fbpx
Pixabay

La Iniciativa de Investigación sobre el Envejecimiento en Panamá (PARI, por sus siglas en inglés), avanza en el estudio de biomarcadores en sangre que entre otras bondades permitirán detectar lo antes posible la enfermedad de Alzheimer.

Si se agrega que eliminar los factores de riesgo puede “prevenir o retrasar el 40% de los casos de demencia en el mundo”, la humanidad tiene esperanzas de una mejor calidad de vida.

El Dr. Alcibiades Elías Villarreal Domínguez, investigador del Centro de Neurociencias y Unidad de Investigación Clínica del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología de Panamá (Indicasat AIP) compartió avances en el webinar: Neurociencias: Cognición y Enfermedades Neurodegenerativas, organizado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) y amplió detalles a este medio.

Esta investigación tiene gran trascendencia ya que sus resultados, además de Panamá, son aplicables a los adultos mayores en la región.

La iniciativa PARI está integrada por un equipo multidisciplinario, coordinado por el Centro de Neurociencias y la Unidad de Investigación Clínica del Indicasat AIP.

Es su objetivo general “definir la situación actual e identificar los factores de riesgo ambientales y genéticos de las enfermedades asociadas al envejecimiento de la población panameña, así como aquellos asociados a un envejecimiento exitoso”.

Nuestro estudio, precisó el investigador, se suma al esfuerzo por documentar el estado cognitivo de los adultos mayores en Panamá y constituye una contribución sobre los factores de riesgo y resultados de evaluaciones cognitivas entre la población hispana en general.

“Nuestro objetivo final es proporcionar un conjunto de pruebas para apoyar el desarrollo de políticas públicas con el objeto de mejorar la atención de la salud pública geriátrica y reducir la carga del envejecimiento sobre los sistemas de salud y las personas”.

PARI, explica el especialista, ha ayudado a llamar la atención sobre la importancia de las evaluaciones integrales (cognitivas, funcionales y psiquiátricas) de los adultos mayores.

La primera cohorte de este estudio inició en el año 2012 y hasta la fecha han participado más de 700 mayores panameños.

Conocer la enfermedad

El especialista documenta aspectos relevantes para entender el concepto y alcances del Alzheimer:

  • La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad del cerebro, así como la enfermedad de las arterias coronarias es un tipo de cardiopatía.
  • Es una enfermedad degenerativa, lo cual significa que empeora con el tiempo.
  • Se cree que la enfermedad de Alzheimer comienza 20 años o más antes de que aparezcan los síntomas.
  • La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia y se estima que representa del 60% al 80% de los casos.
  • -Estudios recientes de autopsias muestran que más de la mitad de las personas diagnosticadas con demencia tipo Alzheimer tienen también cambios que corresponden a otros tipos de demencia.

Esto se llama patologías mixtas, y si se reconoce durante la vida, se llama demencia mixta.

Estimaciones en Panamá

En el caso de Panamá “no se han realizado estudios poblacionales que muestren datos sobre prevalencia e incidencia, pero sí tenemos reportes sobre estimaciones”.

Un reciente artículo de revisión del 2019 (Lopez, O. L., & Kuller, L. H. (2019), Handbook of Clinical Neurology) publicó, explica el Dr.Villarreal, la prevalencia estimada de demencia en personas de 60 años y mayores oscilaron entre un mínimo de 4,7% en Europa central y un máximo de 8.5% en América Latina (incluyendo Panamá) y 8.7% en Norte África y Medio Oriente.

Este mismo artículo reportó que las estimaciones de la incidencia de demencia después de los 60 años se duplican cada 10 años.

Existe una gran variabilidad en las estimaciones de incidencia de demencia entre los estudios.

“La incidencia de demencia específica por edad varió desde tan solo 5 personas por cada 1,000 habitantes para personas de 65 a 70 años y tan alta como 60 a 80 personas por cada 1,000 habitantes para personas de 85 años o más”.

Se llega tarde al cuidado

El estudio, Caracterización de la enfermedad de Alzheimer y el deterioro cognitivo leve en adultos mayores en Panamá, también resultado de la iniciativa PARI, aporta otros elementos para conocer el abordaje de este tipo de paciente en el país.

El investigador del Indicasat indica que este estudio permitió determinar que “en Panamá, el deterioro cognitivo se considera una parte normal del proceso de envejecimiento”.

“Las personas afectadas no buscan servicios médicos formales hasta etapas avanzadas de la deficiencia, y el cuidado de los ancianos suele ser realizado en el hogar por miembros de la familia, factores que aumentan la carga del envejecimiento sobre los servicios de salud y las personas”.

