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¿Cómo puedo pensar en hacer mi trabajo cuando tengo que apoyar a mis hijas en sus tareas cotidianas y realizar las labores del hogar?

Mujer de 56 años quien tiene a cargo personas dependientes

¿Dónde conseguiré una oportunidad laboral ahora que me despidieron y el mercado laboral está muy difícil?

 Joven de 25 años, a quien acaban de despedir de su primer empleo

¿Qué voy a hacer ahora que me están pagando menos? ¿cómo podré pagar mis deudas?  Hombre de 45 años a quien se le redujo su jornada laboral

Estas tres preguntas, entre otras, imponen a individuos y familias, además de la dificultad económica, enormes dosis de ansiedad y frustración, realidad que de no abordarse generará altos niveles de estrés en las organizaciones, funcionen en modo presencial o en teletrabajo.

Las interrogantes mencionadas, que se repiten sin fronteras en tiempos de covid-19, y el abordaje general de la situación, están incluidas en el estudio ¿Cómo fomentar la salud mental en el trabajo?, elaborado por la firma Ernst & Young (EY) Centroamérica, Panamá y República Dominicana.

Al respecto expresa que cada empleador del sector, industria o modelo de negocio que sea, debe tener la capacidad de formular diferentes preguntas para conocer y entender la salud mental de sus colaboradores, la cual contribuirá, no solo a una mayor productividad en el lugar de trabajo, sino también a crear un ambiente de confianza y respeto”.

Proyecciones del Foro Económico Mundial, indican que hacia el 2030 “los costos relacionados con los problemas de salud mental serán de aproximadamente 16 billones de dólares”.

De igual modo, hay otras “cifras de malestar” que se indican en el estudio de EY: la depresión afecta a más de 300 millones de personas y es la principal causa de discapacidad.

De seis meses a un año se puede alargar una discapacidad por esta causa que afecta a la sociedad y da razones para preguntar al colaborador, ¿estás bien?

Este, ¿estás bien?, en particular en un contexto de pandemia, significa saber si el colaborador está bien en una perspectiva general.

“La salud mental representa uno de los pilares más importantes del ser humano. Debe tener un enfoque integral, en el cual la persona se sienta bien en las diferentes áreas de su vida (trabajo, familia, economía, salud física…).

Esto le permitirá tomar decisiones, interactuar con otros y manejar los diferentes niveles de estrés o incertidumbre ante distintos escenarios de una forma exitosa”, comentó Jennifer Alfaro Portuguez, senior manager de People Advisory Services de EY Centroamérica, Panamá y República Dominicana, citada en el documento.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un video difundido en su sitio web, hace un llamado a generar “sociedades más pacíficas y resilientes sobre la base de la promoción del empleo y del trabajo decente”:

La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha establecido un conjunto de orientaciones sobre la salud y la seguridad en el trabajo en el contexto de la pandemia (Ver: https://www.who.int/es/news-room/q-a-detail/q-a-tips-for-health-and-safety-at-the-workplace-in-the-context-of-covid-19 ), concediendo particular relevancia al bienestar laboral, concepto que se inserta en su noción general de salud:

La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades

Constitución de la OMS

Cuidarte, cuidarme, cuidarnos

El estudio de EY observa que son varios los factores que inciden en la salud mental del colaborador, desde carga laboral y el ritmo de trabajo, hasta el entorno y la cultura organizacional:

Ahora bien, el estudio determina que esta promoción de la salud mental tiene dos visiones, la del propio empleador y la del colaborador.

En el caso del empleador, promover la salud mental significa varias acciones:

  • Sensibilizar en temas de salud mental
  • Fomentar las discusiones sobre la salud mental en el trabajo
  • Facilitar la atención de salud para los empleados
  • Procurar modificar las incidencias y factores de riesgo que ocasionan el estrés en el trabajo
  • Cumplimiento de las legislaciones
  • Crear protocolos de emergencia
  • Ser perceptivo con respecto a las necesidades de los trabajadores.

De igual modo se pueden emplear distintas estrategias, desde dar apoyo psicológico con la contratación de expertos o coberturas con líneas de atención, practicar técnicas de relajación, conversatorios o programas de ejercicios.

Del lado del empleado, expresar al empleador sus necesidades emocionales, reconocer los signos de la depresión, buscar ayuda cuando lo considere necesario y acatar las leyes y protocolos empresariales relacionados con la promoción de la salud física y mental.

Hay claves que comparten los especialistas a cargo del estudio de EY y se traducen en consejos oportunos para tener una buena salud mental:

  • Conciliar la vida familiar con la laboral
  • Tomar vacaciones
  • Aprovechar los programas de bienestar
  • Limitar las horas extra de trabajo
  • Tomar descansos regulares
  • Evitar llevar trabajo a casa o tener jornadas de teletrabajo extensas
  • Aprender a decir no
  • Conversar con el área de Recursos Humanos para pedir apoyo

El estudio advierte que “desafortunadamente esta crisis está lejos de terminar” y, dado el largo plazo de sus efectos, deben los líderes de las organizaciones desarrollar la empatía, fortalecer el sentido de comunidad, aprender a guiar a los otros en estos momentos de cambios e incluso ver la oportunidad de hacer cambios en la cultura “que desean construir y las nuevas formas de trabajo que desean introducir”.

La manera en que los empleadores garantizan “una buena salud mental en sus colaboradores, parte del entendimiento de cómo se sienten” y qué pasa en sus vidas “más allá de los aspectos laborales”, reflexiona Alfaro Portuguez.

Dedicar dos tercios de la vida en el trabajo, y, ahora, a causa del teletrabajo, “mudar” a casa la jornada, son razones poderosas para cuidar la salud mental, tan vital como la física en un enfoque integral del cuidado personal.

Violeta Villar Liste
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