Fiebre repentina, dolor de cabeza intenso, debilidad extrema (postración), dolores articulares y musculares, escalofríos, náuseas, diarrea y vómitos persistentes son síntomas de la enfermedad
Por: Redacción LWS
El enfoque del tratamiento es sintomático, centrado en aliviar el dolor y la fiebre, hidratar o rehidratar al paciente y controlar el vómito
El Ministerio de Salud (Minsa), a través del departamento de Epidemiología, informó de la primera defunción en Panamá a causa del virus Oropouche, un hombre de 82 años, con antecedentes de hipertensión arterial y diabetes mellitus, quien había viajado a la provincia de Darién, foco de la enfermedad.
Para el virus Oropouche no existen vacunas ni tratamientos antivirales específicos. Sin embargo, hay medidas de protección personal que pueden ayudar a prevenir como no visitar zonas expuestas, cubrir el cuerpo, uso de repelentes o eliminar la maleza y el agua estancada que son foco de transmisión.
El brote por fiebre de virus Oropuche constituye un Evento de Salud Pública de Interés Nacional (ESPiN) y de igual manera un Evento de Salud Pública de Interés Internacional de acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional (RS-2015).
A continuación conceptos fundamentales para entender la enfermedad y su manejo, de acuerdo con las directrices del Ministerio de Salud (Minsa) con información de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y comunidad científica del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud.
¿Qué es la fiebre de Oropouche?

-La fiebre de Oropouche (CIE-10 A93.0) es una enfermedad transmitida por vectores y producida por el virus Oropouche (OROV), un virus de ARN monocatenario segmentado que forma parte del género Orthobunyavirus de la familia Peribunyaviridae.
Se localiza de manera principal en zonas selváticas y pantanosas de América Latina. Son sus reservorios, aves y mamíferos como perezosos.
Fue detectado por primera vez en 1955 en un trabajador forestal febril en un pueblo de Trinidad y Tobago llamado Vega de Oropouche, cerca del río Oropouche, de allí su nombre.
El virus Oropouche era endémico en Panamá para 1989 cuando fue detectado por primera vez: En Panamá circula el virus Oropouche desde el año 1989
¿Cuáles insectos o mosquitos transmiten la enfermedad?

El principal transmisor del virus Oropouche es el Culicoides (haematomyidium) paraensis que actúa al amanecer y al atardecer. Pomos de plátano, áreas húmedas o materia orgánica en descomposición, es su hábitat. Se desplaza de 100 a 200 metros de los lugares de cría. Se le conoce de manera popular como jején. Los Culicoides son insectos, de tamaño pequeño, de 2 a 6 mm, con alas y patrón de manchas claras y oscuras. Cortan la piel y succionan la sangre. Viven en pantanos, estiércol o frutos.
El Culex se considera un vector secundario. Es un mosquito. A diferencia del Culicoide, su actividad es nocturna. Vive en agua estancada, que se acumula en canales de drenajes, neumáticos viejos y botellas. Se desplaza desde los lugares de cría hasta 3.2 kilómetros.
¿Cuáles son los síntomas producidos por el virus Oropouche?

Los síntomas son similares a los del dengue y comienzan entre cuatro y ocho días después de la picadura infectante.
Los signos incluyen fiebre repentina, dolor de cabeza intenso, debilidad extrema (postración), dolores articulares y musculares, escalofríos, náuseas, diarrea y vómitos persistentes.
Durante la primera semana de la enfermedad, el principal diagnóstico diferencial a considerar es la infección por dengue. En la segunda semana de la enfermedad, el diagnóstico clínico diferencial debería considerar la posibilidad de meningitis y encefalitis.
Aproximadamente el 60% de los casos experimenta recaída de los síntomas semanas posteriores a la recuperación. Aunque la mayoría se recupera en una semana, algunos pacientes presentan una convalecencia prolongada.
Las complicaciones graves, como la meningitis aséptica, son raras, pero pueden aparecer en la segunda semana de la enfermedad.
En el caso de las embarazadas se pide reforzar las medidas preventivas por riesgos para el bebé (muerte fetal y defectos del nacimiento) que todavía no son concluyentes, pero sí ameritan estar vigilantes.
¿Cómo se alivia la enfermedad?

El enfoque del tratamiento es sintomático, centrado en aliviar el dolor y la fiebre, hidratar o rehidratar al paciente y controlar el vómito. Si la enfermedad se manifiesta de forma neuro invasiva, será necesario el ingreso del paciente en unidades especializadas que permitan un monitoreo constante.
Medidas recomendadas a la comunidad y autoridades de salud
- Fortalecer la vigilancia entomológica en áreas con riesgo de trasmisión de OROV, para la detección de especies con capacidad vectorial
- Fomentar buenas prácticas agrícolas para evitar la acumulación de residuos que sirvan de sitios de reproducción y reposo de los vectores.
- Rellenado o drenaje de colecciones de agua, charcas o sitios de anegación temporal que pueden servir como sitios de oviposición de las hembras y criaderos de larvas de los vectores.
- Eliminación de la maleza alrededor de los predios para disminuir los sitios de reposo y refugio de los vectores.
- Tomar medidas para prevenir la picadura de los vectores, las cuales se deben reforzar en el caso de las mujeres embarazadas.
También proteger las viviendas con mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas, uso de prendas que cubran las piernas y brazos, sobre todo en casas donde existe alguien enfermo y uso de repelentes.
En situaciones de brote se deben evitar las actividades al aire libre durante el periodo de mayor actividad de los vectores (al amanecer y atardecer).
¿Cuáles son los avances de la ciencia panameña para comprender el brote?

Las investigaciones de los científicos y científicas del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) determinaron que hay una nueva cepa en Panamá, aislada y verificada en el año 2024, relacionada con brotes en Brasil, Italia y Cuba. Se espera la próxima publicación de un artículo científico.
En Darién funciona el Centro de Diagnóstico de Enfermedades Desatendidas en Metetí que permite detectar la presencia de arbovirus endémicos como dengue, zika, chikungunya y encefalitis equina, así como otros arbovirus patógenos tipo fiebre amarilla, mayaro y leptospira.
Esta vigilancia proactiva, con uso de herramientas de última generación e integrando la vigilancia humana y de vectores, permitió detectar el brote de Oropouche, confirmado por PCR, aislamiento viral y secuenciación genómica, en un estudio inicial con 58 pacientes.
Por: Redacción LWS