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Mientras se utilicen esquemas de 2 o 3 dosis de vacuna contra VPH, es fundamental mantener la rigurosidad en los esquemas aplicados, evitando la intercambiabilidad no respaldada entre vacunas, señala la SPP

Con información de la SPP

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes a nivel mundial. La infección persistente con tipos oncogénicos de VPH, especialmente los genotipos 16 y 18, está relacionada con el desarrollo de cáncer cervicouterino (CCU), además de otros tipos de cánceres anogenitales y orofaríngeos.

Al respecto, la evidencia actual respalda el uso de la vacuna contra el VPH como estrategia efectiva y segura. Su uso significa un avance fundamental hacia la eliminación del cáncer cervicouterino como problema de salud pública. Mientras se utilicen esquemas de 2 o 3 dosis de vacuna contra VPH, es fundamental mantener la rigurosidad en los esquemas aplicados, evitando la intercambiabilidad no respaldada entre vacunas.

Conceptos compartidos por el Comité de Vacunas de la Sociedad Panameña de Pediatría (SPP), en el documento Recomendaciones sobre el uso de vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH)

De manera resumida, el documento de la SPP establece que son clave las siguientes estrategias preventivas frente al VPH:

  • Educación sexual y promoción de la salud: fomento del inicio tardío de relaciones sexuales, uso de preservativo y reducción del número de parejas sexuales.
  • Tamizaje con citología y test de VPH.
  • Vacunación profiláctica: la herramienta más efectiva para prevenir la infección persistente por VPH y, por ende, las lesiones preneoplásicas y el cáncer

Desde el año 2008, “Panamá incorporó en el Esquema Nacional de Vacunación la vacuna contra el VPH”. En la actualidad emplea el siguiente esquema:

  • Personas de 9 a 14 años: 2 dosis (0 y 6 meses).
  • Personas mayores de 15 años: 3 dosis (0, 1 y 6 meses).
  • Personas inmunocomprometidas: 3 dosis (0, 2 y 6 meses).

Contexto: VPH y cáncer, una relación documentada

La SPP destaca que “el cáncer cervicouterino representa el cuarto tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres a nivel mundial, con aproximadamente 662,000 nuevos casos y 348,000 muertes en 2022. Más del 90% de estas muertes se producen en países de ingresos bajos y medios.

América Latina y el Caribe es la segunda región más afectada, con tasas de incidencia y mortalidad elevadas.  En un metaanálisis de la región , se estimó que el 70% de los casos de CCU estaban asociados a los genotipos VPH 16 y 18. En un estudio multicéntrico latinoamericano reciente, se encontró que estos genotipos, junto con los tipos 31, 33, 45, 52 y 58, incluidos en la vacuna nonavalente, explicaban la mayoría de los casos de enfermedad de alto grado. En general, la vacuna nonavalente ofrece el potencial de prevenir aproximadamente el 90% de los cánceres de cuello uterino y los cánceres relacionados con el VPH en la vulva, la vagina y el ano, así como cerca del 90% de las verrugas genitales a nivel mundial”.

En Panamá, precisa el documento de la SPP, según datos del Registro Nacional de Cáncer y publicaciones del Instituto Oncológico Nacional, el cáncer de cuello uterino es una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres.

La tasa de incidencia se sitúa, aproximadamente, en los 17 casos por 100,000 mujeres, y la mortalidad es aproximadamente 7 por 100,000, con variaciones entre provincias.

Estrategia de Panamá para vacunar contra VPH

Fue en el año 2008 cuando Panamá incorporó al Calendario Nacional de Vacunación la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), dirigida a niñas de 10 años, con cobertura frente a los genotipos oncogénicos VPH 16 y 18.

“En 2015, se introdujo la vacuna tetravalente (VPH 6, 11, 16 y 18), que además de prevenir lesiones precancerosas, ofrece protección contra verrugas genitales. Ese mismo año se adoptó un esquema simplificado de dos (2) dosis, administradas con un intervalo mínimo de seis (6) meses, para niñas inmunocompetentes de entre 10 y 14 años. Las personas inmunocomprometidas continuaron con el esquema de tres (3) dosis. En 2016, la estrategia de vacunación se amplió para incluir también a los varones de 10 años, fortaleciendo así la prevención de enfermedades relacionadas con el VPH en toda la población.

Esquema utilizado actualmente :

  • Personas de 9 a 14 años: 2 dosis (0 y 6 meses).
  • Personas mayores de 15 años: 3 dosis (0, 1 y 6 meses).
  • Personas inmunocomprometidas: 3 dosis (0, 2 y 6 meses).

La Semana de Vacunación en las Américas (SVA) fue la cita histórica en la cual Panamá inició la aplicación de la vacuna recombinante nonavalente contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), aprobada en mujeres y hombres de 10 a 45 años de edad: Panamá, primer país de la región en aplicar la nueva vacuna contra VPH que también protege a adultos

Seguridad de las vacunas

La SPP destaca que “las vacunas contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) cuentan con un excelente perfil de seguridad respaldado por ensayos clínicos, vigilancia postcomercialización y evaluaciones independientes de organismos internacionales como la OMS y su Comité Asesor Mundial sobre Seguridad de las Vacunas (GACVS)”.

Los “eventos adversos más frecuentes son leves y transitorios, incluyendo dolor o enrojecimiento en el sitio de aplicación, fiebre o cefalea, similares a otras vacunas inactivadas. Amplios estudios epidemiológicos han descartado asociaciones causales con enfermedades autoinmunes, neurológicas o tromboembólicas. Además, el seguimiento tras millones de dosis administradas a nivel global confirma que no han surgido nuevas alertas de seguridad desde su implementación. Esto refuerza la confianza en su uso como herramienta eficaz y segura en salud pública”.

Administración con otras vacunas e intercambiabilidad

Al tratarse de vacunas inactivadas, pueden coadministrarse en lugares anatómicos distintos con otras vacunas inactivadas o bien con vivas atenuadas, o administrarse con cualquier intervalo entre ellas . En caso de retraso en alguna de las dosis, se completará el esquema. No es necesario reiniciar la vacunación, señala la SPP.

Aunque las vacunas disponibles pueden compartir componentes y plataformas tecnológicas, la SPP explica que en la actualidad no existen datos suficientes que avalen la intercambiabilidad entre diferentes vacunas contra VPH, incluso cuando se trata de productos de la misma marca.

“La falta de evidencia sobre la seguridad, inmunogenicidad y eficacia a largo plazo impide recomendar cambios entre plataformas vacunales una vez iniciado un esquema. Se recomienda completar el esquema con la misma vacuna con la que fue iniciado”.

En conclusión, la SPP sostiene que “la evidencia actual respalda el uso de la vacuna contra el VPH como estrategia efectiva y segura. Su uso significa un avance fundamental hacia la eliminación del cáncer cervicouterino como problema de salud pública. Mientras se utilicen esquemas de 2 o 3 dosis de vacuna contra VPH, es fundamental mantener la rigurosidad en los esquemas aplicados, evitando la intercambiabilidad no respaldada entre vacunas”.

Ver documento completo:

https://spp.com.pa/publicaciones/documentos-interes/vacunacion/recomendaciones-sobre-el-uso-de-vacuna-contra-el-vph-julio-2025.pdf