Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI
La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid. Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia. Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión. Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)
Una alergia a un medicamento ocurre cuando el sistema inmunitario lo identifica erróneamente como una sustancia extraña, como si fuese un virus o una bacteria, y desarrolla un anticuerpo específico para ese medicamento. No necesariamente se producirá la alergia luego del primer contacto, debido a que algunas veces se requiere de una exposición repetida. Si el medicamento no es utilizado nuevamente, puede que nunca se produzca la alergia; sin embargo, luego de la sensibilización, pueda ser que se produzca una reacción.
De manera general, hay diferentes modos de que se desarrolle la alergia. Algunos medicamentos pueden unirse directamente a las células T, que son un tipo de glóbulos blancos del sistema inmune, y esto hace que se liberen sustancias químicas que pueden provocar una reacción alérgica la primera vez que tomas el medicamento.
También puede ocurrir que con la primera exposición al medicamento se generen anticuerpos específicos y en la próxima exposición, los anticuerpos le indiquen al sistema inmune que ataque la sustancia, produciendo un cuadro de alergia. Y otra opción es que, en algún alimento, existió una mínima cantidad de medicamento que fue ingerido (ya que en la industria alimentaria se usan antibióticos), y que esto sea la exposición que genere la reacción alérgica.
¿Cuáles medicamentos pueden causar alergias?
Cualquier medicamento puede causar una reacción alérgica. Sin embargo, existen algunos que son más probables que otros.
El más conocido son las penicilinas y puede ser porque es el primer antibiótico que se descubrió, son muy utilizados y la familia de las penicilinas incluye muchas clases.
Actualmente, un 10% de la población de Estados Unidos es alérgica a penicilina, afortunadamente el 80% de esos pacientes perderá esa sensibilidad luego de 10 años. Otros medicamentos que pueden producir alergias son las cefalosporinas, los antiinflamatorios, los medicamentos de quimioterapia para el tratamiento de cáncer, los medicamentos para enfermedades autoinmunes, los anticonvulsivantes y las sulfonamidas.
¿Qué factores de riesgo existen?
Cualquier persona puede tener una reacción alérgica a un medicamento, pero hay algunos factores que pueden aumentar el riesgo. Entre estos se incluye antecedentes personales o familiares de alergia a medicamentos; mayor exposición a un medicamento, ya sea asociado a dosis altas, uso reiterado o prolongado y ciertas enfermedades comúnmente asociadas con las reacciones alérgicas a los medicamentos, como la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o el virus de Epstein-Barr.
¿Cómo determinar una alergia a medicamentos?
Es importante identificar correctamente las alergias. Algunas alergias a los fármacos pueden estar diagnosticada en exceso o es posible que haya casos en que los pacientes informaron sobre una alergia a medicamentos, pero nunca se confirmó. Una alergia a los fármacos mal diagnosticada puede dar lugar al uso de fármacos menos apropiados o más caros.
La historia clínica es muy importante: es necesario preguntar los síntomas que presentó el paciente, la fecha de inicio y la duración de los mismos; cuántas dosis tomó, que otros medicamentos se utilizaron juntos, si utiliza suplementos o medicina alternativa, y si ha presentado alguna reacción similar en el pasado.
Los alergólogos realizan unas pruebas cutáneas, en donde se administra una pequeña cantidad del medicamento sospechoso en la piel con una aguja diminuta que raspa la piel o con una inyección o un parche, con lo que se produce una reacción y se determina si hay una posible alergia o no.
Los síntomas pueden presentarse de manera inmediata, y consisten en urticaria, angioedema (edema en la cara y/o cavidad bucal), rinitis, conjuntivitis, broncoespasmo, dolor abdominal, náuseas, vómitos y/o diarrea. Los síntomas no inmediatos pueden aparecer en cualquier momento después de la primera hora de administración y suelen cursar con urticaria o exantema.
Tratamiento
En caso de presentar una alergia debe suspenderse el medicamento sospechoso. Si la alergia es leve, los síntomas pueden que resuelvan al suspenderlo. Los medicamentos conocidos como antihistamínicos bloquean las sustancias químicas del sistema inmunitario que se desencadenan durante una reacción alérgica y lo corticoides tratan la inflamación asociada con las reacciones más graves.
Para las reacciones severas o anafilácticas, existen medicamentos que disminuyen el cuadro alérgico de manera inmediata, pero el paciente debe mantenerse en vigilancia en un hospital.
En el caso de que la alergia produzca una alergia al riñón, se vigilarán las pruebas de función renal, manteniendo una buena hidratación, evaluando la cantidad de orina y los laboratorios. Si la reacción es leve, probablemente resuelva sin requerimiento de otro tratamiento. De presentar elevación de creatinina o disminución de función renal, se deberán utilizar corticoides e incluso diálisis si fuera necesario, mientras se resuelve el cuadro alérgico y se podrá realizar una biopsia renal para evaluar el tipo de daño y el diagnóstico.
Tomar medicamentos que provocan alergia
Si tiene una alergia confirmada a un fármaco, es probable que el personal que realiza la atención médica no lo recete. En ciertos casos, si el diagnóstico de alergia a un fármaco es incierto o si no existen tratamientos alternativos, el médico puede recurrir a estrategias para usar este fármaco, como la desensibilización. Con cualquiera de estas estrategias, se puede brindar una supervisión minuciosa.
Ante alergia a un fármaco, la mejor prevención es dejar de tomar el fármaco identificado. Además, es importante informarle a la familia cercana, y al médico de cabecera para que lo tenga en el expediente.
Usa un brazalete de alerta médica que identifique tu alergia a los medicamentos. Esta información puede asegurar un tratamiento correcto en caso de emergencia.
Consulta con tu proveedor de atención médica si tienes síntomas que podrían estar relacionados con algún fármaco que hayas comenzado a tomar recientemente o que tomes de forma regular. Estos detalles son importantes para ayudar a determinar la causa de los síntomas y podrían salvar tu vida. Evita tomar medicamentos que no hayan sido indicados por tu médico y respeta el tiempo total de ingesta con las dosis recomendadas: estas medidas pueden disminuir tu riesgo de una reacción alérgica.
Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI
