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Foto/Cortesía: Binal

Por: Violeta Villar Liste

Esta familia comenzó a crecer hace 80 años bajo la mirada de quien nunca será un ausente: Ernesto J. Castillero R. (1889-1981), su primer director y a quien correspondió organizar la Binal, con apoyo del subdirector del momento, licenciado Galileo Patiño, y el historiador Manuel María Alba

La Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero R. (Binal) cumple este 11 de julio, 80 años. Es un patrimonio que se levanta glorioso sobre su pasado y su presente, con la misión de resguardar la memoria de Panamá.

Creada por Decreto No. 238 de 31 de enero de 1942, comenzó su funcionamiento el 11 de julio de 1942 con sede primera en un local situado entre las calles 5ª. Y 6ª, cerca de la Presidencia de la República, hasta 1961; luego mudada a la antigua sede del Colegio Ricardo H. Newman y después, el 24 de septiembre de 1987, al corazón del Parque Omar Torrijos, en la avenida Belisario Porras.

En sus 5,000 metros cuadrados y cuatro niveles resguarda un tesoro:

Más de 600 títulos de periódicos, cerca de cuatro millones de fascículos, 100,000 ejemplares de libros sobre Panamá, unos 90,000 títulos de obras extranjeras, cerca de 6,000 obras de referencia y alrededor de 4,000 ejemplares, entre materiales de audiovisuales y sonoros.

De preservar para el mañana este tesoro memorioso, se ocupa una familia que supera los 40 colaboradores, quienes, desde el nivel 1 al nivel 4, se encargan de recibir libros y materiales, clasificar, custodiar y atender a los usuarios.

Esta familia comenzó a crecer hace 80 años bajo la mirada de quien nunca será un ausente: Ernesto J. Castillero R. (1889-1981), su primer director y a quien correspondió organizar la Binal, con apoyo del subdirector del momento, licenciado Galileo Patiño, y el historiador Manuel María Alba.

Guadalupe García de Rivera, su directora técnica desde el año 2015, y quien se integró a esta familia en 1997, quiso estudiar leyes, sin embargo, la circunstancia la llevó a formarse en la carrera de Biblioteconomía en Brasil y a defender como causa justa el derecho del papel a existir.

Guadalupe García de Rivera, directora técnica

“El papel es parte fundamental de la memoria y, de hecho, los proyectos de digitalización tienen como misión preservar el material histórico porque la manipulación lo deteriora”, explica.

Con Maestría en Patrimonio Documental de la Universidad Carlos III de Madrid, este año termina su periodo en el Comité Regional de Memoria del Mundo de la Unesco, “iniciativa que procura preservar y dar acceso al patrimonio documental y digital de mayor relevancia de los pueblos del mundo”.

El dato: desde su posición en el Comité Regional de Memoria del Mundo de la Unesco, la directora técnica de la Binal estimula a las instituciones panameñas a postular documentos que tienen impacto global. El Boletín del Canal de Panamá, por ejemplo, forma parte de la Memoria del Mundo.

En 1987, a la vuelta de Brasil, llega a casa, en Santiago de Veraguas, y luego de aplicar a varias bibliotecas, comienza su labor en el Centro de Documentación de la Confederación Latinoamericana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Colac).

Con diez años de labores en Colac, recibe invitación a participar en el proyecto de modernización y automatización de la Binal, cargo desde el cual inicia un camino de ascensos: jefa de Servicio al Público, jefa de Adquisiciones, responsable del Sistema Internacional para la Numeración de Libros (ISBN) y en 2015, directora técnica de la Binal.

1997: El desafío de la modernidad

El año 1997 implicó el claro desafío de modernizar la estructura física y operativa de la Binal.

Al amparo de la Fundación Pro Biblioteca Nacional se logra dinamizar la estructura, rediseñar los espacios, convertirlos en lugares amables y accesibles para los usuarios.

Un logro mayúsculo será adaptar las técnicas modernas en materia de bibliotecología y pasar del fichero tradicional al sistema de base de datos.

