Si la naturaleza se enferma, el impacto será determinante en la salud y la vida de los pueblos. De hecho, está demostrado que fenómenos como la deforestación, la sequía o las inundaciones son vinculantes con la mayor prevalencia de ciertas dolencias.
Estas respuestas al equilibrio de la naturaleza deben venir de parte del hombre, pero también ecosistemas como los humedales tienen recetas milenarias para ayudar a enfrentar las amenazas.
Parte de estas reflexiones que tocan tan de cerca la salud, la vida, el ambiente y el cambio climático, fueron abordados a propósito de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), durante el Café Científico organizado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), con el tema el Rol de la mujer en la ciencia y los desafíos del cambio climático.
Participaron como panelistas la Dra. Indra Candanedo, docente e investigadora de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) y la profesora Hildaura Acosta, docente e investigadora de la Universidad de Panamá (UP), como parte del interés de reconocer la labor de científicas destacadas en las áreas de investigación, género y cambio climático.
Cabe señalar que ONU Mujeres propuso que este año el tema del 8 de marzo fuera el de Igualdad de género hoy para un mañana sostenible, el cual “ explora las formas en que las mujeres y las niñas están liderando la carga en la adaptación, mitigación y respuesta al cambio climático en todo el mundo” buscando que estas vocerías líderes también promuevan cambios para un futuro más sostenible.
De hecho, el secretario general António Guterres subrayó el importante papel de las mujeres y las niñas en la lucha contra el cambio climático. «Necesitamos más ministras de medio ambiente, líderes empresariales y presidentas y primeras ministras. Pueden empujar a los países a abordar la crisis climática, desarrollar empleos verdes y construir un mundo más justo y sostenible. No podemos salir de la pandemia con el reloj dando vueltas hacia atrás en la igualdad de género».
Además, también esta visión reconoce que las mujeres son más vulnerables a los impactos del cambio climático en relación con los hombres.
«Hemos visto el impacto de covid-19 en el aumento de las desigualdades, impulsando la pobreza y la violencia contra las mujeres y las niñas; y hacer retroceder sus progresos en materia de empleo, salud y educación. Las crisis aceleradas del cambio climático y la degradación del medio ambiente están socavando desproporcionadamente los derechos y el bienestar de las mujeres y las niñas», dijo por su parte la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous.
En este contexto e indagación global, las ponencias de ambas investigadoras permitieron aportar datos novedosos a la discusión, desde una perspectiva local con impacto global.
Humedales, pulmones verdes
La Dra. Indra Candanedo cuenta con un doctorado en Ambiente y Sociedad, y una maestría y licenciatura en Biología.
Abordó el tema Humedales, ecosistemas claves ante el cambio climático.
Explicó que el área de Matusagaratí es un complejo de humedales que presenta al menos 11 tipos de humedales diferentes en 56,000 hectáreas. Estos incluyen varios tipos de manglares, herbazales, bosquetes, cativales, bosques semideciduos mixtos, oreyzales, alcornocales, helechales, fangales y lagunetas.
Estos humedales son vitales para reducir la vulnerabilidad de las comunidades antelos efectos del cambio climático, ya que regulan las inundaciones y son fuente de alimento y recursos forestales para las comunidades adyacentes.
Igualmente, la especialista añadió que estos son un seguro agropecuario que la naturaleza le brinda a los productores de manera gratuita, ya que los humedales almacenan agua que poco a poco van liberando durante el verano alimentando los cursos de agua y los ríos navegables.
También regulan el clima y el ciclo del agua, elementos que en parte sostienen la ganadería en Darién, el segundo hato ganadero del país.
“Se necesita entender mejor qué factores contribuyen a que ese carbono se mantenga atrapado en estos humedales y cómo conservarlos. Ese es parte del objetivo de nuestro proyecto”, anotó la bióloga.
La especialista añade que “los humedales son ecosistemas vitales en la lucha contra el cambio climático. Son, además, muy económicos pues ya están instalados y sabemos que funcionan. Por eso también se les conoce como soluciones basadas en la naturaleza”.
Clima y enfermedad
La profesora Hildaura Acosta es magíster en Farmacología, especialista en Toxicología y licenciada en Farmacia. Habló de la Conexión enfermedades emergentes y cambio climático.
En su ponencia, indicó que “el cambio climático está provocando que los ciclos de vida de algunos patógenos y parásitos sean más cortos y que estos se vuelvan más infectivos por el aumento de la temperatura. Enfermedades infecciosas emergentes como el ébola, virus del Nilo, SARS, Lyme, influenza H1N1, covid-19 son una de las graves consecuencias que ha traído a la humanidad el cambio climático”.
En la Estrategia Nacional de Cambio Climático de Panamá 2050, publicada por el Ministerio de Ambiente en el año 2019, se destaca lo siguiente como amenazas climáticas en salud humana: déficit de lluvias en invierno (sequía), lluvias intensas en invierno (inundaciones), aumento en los valores de la temperatura máxima en verano (olas de calor) y disminución en los valores de la temperatura mínima en invierno.
Las áreas más afectadas son la Región de Arco Seco, comarcas Ngäbe Buglé y Guna Yala, Sabana Veragüense, Bocas del Toro, Darién, Panamá, Colón, Chiriquí y Coclé.
En estas se han reconocido los siguientes impactos: dificultad para la higiene ante escasez de agua, afectación por hantavirus y leishmaniasis, problemas gastrointestinales y cuadros de diarrea, casos de alergias, enfermedades trasmitidas por vectores (malaria, zika, Chikungunya, dengue), aumento de influenza, casos de deshidratación y problemas respiratorios.
La profesora Acosta realiza estudios en el Centro de Investigación e Información de Medicamentos y Tóxicos (CIIMET) de la UP, análisis con los que ha podido valorar un incremento significativo de los casos de mordeduras de serpientes y de picaduras de escorpiones, lo cual en otros estudios realizados en América se ha asociado a un desplazamiento de estos animales ponzoñosos debido a las condiciones del clima y otros factores.
También indicó que en Centroamérica se reconoce que la enfermedad renal crónica de causa no tradicional está afectando principalmente a hombres menores de 50 años que viven en la costa Pacífica, expuestos a altas temperaturas, trabajo extenuante y deshidratación.
La investigadora, junto con un equipo multidisciplinario e interinstitucional realizan la investigación en Panamá, a través del Programa Salud, Trabajo y Ambiente en América Central, y en coordinación con la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la UP.
La iniciativa Café Científico de la Senacyt constituye una forma comunicativa de resultados de investigación y forma parte del Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (PENCYT 2019-2024) para el fortalecimiento de las regiones, a través del apoyo al talento local y la creación de nuevas capacidades para realizar ciencia y tecnología.
Con información de la Senacyt/ONU Mujeres