La irregularidad de los vuelos internacionales desde el país de origen hacia Panamá, como consecuencia de la pandemia de COVID-19, es la causa que está dilatando el arribo al país del producto biológico, altamente sensible a los cambios de temperatura, para proceder al ensayo de la vacuna.
El Centro de Investigación Cevaxin líder del consorcio que lleva adelante en Panamá un proyecto de fase 2 de una vacuna contra el COVID-19, viene gestionando desde hace un par de semanas el traslado hacia Panamá del material, procedentes de Alemania, país sede de la empresa farmacéutica CureVac, fabricante de la vacuna.
Al igual que otros materiales biológicos, explica Cevaxin, estas vacunas deben conservarse en estado de congelación, en este caso particular a una temperatura de menos 80 grados centígrados.
Para su transporte seguro son empacadas recubiertas de hielo seco, el cual periódicamente debe ser reemplazado, a fin de conservar en todo momento la temperatura adecuada, se informó en comunicado de prensa.
La escasez de los vuelos comerciales -producto de la pandemia del COVID-19, así como las limitaciones o restricciones de las líneas aéreas para transportar ciertas cargas, ha hecho que se retrase el transporte de las vacunas hasta Panamá.
Sin embargo, al igual que se realiza para otros estudios, se ha asegurado que la carga sea manejada por personal capacitado y que las condiciones ambientales controladas garanticen las condiciones en que se deben mantener.
Pese a los contratiempos logísticos, Cevaxin avanza en el desarrollo del estudio, toda vez que se continúa con la etapa de captación de los voluntarios que participarán es este proyecto que pone a Panamá en el mapa de la investigación clínica mundial.
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