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Detección molecular de bocavirus humano en pacientes con Infección respiratoria aguda durante los años 2011-2019 en Panamá es un trabajo de investigación de las licenciadas Massiel Castro y Laura Muñoz, egresadas de la UP y quienes cursaron su pasantía en el Instituto Gorgas

Por: Violeta Villar Liste

La magíster Brechla Moreno, del Instituto Gorgas, realizó un primer reporte sobre la circulación del virus en Panamá tras analizar muestras provenientes de hisopados nasofaríngeos de enero del 2011 a enero del 2012.

El Bocavirus Humano (BoVh) es un virus menos conocido por la población panameña, pero existe. De hecho, causa infecciones de larga duración “en el tracto respiratorio inferior, principalmente en niños menores de 2 años” y “provoca sibilancias, neumonía y en algunos casos exacerbación de asma”.

Es un virus que se describió por primera vez en Suecia en el año 2005, por métodos moleculares, en aspirados nasofaríngeos de niños, pero también se ha localizado en muestras fecales, sanguíneas y urinarias, tanto de niños como de adultos.

Como parte de este interés de acercar la salud a la población, los departamentos del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) trabajan de manera colaborativa entre áreas, y articulados con universidades y centros de investigación nacionales e internacionales, para comprender el origen y evolución de estos virus, medir su impacto en la salud pública y acompañar estrategias de prevención.

Parte de este trabajo se divulgó en una sesión científica, organizada por el ICGES, sobre “Evolución del Virus Sincitial Respiratorio y Metapneumovirus circulantes en Panamá: Hallazgos de importancia para antivirales y vacunas”: Científicos panameños investigan la información  genómica de los virus respiratorios para garantizar efectividad de vacunas y tratamientos (I) y estudios de otros virus respiratorios.

Hoy presentamos, a propósito de los otros virus respiratorios, el estudio “Detección molecular de bocavirus humano en pacientes con Infección respiratoria aguda durante los años 2011-2019 en Panamá”, a cargo de las licenciadas en Biología Massiel Castro y Laura Muñoz. De manera próxima se publicará en calidad de artículo científico.

Esta investigación correspondió a su tesis de grado como alumnas de la Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y Tecnología de la Universidad de Panamá, Escuela de Biología, Departamento de Microbiología y parasitología, en calidad de tesistas del departamento de Investigación en Virología y Biotecnología del ICGES.

Fueron sus tutores la Dra. Leyda Ábrego, el magíster Zeuz Capitán y el magíster Fermín Mejía por parte de la Universidad de Panamá y como asesora externa la magíster Brechla Moreno por parte del ICGES.

Massiel Castro y Laura Muñoz durante su intervención

Comprender el Bocavirus Humano (BoVh)

El Bocavirus humano (HBoV), de la familia Parvoviridae, fue detectado en el mundo en el año 2005. La magíster Brechla Moreno del Instituto Gorgas, realizó un primer reporte sobre la circulación del virus en Panamá tras analizar muestras provenientes de hisopados nasofaríngeos de enero del 2011 a enero del 2012.

En el mundo, tiene una prevalencia de 6.3% y en Panamá de 4.3%.

 “El Bocavirus Humano (BoVh) en la actualidad incluye cuatro genotipos, de los cuales el genotipo BoVh-1 predomina en las infecciones de las vías respiratorias, mientras que los genotipos del 2 al 4 se han asociados al tracto gastrointestinal. El BoVh-1 se ha descrito causando infecciones de larga duración en el tracto respiratorio inferior, principalmente en niños menores de 2 años; provocando sibilancias, conjuntivitis, neumonía y en algunos casos exacerbación de asma”, describen las autoras.

Este virus se contagia por vía respiratoria, heces, saliva, orina e incluso ambientes acuáticos.

A la fecha no existen ni antivirales ni vacunas. El modo de tratamiento es el uso de fármacos “para tratar los síntomas clínicos y se recomiendan medidas estándar de higiene para prevenir su transmisión”.

