Según la Encuesta Nacional de Salud, 150,000 panameños padecen Enfermedad Renal Crónica. De esta cantidad, el 16% de los casos corresponde a la no tradicional
Con información del Minsa | Sección Nefrología Juevesdesaludrenal Dra. Karen Courville
Es importante educar a los trabajadores sobre los síntomas, riesgos y medidas de prevención de la enfermedad
La enfermedad renal crónica de causa desconocida o Nefropatía endémica de Mesoamericana es un término utilizado para describir una enfermedad presente en zonas específicas de la región de Mesoamérica, incluidos países como Panamá.
Se presenta en pacientes adultos jóvenes, mayormente masculino, que viven en las áreas del Pacífico, a nivel del mar, y que realizan labores diarias que producen alto gasto metabólico y/o alta exposición a estrés térmico, como agricultura, ganadería, trabajo manual en comunidades agrícolas, conductores de maquinaria pesada, trabajadores de fábricas, construcción, recolectores de sal, pescadores, vendedores ambulantes, trabajadores en minas o transportes de rutas de largas distancias.
Debido a que es una población económicamente activa y productiva, una vez se afecta el riñón, y la enfermedad renal crónica avanza al estadio que requiere terapia de reemplazo renal o diálisis, estos pacientes deben dejar de trabajar para realizar su tratamiento, o en los casos en donde no se les pueda ofrecer terapia porque no hay, es una causa de mortalidad alta en personas con menos de 60 años.
Esta enfermedad, a diferencia de la enfermedad renal tradicional, no está asociada de manera directa con la diabetes o hipertensión y sí con factores ambientales y ocupacionales, como exposición a altas temperaturas y el estrés térmico.
Debido al impacto de la enfermedad, y la necesidad de profundizar en la educación y la prevención, el Ministerio de Salud (Minsa) realizó en la provincia de Veraguas, el lanzamiento del Plan de Educación Comunitaria en Enfermedad Renal Crónica no Tradicional (ERCnT) con la participación de equipos multidisciplinarios de la institución y medios de comunicación social de las regionales de Chiriquí, Coclé, Herrera, Los Santos y Veraguas.
Origen de la estrategia
Esta actividad forma parte de la estrategia propuesta por la Secretaría Ejecutiva del Consejo de Ministros de Salud de Centroaméricana y República Dominicana (SE-COMISCA) para luchar contra la ERCnT, enfermedad emergente en Panamá y Centroamérica.
Según la Encuesta Nacional de Salud, 150,000 panameños padecen Enfermedad Renal Crónica. De esta cantidad, el 16% de los casos corresponde a la no tradicional. Son personas residentes del área de Coclé y provincias centrales, especialmente personas jóvenes que están expuestas a jornadas laborales de mucho calor.
Enelida Guerra, subdirectora nacional de Promoción de la Salud, destacó que este lanzamiento busca promover la prevención, control y mitigación de la Enfermedad Renal Crónica no Tradicional, en alianza con los medios y equipos multidisciplinarios del Minsa.
Medidas para prevenir la nefropatía mesoamericana. Del artículo de la Dra. Karen Courville: Ambiente, salud laboral, trabajo y la enfermedad renal crónica en el contexto de la nefropatía mesoamericana

Ambiente, salud laboral, trabajo y la enfermedad renal crónica en el contexto de la nefropatía mesoamericana
Es importante destacar que la relación entre el ambiente, la salud laboral, el trabajo y la ERC es compleja y multifactorial. Se necesitan medidas integrales para prevenir la Nefropatía mesoamericana (NM).
En el ámbito ambiental, es importante evaluar la posibilidad de reducción de la exposición al calor. Esto se podría realizar con regulaciones como fomentar el trabajo en sombra (brindar áreas de descanso con sombra durante las horas de mayor calor); establecer horarios de trabajo flexibles (permitir a los trabajadores trabajar durante las horas más frescas del día); implementar sistemas de enfriamiento (instalar ventiladores o sistemas de nebulización en los lugares de trabajo); distribuir ropa protectora (proporcionar sombreros, gafas de sol y ropa ligera y transpirable a los trabajadores).
Para mejora de la calidad del aire, se deben reducir las emisiones de contaminantes (implementar prácticas de producción más limpias y utilizar tecnologías de bajo impacto ambiental); monitorear la calidad del aire (establecer sistemas de monitoreo para identificar y abordar la contaminación del aire en las zonas de trabajo); uso de mascarillas (proporcionar a los trabajadores mascarillas adecuadas para protegerse de la inhalación de polvo y partículas).
Para mejorar el acceso a agua potable y saneamiento, se deben instalar bebederos y estaciones de lavado de manos, en donde se asegure un acceso fácil y gratuito a agua potable y saneamiento adecuado en el lugar de trabajo. Se debe promover la hidratación, educando a los trabajadores sobre la importancia de beber agua con regularidad, especialmente durante el trabajo físico intenso. Se deben implementar programas de higiene, capacitando a los trabajadores sobre prácticas de higiene personal para prevenir infecciones.
En el ámbito de la salud laboral, debemos contar con programas de vigilancia de la salud, realizando exámenes médicos periódicos, implementando programas de detección temprana de ERC y otras enfermedades relacionadas con el trabajo. Es importante educar a los trabajadores sobre los síntomas, riesgos y medidas de prevención de la NM y es importante brindar acceso a atención médica, asegurando que los trabajadores tengan acceso a servicios de salud de calidad para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la ERC.
Será una tarea proponer la revisión de las regulaciones o normas existentes para que se protejan a los trabajadores de la exposición a riesgos ambientales y laborales. Es importante la colaboración intersectorial (gobierno, empresas, academia y sociedad civil) para abordar la NM de manera integral. Invertir en investigación sobre las causas y la prevención de la NM. Se debe realizar evaluaciones de riesgos en el lugar de trabajo, para identificar los riesgos específicos de NM en cada empresa y sector, y con base en estas evaluaciones, se deben implementar las medidas de prevención adecuadas.
Es importante realizar un seguimiento continuo cuando se realice la implementación y la efectividad de las medidas, en las cuales se debería reducir la exposición al calor, la deshidratación y las sustancias nocivas en el lugar de trabajo; promover la salud y seguridad laboral e implementar programas de educación y capacitación sobre salud ocupacional, acceso a agua potable y saneamiento adecuado, y descansos y pausas adecuados.
Mejorar el acceso a servicios de salud, brindando acceso a servicios de salud de calidad para la detección temprana, el diagnóstico y el tratamiento de la ERC y aumentando la conciencia sobre la Nefropatía mesoamericana, informando a los trabajadores sobre los riesgos de la NM y las medidas para prevenirla.
Al abordar las causas ambientales y laborales de la ERC, podemos contribuir a prevenir la NM y mejorar la salud y el bienestar de los trabajadores en Mesoamérica, pero es importante involucrar a todos los actores relevantes, incluyendo trabajadores, empleadores, autoridades gubernamentales y la sociedad civil.
Con información del Minsa | Sección Nefrología Juevesdesaludrenal Dra. Karen Courville

