se publica en la revista Thermal Science and Engineering Progress (TSEP), describe los alcances del análisis termogravimétrico (TGA) una técnica que definen como muy eficaz “para dilucidar el comportamiento de descomposición térmica de materiales textiles, un paso fundamental en el diseño de procesos de pirólisis eficientes. En este estudio, se proporcionaron nuevos conocimientos sobre el comportamiento cinético y las energías de activación de diversas fibras textiles, como algodón puro, poliéster puro y mezclas de algodón y poliéster, utilizando métodos cinéticos”.

Referencia: Lourdes Arjona, María Ángeles Martín-Lara, Álvaro Montero, Mónica Calero, Rafael R. Solís, Gabriel Blázquez. Thermogravimetric analysis of textile waste: kinetic parameters and pyrolytic decomposition mechanisms, Thermal Science and Engineering Progress,Volume 65,2025,103946,ISSN 2451-9049, https://doi.org/10.1016/j.tsep.2025.103946. (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2451904925007371)

La autora, quien obtuvo su beca por concurso de fondos de los doctorados de investigación (2023) de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), explica que el reciclaje termoquímico permite destruir por completo la fibra y extraer fracciones, una de ellas, carbones activos, que son buenos adsorbentes de contaminantes.
Bajo este enfoque, está convencida que en Panamá es posible desarrollar esta alternativa, darle una nueva vida a los textiles reciclados y crear una industria innovadora.
Al mirar hacia adelante, es su idea participar en convocatorias de financiación para proyectos de investigación y, de modo posterior, generar alianzas con empresas interesadas en instalar una planta piloto que permita llevar la solución del laboratorio a la práctica.
La única vía del textil no es el vertedero

