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Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena | Oftalmólogo retinólogo

Egresada de Medicina en la Universidad Latina de Panamá. Con especialización en Oftalmología en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en la Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Carlos Ardila Lulle (Bucaramanga, Colombia). Estudios de retina y vítreo en la Universidad Del Rosario, Fundación Oftalmológica Nacional (Bogotá, Colombia). Es miembro adjunto de la Academia Americana de Especialistas en Retina (ASRS), la Asociación Americana de Oftalmología  (AAO), la Sociedad Colombiana de Oftalmología (SCO), la Asociación Panamericana de Oftalmología (PAAO) y la Sociedad Panameña de Oftalmología  (SPO).
En instagram: @retinapanama 

La exposición al Sol no debe conceptuarse como algo malo y dañino, pues si se practica de manera controlada y adecuada es capaz de activar y regular funciones vitales para nuestro vivir.  La exposición a los rayos ultravioleta (UV) puede tener efectos positivos en nuestra salud incluyendo nuestros ojos. Necesitamos la exposición a la luz solar natural todos los días para regular nuestro ritmo circadiano y poder dormir bien. Nosotros tenemos unas células dentro del ojo que son sensibles a la luz y juegan un papel importante en el ciclo de vigilia-sueño. Este equilibrio se vuelve enfáticamente más importante a medida que envejecemos.

Pasar tiempo al aire libre, a la luz del día, también puede ayudar a prevenir la miopía en los niños. De igual manera, el hecho de hacer ejercicios no sólo ayuda a la salud ocular, sino que hacer ejercicio al aire libre es extremadamente beneficioso en muchos aspectos de la salud.

Por eso les recomiendo llevar a sus hijos afuera, a jugar, al parque, para que ayudemos a reducir el riesgo de miopía y les enseñemos a llevar una vida saludable en general. Pero, ¡no olvide usar sombreros y gafas de sol!

Con certeza durante el verano pasamos por exposiciones muy extensas a la luz solar. Es ampliamente conocida la necesidad de aplicar bronceador para protegernos la piel, pero nos olvidamos de los ojos. Estos son una estructura que puede lesionarse comprometiendo tu visión significativamente. Se deben utilizar protección ocular de manera adecuada y temprana para evitar el daño que causa la luz ultravioleta.

Mi intención con este artículo es que se entienda que el efecto de este tipo de radiación puede ser muy peligroso y muchas personas lo desconocen.

El daño de los rayos UV es acumulativo

Ahora empecemos a ver qué exactamente puede afectar esta exposición no controlada a los rayos UV. La radiación UV del sol y la que proviene de luces artificiales interiores, puede afectar los tejidos de la superficie del ojo, entre ellos la córnea y el cristalino.

El daño de los rayos UV es acumulativo. Es por eso que los adolescentes y los adultos jóvenes deben tener especial cuidado en proteger sus ojos de la exposición al sol.

Las personas de ojos claros pueden tener un mayor riesgo de presentar ciertas enfermedades oculares relacionadas con la exposición a los rayos UV, incluyendo cáncer de los ojos.

Los oftalmólogos recomendamos el uso de anteojos de sol que absorban los rayos UV en un 99 por ciento o más, y un sombrero de ala ancha, al igual que un bloqueador de sol SPF para la cara, mientras estén al aire libre.

Es necesario el uso de gafas de sol que no permitan el paso de los rayos UV, para poder disfrutar adecuadamente de la exposición solar, y con esto, reducir el riesgo de padecer enfermedades oculares y tumores que pueden provocar hasta ceguera. También la radiación UV pueden estimular una enfermedad en la retina que se llama degeneración macular relacionada con la edad (enfermedad asociada por la edad progresiva con alteración central que tiene como factor de riesgo los rayos UV), cáncer en una estructura interna del ojo que se llama la úvea (capa media de tejido debajo de la parte blanca del ojo).

Esta exposición desenfrenada al sol sin protección puede aumentar el riesgo de aparición de cánceres oculares, cataratas, crecimientos anormales del ojo (pingüecula y pterigio) y quemaduras solares en el ojo.

Por otro lado, la luz solar que se refleja en la arena y el agua puede causar fotoqueratitis, la misma condición que causa la ceguera de nieve. Tomen nota quienes visitan la playa o piscinas al aire libre, la describiremos más adelante.

Algunos consejos para protección de la luz UV y sus efectos

  1. Al adquirir sus gafas para sol, se debe verificar que contengan protección para los rayos UV del 100% o UV400, o bloqueo de los rayos UV-A y UV-B. Las gafas que protegen frontal y lateralmente son las ideales para que el sol no pueda entrar por ningún sitio. Si eres usuario de lentes de contacto que tienen protección UV, también debes usar gafas con la misma protección.

La Academia Americana de Oftalmología realizó una encuesta para determinar el número de personas que al comprar sus gafas de sol realmente verificaba que tuviesen protección para los rayos UV y el resultado fue desolador: únicamente la mitad de las personas lo hacían.

Como dato curioso les comparto que existe un término que conocemos como ceguera de la nieve. Es una forma de fotoqueratitis, es un daño a la córnea, la capa más externa de nuestro globo ocular. Suele ser extremadamente dolorosa y se produce por la exposición a los rayos UV reflejados por el hielo y la nieve.

Lamentablemente es posible que no note la ceguera de la nieve hasta después de que se hayan afectado sus ojos.

Los síntomas de la ceguera de la nieve pueden ser muy alarmantes y desagradables. Algunos síntomas de la ceguera de la nieve incluyen dolor, visión borrosa, hinchazón y ojos llorosos. En el 2004 el corredor Doug Swingley se quitó las gafas de protección para echar un vistazo rápido al frente durante el frío y el viento extremo. En cuestión de minutos, su visión se volvió extremadamente borrosa, fue manejado adecuadamente y logró recuperar su visión.

  • Utilizar un sombrero junto con las gafas de sol.
  • Los niños y adultos mayores son una población especial que necesita esta protección.
  • Para los curiosos, si el día está nublado por neblina o nubes es importante que sepan que  no bloquean la luz UV.
  • No deberías exponerte al sol en horas del día (desde el mediodía hasta horas de la tarde), en sitios de mayor altitud, y cuando se refleja el sol en el agua, hielo o nieve. Es importante entender que un daño ocular por la luz solar puede darse en cualquier clima y no sólo en verano.
  • No es recomendado mirar al sol directamente nunca. Hacerlo en cualquier momento, inclusive durante un eclipse, puede dañar su retina y causar una afección grave e irreversible que se llama retinopatía solar.
  • No recomiendo las cámaras de bronceo. Estas son un riesgo para tu salud visual y también para tu cuerpo de igual magnitud que lo que causa la exposición solar.

El bronceado artificial puede dañar sus ojos tanto como el sol. Hoy en día ya existen diferentes organizaciones médicas de los EE.UU. y en el mundo, que se han unido para crear conciencia sobre los peligros del bronceado artificial, citando las crecientes tasas de cáncer de piel, especialmente entre mujeres jóvenes, quienes son más propensas a usar camas de bronceado en espacios cerrados.

Además de causar cáncer en la piel, las camas de bronceado (igual que una prolongada exposición al sol), pueden producir daños graves a los ojos.

Si eres de los que utilizas cama de bronceado debes proteger tus ojos así sea un espacio interior.

Por:Dra. Liliana (Lily) Arosemena | Oftalmólogo retinólogo