La ficha de papel fue sustituida por la base de datos Foto: Cortesía/Binal

La historia que vendrá

Guadalupe García de Rivera escribe un documentado artículo sobre la Binal. Es una obra que espera reunir los antecedentes de otros autores y la historia de una institución que se establece gracias a la Ley 89 Orgánica de Educación.
Comenzó con 10,000 libros de la Biblioteca Colón, fundada el 12 de octubre de 1892 y que funcionó hasta 1941.
La Ley 89, también colocó a la Binal bajo el paraguas del Ministerio de Educación (Meduca).
La directora técnica de la Binal explica que la idea de crear una Biblioteca Nacional comenzó en 1924, con el presidente Belisario Porras, pero no tuvo acogida hasta tiempo después.
De Ernesto J. Castillero R., su primer director, explica que fue un visionario y estableció la misión y fundamentos de la Biblioteca Nacional como garante de la memoria y la ordenación científica de los fondos documentales panameños.

La primera base de datos de la Binal se llamaba Horizonte. Permitió pasar de la ficha de papel a la computadora, a la creación del sitio web y el catálogo en línea.

En 2018 inició el proyecto de digitalización de prensa histórica panameña.

A la fecha ya disponen de 500,000 imágenes digitalizadas.

Son más de 250 títulos que están accesibles desde la página web, en la sección Hemeroteca.

De igual modo, han logrado digitalizar cerca de 300 libros, entre novelas, textos de poesía e historia.

La hemeroteca es monumental: más de 600 títulos de periódicos y cuatro millones de fascículos. Y sigue creciendo: cada día se fichan los periódicos panameños y sus suplementos.

  • La Sala Panameña mantiene más de 100,000 ejemplares entre autores panameños y extranjeros que escriben del país.
  • La Sala Extranjera conserva una colección latinoamericana con más de 90,000 ejemplares.
  • El Centro Audiovisual posee un registro de audio y de video, superior a los 4,000 ejemplares.
  • La Sala de Referencias tiene unos 6,000 ejemplares.

La directora técnica de la Binal comentó que los materiales se preservan en función de las técnicas modernas de la Bibliotecología y bajo las directrices de la Unesco.

Memoria a buen resguardo


Cada material de la Binal que se digitaliza se mantiene en tres formatos:
TIFF es el formato madre sin modificaciones. Permite acceder al material original en caso de desactualización de la tecnología.
PDF y JPG son los dos formatos de acceso del usuario.
Ahora la Binal trabaja con Absysnet, sistema integrado de gestión bibliotecaria y que permite, entre otra facilidades, brindar al usuario la opción del préstamo electrónico.
El usuario ingresa con su contraseña y puede acceder a la sección digital para localizar el material.
Incluso, si hace la solicitud al equipo de la Binal, el material se digitaliza y se presta como solicitud electrónica.
También el sistema cuenta con un módulo de estadística. Dato relevante: investigadores y estudiantes universitarios son quienes más visitan la Binal.

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La pandemia aceleró los servicios virtuales, pero el encanto de lo presencial, y del papel, no cede terreno.

Contra quienes dicen que leer y editar en papel es tema del pasado, Guadalupe García de Rivera muestra cifras con orgullo que demuestran un crecimiento exponencial del registro de libros: si en 1977 el ISBN registró 77 libros publicados, el 2021 ya superaron los 1,500

“En pandemia fue cuando más libros se registraron. Los escritores estuvieron muy activos en sus casas”, comentó.

A la vuelta de los próximos 80 años, la directora técnica considera que es preciso pensar en un nuevo edificio, y lugar, para la Binal: falta espacio y la humedad del Parque Omar no es amiga del papel.

Sello editorial
La Binal tiene también su sello editorial, coordinado por Briseida Bloise.
El objetivo es volver a editar obras de autores panameños y sobre Panamá que dejaron de circular.
La primera obra que se reeditó fue Los caballos estornudan en la lluvia, de Dimas Lidio Pitty.

El edificio actual podría quedar como una biblioteca pública de promoción de la lectura y la Binal, mudarse a una estructura que le permita continuar con su importante misión de salvaguardar el patrimonio documental del país y recibir todas las publicaciones que por la Ley de Depósito Legal deben reposar en la institución.

“Me siento como en casa”

Ismérita Pérez es la supervisora de la Sala de Referencia. Hace 23 años se integró a la familia de la Binal.

