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Infografía Omar David Suárez | Cortesía diario EL IMPULSO

Violeta Villar Liste con información de comunicados oficiales de sociedades médicas y ANM | Infografía Omar David Suárez diario EL IMPULSO

La SVI define la “difteria como una enfermedad aguda de origen bacteriano, prevenible por vacunas, potencialmente mortal en un 5 a 10 % de los casos, en especial en menores de 5 años y en mayores de 50 años”.

La Sociedad Venezolana de Infectología (SVI), la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría (SVPP) y la Academia Nacional de Medicina (ANM) de Venezuela, exhortaron a la población venezolana a vacunarse contra la difteria luego de detectarse un brote en el municipio Sifontes del estado Bolívar y declarar alerta epidemiológica la Dirección General de Epidemiología del Ministerio del Poder Popular para la Salud.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS), a través de la asesoría en el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI),  confirmó a la Sociedad Venezolana de Salud Pública (SVSP) que existen dosis en la red ambulatoria del país, por lo cual la población debe acudir: aplicarse vacunas y refuerzos, no solo contra la difteria; también contra toda enfermedad prevenible con vacunas.

¿Qué es la difteria?

La SVI define la “difteria como una enfermedad aguda de origen bacteriano, prevenible por vacunas, potencialmente mortal en un 5 a 10 % de los casos, en especial en menores de 5 años y en mayores de 50 años.

Se contagia de persona a persona, principalmente por gotitas respiratorias o contacto directo. El elemento clínico más característico es la inflamación en cuello y la aparición de una pseudomembrana en faringe principalmente, que puede en algunos casos obstruir la vía respiratoria; mientras que las complicaciones graves a nivel cardiaco, renal y neurológico se relacionan con la producción de toxina diftérica por parte de la bacteria”.

¿Qué hacer ante un caso sospechoso o confirmado de difteria?

La SVI indica que si en una comunidad hay un caso sospechoso o confirmado de difteria, se debe “insistir en la búsqueda activa de más casos y sus contactos, a quienes debe darse quimioprofilaxis.

Los casos positivos ameritan aislamiento estricto, y el tratamiento principal y oportuno es con antitoxina diftérica ajustando la dosis según el grado de severidad, y de manera secundaria antibióticos.

Es sumamente importante que las autoridades garanticen los recursos diagnósticos y terapéuticos, de protección personal en los distintos centros de salud y regiones, y se activen las medidas de bloqueo epidemiológico, más los protocolos adicionales de manejo en triaje y áreas de aislamiento en los centros centinelas según lo establecido en el Manual de normas para el Manejo clínico e epidemiológico de la Difteria  del 2018 del MPPS, realizado en conjunto con la SVI, y que está disponible en el portal de OPS https://iris.paho.org/handle/10665.2/51093

La vacuna: la mejor herramienta

La SVI explica que es la vacunación “la medida preventiva más importante y efectiva”.

Al respecto señala que es urgente aumentar lo más rápido posible las coberturas de vacunación contra difteria, pero también “sarampión y poliomielitis por encima del 95 %, como ha recomendado la Organización Panamericana de Salud (OPS)”.

La Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría explica que la vacuna contra la difteria (DPT) está incluida en la llamada vacuna pentavalente, usada en Venezuela contra las siguientes enfermedades:

  • Difteria
  • Tétanos
  • Tosferina
  • Enfermedad por Haemophilus influenzae tipo B y Hepatitis B

Sin embargo, de acuerdo con el Informe de Inmunización en las Américas (OPS, 2021), las coberturas vacunales contra DPT se sitúan en el país por debajo del 95%:  

  • DPT primera dosis solo 73%
  • DPT tercera dosis solo 54%

El Dr. Antonio González Mata, pediatra infectólogo, resaltó que en el caso específico de la vacunación contra difteria, tétanos y tosferina, después de cinco años disminuye la protección “así que nos debemos vacunar”, sea porque la persona se vacunó o sufrió la enfermedad.

¿Para quiénes se recomienda la vacunación?