La investigadora de la Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y Tecnología de la Universidad de Panamá, razona que en la actualidad “el mundo se enfrenta a retos ambientales, bien conocidos, cambios climáticos, falta de agua y contaminación por plástico”.
Sin embargo, enfatiza, pocos conocen que la industria textil es la segunda más contaminante a nivel mundial, luego de la industria del petróleo, debido a que no existe una buena gestión de la ropa cuando ya no la utilizamos. “La única vía es el vertedero y causa un gran impacto en todos los ecosistemas”.
En el artículo hay cifras relevadoras: «La industria textil mundial genera aproximadamente 92 millones de toneladas de residuos textiles cada año, incluyendo ropa, sábanas, toallas y otros materiales textiles. En la Unión Europea, el ciudadano medio consume cerca de 26 kg de textiles al año y desecha unos 11 kg. Cabe destacar que el 87 % de estos textiles desechados se incineran o acaban en vertederos».
De hecho, describen que «la gestión inadecuada de los residuos textiles libera una gran cantidad de contaminantes, incluidos tintes, gases tóxicos, metales pesados y microplásticos que se acumulan con el tiempo en el suelo, el agua y el aire».
Explica que Panamá no es un país productor de textiles. “Desde los años 90, este sector se enfrentó a distintos retos que frenaron su crecimiento y desde entonces muchas empresas cerraron sus puertas, actualmente Panamá importa el 90% de sus prendas de vestir. La mayoría es de origen asiático”.
La profesora Arjona señala que la contaminación de residuos textiles ocurre de dos maneras: pre consumo, es decir, en la fábrica, y post consumo: luego del uso de la ropa, y es la propia de vertedero.
En el contexto de la realidad panameña, la contaminación por residuos textiles en Panamá es posconsumo.
Lo cierto es que con millones de toneladas de ropa contaminando el ambiente, la investigación de doctorado de la profesora Arjonada, titulada, «Pirólisis de textil» , aborda el reciclaje químico como «una solución innovadora y prometedora» que abre la posibilidad de usar esta técnica en respuesta a la contaminación de los textiles, que su destino no sea el vertedero y sí una planta de pirólisis, «permitiendo extraer tres fracciones: una líquida, otra sólida y una gaseosa, cada una con su objetivo”.
Comenta que la receptividad de la industria española frente a la investigación sobre la pirólisis de textiles ha sido muy positiva.
“Sin embargo, se trata de un proceso que avanza lentamente, aunque confiamos en que pronto podamos ponerlo en marcha de la mano de alguna empresa interesada en su implementación ya sea en España o en Panamá”.
Reciclaje termoquímico, una respuesta ambiental y económica
-¿Podría el país tener condiciones para este procesamiento de materiales que nos lleven a un reciclaje efectivo y generar otros productos?
-Sí, Panamá dispone de investigadores y grupos académicos que buscan soluciones como esta propuesta para nuestro país.
Hace unos años, se pensaba que el principal desafío era el plástico. Luego se sumaron los residuos electrónicos y, más recientemente, los residuos textiles.
A nivel mundial ya existen plantas de reciclaje mecánico de textiles, las cuales procesan la ropa usada para obtener fibras e hilos reutilizables. Sin embargo, estos productos suelen ser de baja calidad, lo que ha limitado la expansión de este tipo de reciclaje.
Reitera que el reciclaje termoquímico es un enfoque que Panamá puede transitar, ampliando la investigación y con alianzas entre la academia y la industria panameña.
Destaca que para lograr la transferencia de este tipo de conocimiento, hay tres ejes clave en Panamá. Enumera y contextualiza. Citamos:
- Impulso de la investigación aplicada: Ya tenemos que pasar de la etapa de laboratorio a plantas piloto. Cuando llevamos una investigación a un proceso escalable podemos demostrar su viabilidad, generar impacto económico y ambiental y abrir oportunidades de industria en Panamá.
- Vínculo universidad-Empresa-Estado: Crear mecanismos de colaboración que faciliten que las investigaciones en reciclaje textiles y tecnologías limpias encuentren un camino hacia la industria, con incentivos para las empresas que apuesten por innovación sostenible.
- Formación y divulgación: Preparar talento humano especializado en economía circular, huella hídrica, nuevos materiales y el área más importante: gestión de residuos.
Además, subraya, es fundamental involucrar a la comunidad.
Invitada a todos los panameños y las panameñas “a disminuir el consumo de textiles, ya que estamos cayendo en la moda rápida, de usar y tirar. Este patrón de consumo provoca una gestión insostenible de los residuos. Sin un cambio de nuestros hábitos y sin reducir el consumo compulsivo innecesario, ninguna tecnología de reciclaje, por más avanzada que sea, será sostenible a largo plazo”.
Una tesis en redes sociales
La tesis de la profesora Lourdes Arjona compitió por la Universidad de Granada (UGR), en la quinta edición del concurso «#HiloTesis: Tu tesis doctoral en redes sociales» de las universidades españolas.
Este concurso le permitió contar, de manera sencilla, al público, cómo el proceso químico de pirólisis puede ayudar a la economía circular.
En este hilo contó que en el laboratorio la llaman la Dra. Piro-Liza. “Pertenezco al grupo élite de ingenieros químicos conocido como los TermoTransformer”.
Parte de su hilo describe los alcances y aportes de su tesis. Recordamos este hilo porque facilita la comprensión del proceso:
«Estamos obsesionados con salvar el planeta de los residuos textiles. ¿Nuestro enemigo? La montaña creciente de ropa que termina cada día en los vertederos e incineradoras ¿Nuestro plan? Usar la Química para transformar esos residuos textiles en materiales útiles.
Un día vi unas estadísticas sobre la industria textil que me volaron la cabeza. Es la segunda industria más contaminante del planeta. Cada segundo, camiones repletos de residuos de ropa llegan a los vertederos. Literalmente, quemamos ropa que aún puede servir. Me dije: Esto tiene que cambiar.

Y así nació mi tesis, con el título: «Reciclado Termoquímico de textiles» Junto a los TermoTransformers, me puse manos a la obra. ¿Qué necesitaba?
- Ropa…mucha ropa usada
- Un reactor
- Temperatura Y…mucha paciencia.
Pero, ¿qué es la pirólisis? Se trata de una transformación en la que calentamos materiales a altas temperaturas sin oxígeno hasta que se descompone… ¿En qué?
En tres fracciones: Una gaseosa, una líquida y una sólida.
Esa es mi misión: usar la pirólisis para transformar todo tipo de ropa. Cada mañana pongo en marcha mi máquina de tiempo, mi reactor. Es aquí donde ocurre todo. Lo que antiguamente se conocía como magia, hoy lo llamamos reacción química.
Luego de muchos ensayos (durante meses). Un día… ¡Eureka! Lo hemos logrado. De esa ropa vieja y olvidada hemos sacado tres fracciones de composición súper interesantes. Ya no era basura, queridos amigos, eran recursos valiosos. Mi cara era de asombro, felicidad y agradecimiento.
Una vez analizados los resultados, encontraron que el aceite es como queroseno; el gas rico en hidrógeno y ambos se pueden usar como combustible. Lo sólido actúa como una esponja.
¿Cómo ayuda a reducir la contaminación en el planeta este procedimiento?
Con estos resultados podemos: Obtener energía y materiales útiles. Evitar que toneladas de ropa terminen en los vertederos o incinerados sin control. ¡Es economía circular con estilo!«
Por: Violeta Villar Liste | [email protected]