Ismérita Pérez es la supervisora de la Sala de Referencia

“Siempre digo que estoy como en mi casa; es parte de mi vida porque paso más de ocho horas aquí y siento que todo lo debo cuidar como si fuera de mi propiedad”.

En el tercer piso hace equipo con Félix Filos en esta labor de cuidar biografías, la colección de consulta rápida, los diccionarios, las enciclopedias y estar a cargo del catálogo en línea.

En el área se confecciona el carné físico a los usuarios.

En este nuevo aniversario de la Binal, al usuario lo exhorta a aprovechar el espacio: “Ninguna mesa debería estar vacía ni una silla desocupada. Pueden trabajar cómodos y estamos dispuestos a atenderlos”.

El usuario, el mejor regalo

Judith Barahona es la jefa de servicios al público de la Sala Panameña. Con 21 años de servicio habla con orgullo de una sala que reúne documentos sobre Panamá y los panameños, escritos por panameños y extranjeros.

Judith Barahona, jefa de servicios al público de la Sala Panameña

El área recibe entre 15 a 20 usuarios por día.

El mejor regalo a la Binal es la visita del usuario, usar la base de datos y la información disponible”.

Mario García Hudson es investigador y curador de la institución, así como responsable del centro audiovisual de la Binal que funciona en la Sala Panameña.

Una cuidada exposición recibirá a los visitantes que quieran conocer esta historia cercana al siglo

Se ha esmerado en montar la exposición por los 80 años de la Binal: libros centenarios (Flor de María de Ricardo Miró o Memorias de la campaña del Istmo de Belisario Porras, por ejemplo), documentos sobre la fundación de la Biblioteca Nacional  y curiosidades como el programa de mano de la inauguración, el Himno de la Binal que fue a concurso en 1948 o el certificado del lector del año.

De igual modo, una muestra a través de fotografías de distintos aspectos de la vida de la biblioteca nacional, libros dedicados a la biblioteca y un recorrido virtual que también lo puede seguir en enlace a continuación:

https://www.artsteps.com/view/629f7cb624f33f42669e3e30

Los más antiguos

Historia general de España, de 1617, es el libro más antiguo de la Biblioteca Nacional

Libro general de cargo de la Thesorería principal de Panamá (1822), de 224 páginas, escrito a mano, el más antiguo de los panameños

García Hudson, quien es musicólogo e historiador, trabaja en la escritura del libro, Panamá en su música, abordaje desde la discografía a la memoria del país.

Reflexiona que trabajar en un lugar como la Biblioteca Nacional es un orgullo: “Permite entender mejor la historia del país, de un país que no es pequeño, y en particular tener acceso a la lectura de documentos valiosos”.

Mario García Hudson, investigador y curador de la Binal

Memoria que suena
El registro sonoro más antiguo de la Binal corresponde a un documento digital del panameño Alcides Briceño de los años 20 del siglo XX.

El patrimonio humano de la Binal

Griselda Añino de Valdés es bibliotecaria de la Hemeroteca de la Binal.

Griselda Añino de Valdés, un patrimonio de la Biblioteca Nacional

Con sus 52 años de servicio en la institución, es un patrimonio de la Binal.

Comenzó a trabajar en la década de los 70 en la biblioteca de Natá de los Caballeros y a los seis meses se le presentó la oportunidad en la Biblioteca Nacional.

Se siente a gusto. Como en casa y es de casa.

Es una devota de los periódicos: “Veo las noticias que pasaron y son casi las mismas de ahora, pero con otro sentido”.

Sin embargo, observa en el periódico antiguo una manera particular por los temas y la manera de llegar al lector.

La miscelánea del Istmo de Panamá, un facsímil del 4 de agosto de 1822, es el ejemplar periodístico más antiguo de la hemeroteca.

“Valía 20 centavos”, describe.

A Dios le da gracias por la oportunidad de seguir en su puesto, apoyando de manera particular a los investigadores.

Ella ha sido testigo de cómo las investigaciones memoriosas del periódico antiguo, se convierten en libros que cuidarán la historia.