En general, argumenta, en comparación con los no hispanos, los hispanos presentan mayor cantidad de factores de riesgo para la demencia y hay menos conciencia, tratamiento de comorbilidades y control de los factores de riesgo.

Por lo tanto, “nuestro estudio se suma al esfuerzo por documentar el estado cognitivo de los adultos mayores en Panamá (Centroamérica) y constituye una contribución a nuestra comprensión de los factores de riesgo de los resultados cognitivos entre los hispanos tanto dentro como fuera de Latinoamérica”.

Esta investigación, detalla, sugiere que el alelo de la apolipoproteína ε4 es un factor significativo asociado con la enfermedad de Alzheimer y el deterioro cognitivo leve en personas de edad avanzada en Panamá.

“Nuestros resultados subrayan también el potencial del tamizaje genético para identificar a partir de estas pruebas a las personas con mayor riesgo de demencia, en especial la enfermedad de Alzheimer”.

A los participantes del estudio se les entregaron resultados de sus pruebas cognitivas, lo que ha resultado en un mayor interés.

De hecho, como resultado de esta investigación inicial, concluimos que todas las personas deberían tener la oportunidad de discutir los resultados de los estudios clínicos con sus proveedores de atención médica para determinar el curso de acción apropiado, como se hace en muchos otros países.

Detectar la enfermedad

Como se explicó, los estudios asociados a la iniciativa PARI están ahora, en una fase reciente, abordando los biomarcadores en sangre como una manera de lograr detectar de manera temprana la enfermedad de Alzheimer.

Los biomarcadores en sangre tienen importantes ventajas que menciona el investigador: menor costo comparado con pruebas de imagen como las pruebas de neuroimagen (resonancia magnética del cerebro).

Solo requieren una toma de muestra de sangre del brazo y al mismo tiempo son factibles a nivel de tamizaje de la población.

“Por lo tanto, los biomarcadores sanguíneos pueden servir como el primer paso en un proceso de múltiples etapas, similar a los procedimientos utilizados en otros estados patológicos (por ejemplo, cáncer, enfermedades cardiovasculares y enfermedades infecciosas)”.

Distinto usos

Entre los posibles usos de los biomarcadores en sangre de enfermedad de Alzheimer, el Dr. Villarreal destaca exámenes de atención primaria, diagnóstico, riesgo predictivo (es decir, riesgo de aparición de la enfermedad, riesgo de progresión de deterioro cognitivo leve a demencia) y seguimiento de la enfermedad.

De igual modo, uso en ensayos clínicos y seguimiento farmacodinámico o de respuesta al tratamiento (positivo o adverso).

Prevenir el riesgo

-¿Qué debe hacer una persona en cuya genética existan casos, por ejemplo, padre o madre con la enfermedad?

-Lo ideal es poder hacer el examen genético para saber si tienen probabilidades de desarrollar Alzheimer familiar.

“El principal inconveniente es que estos exámenes son costosos y no existen tratamientos farmacológicos para prevenir ni curar la enfermedad”.

Por otro lado, destaca el Dr. Villarreal, nuevas investigaciones han resaltado la importancia de los factores de riesgo prevenibles y la importancia de los tratamientos no farmacológicos.

Desde el 2017, cita el especialista, la Comisión Lancet sobre Prevención, Intervención y Atención de la Demencia, identificó nueve factores de riesgo prevenibles para la demencia:

  • Tener poca o ninguna educación
  • Hipertensión
  • Discapacidad auditiva no tratada
  • Tabaquismo
  • Obesidad
  • Depresión
  • Inactividad física
  • Diabetes
  • Poco contacto social

“Desde entonces, la comisión ha informado que la evidencia apunta a tres factores de riesgo de demencia más prevenibles: lesiones en la cabeza o consumo excesivo de alcohol en la mediana edad y exposición a la contaminación del aire en la edad adulta”.

Para prevenir o retrasar la demencia, la comisión, detalla el investigador del Indicasat, recomendó que los países brinden educación primaria a todos los niños, tomen medidas para prevenir la obesidad y la diabetes y reduzcan la contaminación del aire y la exposición al humo de segunda mano.

También recomendaron programas para prevenir la iniciación a fumar, la pérdida auditiva y las lesiones en la cabeza.

Hay medidas preventivas adicionales que cita el investigador: “Incluyen mantener la presión arterial normal en la mediana edad, limitar el consumo de alcohol a menos de 21 porciones por semana y mantener un estilo de vida activo”.

Seguir estas indicaciones trae consigo una enorme esperanza que aporta el Dr. Villarreal:

“Los expertos sugieren que si se reduce o eliminan los factores de riesgo se podrían prevenir o retrasar el 40% de los casos de demencia en el mundo”.

Violeta Villar Liste
[email protected]