Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid. Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia. Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión. Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)
La deshidratación es una afección causada por la pérdida de demasiado líquido del cuerpo, lo que quiere decir que se pierde más líquido de lo que se ingiere y, por consiguiente, el cuerpo no tiene suficiente líquido para funcionar bien. Aproximadamente el 65% de nuestro cuerpo es agua y todas nuestras funciones corporales requieren de una adecuada hidratación. En época de verano o cuando hay aumento de sensación térmica, el calor intenso, sumado a un consumo insuficiente de líquidos, puede provocar deshidratación, y pérdida de sales minerales.
¿Qué causa la deshidratación?
Hay ciertas situaciones que pueden producir deshidratación, como trastornos gastrointestinales, diarrea y vómitos, sudar demasiado, fiebre y la falta de líquidos.
Algunas personas tienen un mayor riesgo de deshidratación, como los adultos mayores, que pierden la sensación de sed a medida que envejecen, por lo cual no beben suficientes líquidos y en días muy calientes, pueden deshidratarse; los bebés y niños pequeños son más propensos debido a que tienen más probabilidades de tener diarrea o vómitos; personas con enfermedades crónicas por las cuales orinan o sudan más, como diabetes descompensada, fibrosis quística o enfermedad renal o debido a algún medicamento; personas que hacen ejercicio o trabajan al aire libre cuando hace calor.
Ejemplo de estas patologías son las pérdidas gastrointestinales (diarrea – vómitos), sudoración profusa, baja ingesta, líquido en tercer espacio (pancreatitis, síndrome compartamental, ileo), pérdida hemorrágica (sangrado profuso), quemaduras, síndrome de fuga capilar, pérdidas urinarias aumentadas (diuréticos, diuresis osmóticas, nefropatías perdedoras de sal), entre otras.
¿Cuáles son los síntomas de la deshidratación?

Usualmente primero aparece la sed, luego sensación de boca y piel seca, cansancio, mareos y cuando se requiere orinar, la cantidad es escasa, concentrada e inclusive oscura.
Los pacientes pueden sentir confusión, desmayo, latidos rápidos o taquicardia, tener respiración corta y rápida, y si se prolonga, alteración del estado de conciencia.
La deshidratación puede ser leve o lo suficientemente grave como para poner en peligro la vida, ya que puede producir falla renal.
¿Cómo se afecta el riñón?
En estas situaciones clínicas en las que la perfusión renal se encuentra afectada, hay una respuesta fisiopatológica mediada por reacciones hormonales y estímulos nerviosos que condiciona la disminución del flujo de orina y de la eliminación de cloro y sodio por los riñones.
Esta orina, sin embargo, se encuentra más concentrada en solutos de desecho (urea, creatinina, fosfatos, amonio), por lo que tiene una osmolalidad elevada.
De manera rutinaria, el cuerpo debe deshacerse de estos solutos que representan aproximadamente 800 mOsmol y lo consigue eliminando una orina concentrada, de incluso 1.200 mOsm/kg, o diluida, hasta sólo 100 mOsm/kg, según convenga lo que el cuerpo determine para ahorrar agua o eliminarla.
Por todo ello, si el volumen de orina baja de 500 ml en 24 horas, aunque el riñón funcione correctamente y concentre al máximo de su capacidad, se producirá una retención de productos nitrogenados (azoemia), que se conoce como insuficiencia renal aguda o prerrenal.
¿Cómo se trata la deshidratación?
El tratamiento para la deshidratación consiste en reemplazar los líquidos y electrolitos que ha perdido. Para casos leves, es posible que necesite beber mucha agua. Si pierde electrolitos, las bebidas de reposición pueden ayudar o las soluciones de rehidratación oral para niños que puede comprar sin receta y que se prepara con agua.
¿Se puede prevenir la deshidratación?
Es importante evitar la deshidratación, ya que esta puede producir episodios repetitivos de falla renal aguda y que a la larga pueden producir enfermedad renal crónica.
- Tome suficiente agua todos los días. Las necesidades de cada persona pueden ser diferentes, sobre todo si tiene alguna enfermedad crónica, como enfermedad renal o falla cardíaca. En estas dos circunstancias, la restricción de líquidos será acordada con la instrucción de su médico.
- Si hace ejercicio en el calor, es muy importante hidratarse. Recuerde no ejercitarse en las horas donde hace más sol y/o más calor.
- Evite las bebidas que contengan azúcar y cafeína cuando estés deshidratado
- Beba líquidos adicionales cuando haga calor o cuando está enfermo
- Durante la faena de trabajo, se debe procurar hacer pausas para hidratarse, sobre todo si se trabaja en exposición al sol.
Referencias
Ver: Insuficiencia renal aguda: diagnóstico, manejo. Rev med caja seguro soc.2022;42[Es 20-22]:41-48. Revista-Medica-Dic-2022.pdf (css.gob.pa)
Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI