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Por: María Mercedes Armas (Psicóloga)

La licenciada María Mercedes Armas Barrios es psicóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela. Es integrante del Observatorio Venezolano de los DDHH de las Mujeres y del Centro de Investigación Social Formación y Estudios de la Mujer.
@psico.mm.armas
[email protected]

Si tu hijo no responde positivamente a nada, no mejora en su actitud y comportamiento, si lo notas sin ánimos de nada… si nada te funciona, si sientes que estas a punto de “tirar la toalla”, de darte por vencido y piensas que “no tiene remedio”; podrías estar ante una demostración de insuficiencia. Cerramos este tema con el último y más complejo de los objetivos del comportamiento inadecuado, la demostración de insuficiencia.

La creencia errónea que manejan los niños, niñas y adolescentes es:

Sólo pertenezco si convenzo a los demás de que no esperen nada de mí.

Soy incapaz, soy inútil.

¿Cómo es la conducta del niño?

Ante los intentos de corrección responde pasivamente o no responde a nada. No muestra mejoría alguna.

El sentimiento que manejan los padres/madres ante esto es de desesperación, se sienten sin salida y se rinden. Su reacción es la tendencia a estar de acuerdo con el niño/a en que nada se puede hacer por él.

Realmente este es un cuadro desalentador para los padres, madres y la familia.

Se requiere un esfuerzo consciente y sostenido en el tiempo para lograr cambiarlo. Es una situación incómoda y densa que impacta la dinámica familiar.

Por parte de la familia, por lo general abundan los reclamos y reproches, las comparaciones en negativo, la presión inconsistente, es decir, un día se le exige y al otro no, reina la confusión y se va instalando un sentimiento de no tener salida y de estar de acuerdo en que no se puede hacer nada por él o ella, compartido incluso por el colegio, quien finalmente querrá salir del alumno recomendando un “cambio de ambiente”

¿Se puede hacer algo efectivo? Sí pero no es mágico, hay que trabajar en ello.

Ante esta situación se recomienda:

  • No censurar o criticar.
  • Estimular cualquier intento positivo, no importa lo pequeño que sea.
  • Enfatizar los progresos.
  • No demostrar lástima.
  • No sobreproteger.
  • No ceder, continuar hasta lograr el cambio, lo que puede tomar un cierto tiempo.  
  • Buscar ayuda profesional en caso de no notar mejoría.

En las recomendaciones anteriores indico los puntos centrales para recuperar la relación con un niño o adolescente que se encuentre en esta situación y es necesario aplicarlas en conjunto lo cual representa una nueva forma de relacionarse con el menor; ya que su situación es consecuencia directa de patrones muy negativos de crianza.

Quiero enfatizar la importancia de identificar los objetivos del comportamiento inadecuado a tiempo para prevenir cuadros más complejos y difíciles como el anteriormente planteado. Cuando el niño, niña o adolescente llega a esta situación es porque ya ha transitado por los objetivos anteriores desde hace tiempo. Cuando manifiesta esto se encuentra en una situación emocional de total desaliento, falta de confianza en sí mismo y carente de afecto positivo.

Haciendo un breve recuento del tema: los comportamientos inadecuados de nuestros niños, niñas y adolescentes pueden modificarse positivamente. Eso no va a cambiar mágicamente o utilizando premios o castigos; para lograrlo hay que revisar nuestros patrones de crianza, evaluar los resultados que tenemos y hacer los cambios necesarios. En caso de no lograr avances, es muy recomendable buscar el apoyo psicológico profesional.

Por: María Mercedes Armas (Psicóloga)