La SVI recomienda la vacunación contra la difteria de acuerdo con el siguiente esquema:

· Niños menores de 6 años, cumplir con el esquema de vacunación de la vacuna pentavalente (que incluye DTP), y corresponde a tres dosis a los 2, 4 y 6 meses de edad, más dos refuerzos entre los 15 a 18 meses y entre los 4 a 6 años.
· Adolescentes: con esquema completo se indica dosis de refuerzo a los 11 a 12 años (preferente dTpa)
· Niños de 7 a 9 años, adolescentes y adultos no inmunizados: deben recibir tres dosis (una dTpa y dos dT) y con esquema incompleto al menos una debe ser dTpa y las otras con dT.
· En adultos con vacunación completa los refuerzos son cada 10 años de dT o dTpa.
· Embarazadas: en cada embarazo dar una dosis de dTpa entre las 27 a 36 semanas.
· Personal de salud, debería cumplir una dosis de dT en circunstancias de brotes.
· Los pacientes recuperados de difteria deben vacunarse igualmente.

¿Cuáles otras medidas se deben adoptar?

Como la transmisión de la enfermedad ocurre por vía aérea, a través de gotitas respiratorias y de manera secundaria por contacto, la SVI exhorta ante el riesgo alto de diseminación en los lugares de riesgo:

  • Uso del tapabocas
  • En los centros de salud mantenerse las medidas rutinarias de higiene de manos, higiene hospitalaria, y uso de mascarillas siempre de manera obligatoria, más los equipos de protección personal (EPP) en especial en las áreas de emergencia y triaje.

Dr. Urbina-Medina recomienda se adquieran vacunas suficientes y llama a los padres a vacunar a sus hijos

El Dr. Huniades Urbina-Medina, vicepresidente de la ANM de Venezuela, interpreta la alerta epidemiológica como un paso del MPPS “ante las bajas coberturas vacunales, la sospecha de casos probables, que ya se confirmaron 3 en el estado Bolívar, sin embargo no se informó a la población sobre el por qué de esta medida. Ya en 2016, en el mismo estado, reapareció la difteria por las mismas bajas coberturas y la cercanía a Brasil, zona endémica de esta enfermedad.

Resaltó que las consecuencias de no recibir tratamiento oportuno, es que la enfermedad puede evolucionar a la muerte por asfixia debido a las membranas en fosas nasales o laringe y traquea y/o por la toxicidad producida por la bacteria

Afirmó que las vacunas se deberían conseguir en todos los hospitales y centros de vacunación del MPPS.

Venezuela no adquirió las vacunas del PAI en 2022. Sin embargo, fue posible administrarlas por donación de la OPS y UNICEF.

“Una de las limitantes es la deuda del país con el fondo rotatorio de vacunas de la OPS, ahora bien, extraoficialmente,  en conversaciones de la mesa de negociación  en México se acordó liberar fondos para pagar la deuda y hacer un aporte para la adquisición de vacunas.

De manera adicional, por información de la OPS, se firmó un acuerdo con el Mecanismo GAVI de la OPS para financiar el PAI de 2023, reintroducir las vacunas contra Rotavirus y Neumococo, aportando cada una de las partes el 50% del presupuesto y la introducción de la tan esperada, vacuna contra el VP”.

Como pediatra y experto en salud pública, recomendó al MPPS adquirir las vacunas en cantidad, calidad y oportunamente y a los padres y representantes que lleven a sus hijos a vacunar, ya que es la oportunidad de evitar  enfermedades prevenibles por vacunas, que generalmente son benignas , pero ocasionalmente pueden ser mortales.