Autores como el historiador Juan Cardona han usado los servicios de la Hemeroteca para sus investigaciones, luego convertidas en libros

Investigadores nacionales e internacionales pasan por la hemeroteca. Hace dos semanas, procedente de España, acudió un estudioso de la Segunda Guerra Mundial para determinar el papel de Panamá en este momento histórico.

Fátima Avila, jefa de la Hemeroteca, junto con Luis Hernández, asistente, hacen equipo junto con Griselda Añino de Valdés, quien destaca la importancia del proceso de digitalización de los fondos hemerográficos.

De 1900 a 1930 ya se digitalizó la colección completa, al alcance de los usuarios de la Binal, un esfuerzo valiosísimo en pro de la memoria.

De la sala infantil a la extranjera

Anayansi Barrantes de González es la coordinadora de Sala Infantil (cuarto piso) y del Bibliobús.

Con 20 años en la Binal es una convencida del amor de los niños por los libros, así sean nativos digitales.

Los sábados, en particular, padres e hijos convierten la sala en una fiesta de letras que se recitan desde el amor.

Anayansi Barrantes de González, coordinadora de Sala Infantil

Cuenta que la experiencia del Bibliobús confirma el entusiasmo hacia el libro.

Esta biblioteca rodante llega a las comunidades de difícil acceso de la provincia de Panamá desde el año 2010.

Libros y talleres reciben la bienvenida de los escolares y de sus maestros.

En conjunto con el municipio de Panamá, todos los sábados hasta octubre, hacen visitas especiales a las distintas comunidades para promoción de la lectura.

“Fomentar el hábito de la lectura hará de los niños mejores ciudadanos y personas y estudiar será más sencillo”, comentó.

En verano también se organizan talleres. Con el escritor y narrador oral escénico Carlos Fong impulsan el círculo de narración oral Héctor Collado.

Los niños se han presentado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Panamá y en pandemia la virtualidad hizo posible un intercambio con México.

En el cuarto piso también funciona la Colección Extranjera.

Carlos Gaitán es el responsable y Cleotilde Pilleres, la bibliotecaria.

Carlos Gaitán, jefe de la Colección de Libros Extranjeros

Gaitán, quien lleva 20 años en el sistema de bibliotecas públicas, entre Chiriquí y Panamá, cuenta que los mayores de 50 años solicitan literatura y los jóvenes, en particular universitarios, libros académicos.

El autor más solicitado es Gabriel García Márquez. También Mario Vargas Llosa y Arturo Pérez-Reverte.

Esta sala tiene una particularidad: los libros que llegan son donaciones, tanto de particulares como embajadas.

También los puede llevar a casa y, una vez leídos, retornan.

Otra particularidad: Para renovar la colección, por asuntos de espacio, solo se quedan con un libro de la serie de textos repetidos y los demás los dejan gratis a disposición del público.

En una mesa solidaria están los libros, cerca de 500 que ya han conseguido cobijo en casas de lectores apasionados.

Es una sala que se mueve: Entre 150 y 200 lectores por mes acuden al área.

“La Biblioteca es del usuario”

Dayana Rivas, periodista, encargada de Relaciones Públicas de la Binal, desde hace cinco años, descubrió su vocación por la promoción cultural.

Dayana Rivas: devoción por la promoción cultural

Es una apasionada en esta tarea de inculcar el amor hacia la Binal y su variada oferta cultural, porque además de proteger la memoria y atender a los usuarios, es centro de talleres, exposiciones, presentación de libros y debates.

Uno de sus retos ha sido aclarar mitos: Contra la creencia de asociar una biblioteca con un simple lugar que guarda libros, invita a las personas, a través de nuevas herramientas, a conocer que es un lugar vivo, activo, que además de los libros que son valiosísimos, promueve la cultura, la educación y la historia.

Al usuario le dice que la biblioteca es suya; de la comunidad.

Además cumple un fin mayor, argumenta: “Si queremos entendernos dentro de la comunidad, el país y el universo, la biblioteca es un excelente lugar para encontrar las repuestas a través de documentos históricos y reforzar nuestra identidad”.

Así que en este, su cumpleaños 80, súmese a la fiesta. Conozca sus cuatro niveles, llénese de libros e historia y agradezca a esta familia cuya labor hace posible que el mañana tengo un pasado en el cual mirarse.

Violeta Villar Liste
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