Objetivos del estudio

Ante la importancia del Bocavirus Humano (BoVh) el estudio se propuso incluir más años de análisis que permita confirmar su frecuencia en el país, mediante el trabajo titulado “Detectar y caracterizar el BoVh en muestras respiratorias para describir la frecuencia de pacientes con infección respiratoria aguda causada por este virus en Panamá durante los años 2011 al 2019”.

De manera específica la investigación aportó datos epidemiológicos del paciente y su procedencia; caracterizó las cepas mediante análisis filogenéticos y describió la coinfección con otros virus respiratorios reportados.

Metodología

Las muestras estudiadas correspondieron a hisopados nasofaríngeos provenientes del Programa de Vigilancia para Influenza y otros Virus respiratorios del Ministerio de Salud en colaboración con el ICGES como Centro Nacional de Influenza (CNI) en Panamá.

“Este análisis se realizó en muestras que fueron reportadas negativas al panel de detección para virus respiratorios más frecuentes y adicionalmente, se incluyó un 30% de muestras con un resultado positivo al menos a un virus, para evaluar coinfección de BoVh con otros virus respiratorios”.

Para evaluar el genotipo se seleccionaron 1,162 muestras respiratorias, recibidas en el Departamento de Investigación en Virología y Biotecnología del ICGES, a través del Programa de Vigilancia para Influenza y otros Virus Respiratorios desde el 2011 hasta el 2019. El ADN fue extraído con un equipo automatizado y se llevó a cabo una RT-PCR en tiempo real para detectar BoVh. A las muestras que resultaron positivas se les realizó una PCR convencional para amplificar la región VP1/VP2. Seguidamente los productos obtenidos fueron secuenciados para realizar los análisis filogenéticos”.

Resultados

El estudio permitió obtener 50 muestras positivas para BoVh, “que corresponde a una prevalencia del 4.3%, similar a la reportada en un estudio previo en Panamá por Moreno et al., (2016)».

-El 92% de las muestras positivas pertenecían a pacientes hospitalizados y el 8% eran ambulatorios.

-La presencia del BoVh se detectó en los 9 años analizados. Consideran «que la naturaleza tropical del país facilita la constante frecuencia de la infección”.

-Por edad, el mayor número de positivos correspondió a niños menores de 2 años (88%), “coincidiendo con estudios que indican que BoVh infecta a población pediátrica”.

-La mayor prevalencia del virus en Panamá, durante el periodo analizado (2011-2019) correspondió a la región de Panamá Metro con un cuarto de la población infectada (este sesgo se debe a la cercanía de los sitios centinela que facilitan la atención de un mayor número de pacientes y por ende envían más muestras). Sin embargo, también hubo casos en todas las demás provincias, incluyendo las comarcas lo cual demuestra que este virus también se detecta en zonas rurales.

-Hubo monoinfección en el 74% de casos y se observó coinfección en un 26%, mostrando una disminución en comparación a la previamente reportada.

-Los virus en coinfecciones fueron: BoVh/PIV-1 3/12 (25%), BoVh/AdV 2/12 (17%), BoVh/VSRh 2/12 (17%), BoVh/RVh, BoVh/PIV-4, BoVh/MPVh, BoVh/PIV-2 con 1/12 (8%), a su vez una doble coinfección fue detectada para BoVh/AdV/VSRh 1/12 (8%), concordando con resultados previos donde es común encontrar a BoVh junto a otros virus.

-El análisis filogenético de BoVh, durante el periodo descrito y al comparar con secuencias de otras partes del mundo, determinó que en el país circula el BoVh 1, el cual está asociado con infecciones del tracto respiratorio.

Incluir a BoVh en el panel de vigilancia

Las autoras recomiendan “debido a que BoVh no está incluido en el panel de vigilancia por su baja prevalencia, estudiarlo para mantener actualizada la epidemiología molecular, circulación y posibles evoluciones de relevancia que surjan con el paso del tiempo”.

También la investigación plantea ampliar el espectro del estudio para incluir no solo variantes respiratorias ( BoVh 1) sino también las gastrointestinales (BoVh 2-3-4).

Consideran necesario potenciar la investigación para comprender mejor la epidemiología y patogénesis del virus y evaluar la gravedad de la enfermedad, teniendo en cuenta las coinfecciones.

Por: Violeta Villar Liste | [email protected]