Recomendaciones del Dr. Julio Castro

El médico internista infectólogo Julio Castro, compartió información de valor sobre la enfermedad, reseñada en el medio Prodavinci y también compartida en resumen por El Impulso. Entre otras indicaciones, observa:

  • La infección compromete las vías respiratorias, así que hay que prestar especial atención a la amigdalitis, faringitis severa, neumonía o cualquier cuadro catastrófico con falla cardíaca aguda o falla de múltiples órganos.
  • Se puede prevenir mediante la vacunación. El esquema de vacunas comienza en la niñez hasta la adolescencia y requiere refuerzos cada 10 años.
  • Las personas con más riesgo de contagio son aquellas que tienen contacto directo con un caso de difteria.
  • Las personas con sospecha de difteria deben permanecer hospitalizadas. Es importante que reciban antibióticos o antitoxina.
  • Quienes tengan contacto directo con casos sospechosos o confirmados también deben recibir antibióticos y ser estudiados para descartar la posibilidad de ser “portadores asintomáticos”.
  • La vacunación contra la difteria es de carácter universal. Todas las personas deberían tener el esquema de la vacuna completo.
  • Mayores de 55 años, de no haber sido inmunizados en la niñez, deben recibir el esquema completo.
  • Los niños o adolescentes que hayan recibido el esquema completo o el último refuerzo hace menos de 10 años no deben vacunarse.
  • Las mujeres embarazadas pueden y deben vacunarse.
  • El personal de salud, en especial los que trabajan en el área de emergencias, terapia intensiva y terapia respiratoria deben actualizar o completar sus esquemas de vacunación.
  • Debido a la dificultad para acceder a las vacunas, debe favorecerse un esquema secuencial de vacunación que priorice a los grupos de mayor riesgo.
  • Las vacunas para niños y para adultos no tienen la misma composición, tampoco las mismas dosis.
  • El uso de antibióticos de manera preventiva en personas que no han estado expuestas a un caso no tiene ninguna utilidad. Estos no previenen la enfermedad.

Antecedentes de la alerta epidemiológica por difteria

La SVI recuerda que fue en el año 2016, después de 24 años sin reporte de difteria en Venezuela, “cuando se identificaron los primeros casos en el municipio Sifontes del estado Bolívar. Rápidamente el problema se extendió al resto del país como consecuencia de las bajas coberturas de vacunación de 84 % para la tercera dosis de difteria, tetanos y pertussis (DTP3). En total entre 2016 a 2020 se cuantificaron 3.114 casos sospechosos y 294 defunciones. En 2017 y 2018 el 88 % de los casos en el continente americano fueron de Venezuela, y el 10 % de Haití”.

Observan que este repunte de enfermedades está asociado a la minería descontrolada en el sur del país, “pero también se ha relacionado con la diseminación local y a distancia de difteria, malaria, sarampión, entre otras enfermedades; potenciado con los problemas nacionales de salud en relación con la emergencia humanitaria compleja”.

Dos años después, vuelve la alerta epidemiológica al municipio Sifontes, al reportar las autoridades nacionales tres casos en adultos y sin ofrecer mayores detalles.

“Preocupa que las coberturas de vacunación en Venezuela, con 56 % para DTP3 en el 2021, la cual es la más baja del continente después de Haití, que tiene 51 %”, alerta la SVI.

La Academia Nacional de Medicina (ANM) y la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría (SVPP), por su parte, recomiendan como acciones específicas al Gobierno Nacional:

– Cumplir con sus propias recomendaciones, tales como vacunar urgentemente a la población, con el fin de aumentar las coberturas vacunales, en particular en los más susceptibles.

– Adquirir las vacunas de todo el Programa Ampliado de inmunizaciones (PAI) en cantidad y calidad y se mantenga el mismo durante todo el año.

– Publicar los datos estadísticos sobre cobertura vacunales, así como el Anuario de Estadísticas Vitales, lo cual está en mora desde 2016.

– Notificar y educar a la población en general sobre esta alerta nacional, para que acudan a los centros de vacunación y cumplir el esquema de vacunación correspondiente.

– Fortalecer la vigilancia epidemiológica de las enfermedades inmunoprevenibles por vacunación, con énfasis en la difteria.

Referencias:

Violeta Villar Liste con información de comunicados oficiales de sociedades médicas y ANM | Infografía Omar David Suárez diario EL IMPULSO