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Con información de Unicef | OMS

“Las Naciones Unidas han verificado que entre 2005 y 2022 se produjeron más de 315.000 violaciones graves de los derechos de la infancia en zonas donde había conflictos, alertó Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF. La OMS, por su parte, señaló que la proporción de niños con desnutrición aguda ha persistido en un nivel preocupante.

La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, «el tratado de derechos humanos más ratificado de la historia» no ha significado mejores condiciones para los niños y niñas del mundo.

Este 20 de noviembre, al celebrar el Día Mundial de la Infancia que recordó la aprobación en 1989 de la Convención, un mundo más hostil con los niños. y los índices de desnutrición aguda en población infantil, demuestran que ratificar un tratado, y expresar voluntad por querer un mundo mejor para los niños, no es suficiente.

«Al ratificar este marco jurídico internacional, los dirigentes mundiales reconocieron que todos los niños y niñas tienen derechos inalienables. Y prometieron que los gobiernos garantizarían la protección y el respeto de esos derechos. Desgraciadamente, los niños y niñas de hoy viven en un mundo cada vez más hostil a sus derechos. En ninguna circunstancia esto resulta más evidente que en la situación de los niños y niñas que sufren las consecuencias de los conflictos», alertó Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.

“Calculamos que, en la actualidad, 400 millones de niños y niñas –aproximadamente 1 de cada 5– huyen de zonas donde hay un conflicto o viven en ellas. Muchos resultan heridos, mueren o son víctimas de violencia sexual. Pierden familiares y amigos. Y algunos son reclutados y utilizados por fuerzas o grupos armados. Muchos han sido víctimas de múltiples desplazamientos, en los que se arriesgan a quedar separados de sus familias, a perder años cruciales de educación y a que se deterioren los lazos con sus comunidades. 

“Las Naciones Unidas han verificado que entre 2005 y 2022 se produjeron más de 315.000 violaciones graves de los derechos de la infancia en zonas donde había conflictos. Y estos son solo los casos que se han verificado, lo que significa que el número real de violaciones es con toda seguridad mucho mayor.

“Más allá de las zonas de conflicto, los derechos de la infancia también están amenazados.

“Que esto coincida con otras crisis que están vulnerando los derechos de la infancia es profundamente preocupante. Entre ellas, el aumento de la pobreza y la desigualdad, las emergencias de salud pública y, por supuesto, la crisis climática mundial. 

“El cambio climático, en particular, es una amenaza existencial para la salud y el bienestar de esta generación de niñas y niños y de las futuras. En todo el mundo, más de 1.000 millones de niños y niñas viven actualmente en países donde hay un “riesgo extremadamente elevado” de sufrir los efectos del cambio climático. Esto significa que la mitad de los niños y niñas del mundo podrían sufrir daños irreparables a medida que nuestro planeta sigue calentándose. Podrían perder sus hogares o escuelas a causa de tormentas cada vez más violentas… podrían sufrir casos de emaciación grave porque los cultivos locales se han marchitado a causa de la sequía… o podrían perder la vida a causa de las olas de calor o la neumonía provocada por la contaminación atmosférica.

“Desde que se aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño hace 34 años, los derechos de la infancia no han estado nunca en una situación de mayor peligro.

“Por eso debemos actuar. Insto a todos nosotros –desde UNICEF y nuestros aliados en la comunidad de los derechos de la infancia hasta los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado– a que nos convirtamos en defensores y promotores más firmes del cumplimiento y la protección de los derechos de la infancia. Esto significa apoyar la armonización de los marcos jurídicos nacionales con la Convención sobre los Derechos del Niño y otras normas internacionales, y poner en práctica esas normas», exhortó la directora ejecutiva de la Unicef.

Persiste la proporción de niños con desnutrición aguda

© UNICEF/Tiécoura N’Daou Un niño recibe tratamiento contra la desnutrición en una clínica móvil en un asentamiento de desplazados en Malí

La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que avanza en la lucha global contra la desnutrición aguda en niños menores de 5 años con el lanzamiento de su nueva directriz sobre la prevención y el manejo de la emaciación y el edema nutricional (desnutrición aguda). 

Este hito es una respuesta crucial al persistente problema global de la desnutrición aguda, que afecta a millones de niños en todo el mundo.

En 2015, el mundo se comprometió a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluida la ambiciosa meta de eliminar la desnutrición en todas sus formas para 2030. Sin embargo, a pesar de estos compromisos, la proporción de niños con desnutrición aguda ha persistido en un nivel preocupante. , que afectará a unos 45 millones de niños menores de cinco años en todo el mundo en 2022, alerta la OMS.

En 2022, aproximadamente 7,3 millones de niños recibieron tratamiento por desnutrición aguda grave (MAS). Aunque la cobertura del tratamiento ha aumentado, los niños con SAM en muchos de los países más afectados todavía no pueden acceder a la atención completa necesaria para recuperarse.

El Plan de Acción Mundial (GAP) sobre la emaciación infantil reconoció la necesidad de contar con orientaciones normativas actualizadas para apoyar a los gobiernos en la prevención y gestión de la desnutrición aguda. La OMS respondió a este llamado a la acción y desarrolló una guía integral que proporciona recomendaciones basadas en evidencia y declaraciones de buenas prácticas y será seguida por orientación y herramientas para su implementación.

«Esta directriz ayuda a los países a prevenir y gestionar la desnutrición aguda con un énfasis específico en la continuidad de la atención para brindar los mejores servicios posibles a los niños y sus familias», dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

Esta es la primera directriz de la OMS que se centra tanto en la prevención como en el tratamiento de la desnutrición aguda y destaca la importancia vital de invertir en ambos aspectos para tener un impacto real en la reducción de la prevalencia y los impactos negativos de la desnutrición aguda en los niños y sus familias en todo el mundo.

Las recomendaciones clave de la guía se centran en:

  • Enfoque centrado en el niño y cuidado de las madres y sus hijos como una pareja interdependiente;
  • La lactancia materna y el acceso a dietas caseras ricas en nutrientes son un componente fundamental tanto de la prevención como del tratamiento; y
  • Los trabajadores de salud comunitarios pueden desempeñar un papel importante al brindar atención basada en evidencia a niños con desnutrición aguda.

La OMS está trabajando estrechamente con UNICEF y otras agencias de las Naciones Unidas que colaboran en GAP para desarrollar una guía operativa pragmática que ayudará a los responsables de políticas, administradores de programas y trabajadores de la salud a implementar la directriz. 

Además, se están llevando a cabo talleres regionales y nacionales y se planean otras actividades para una amplia participación de las partes interesadas sobre cómo la OMS puede ayudar a los Estados Miembros y socios implementadores a adaptar esta guía global a su contexto específico para una implementación e impacto significativos.

Con información de Unicef y OMS