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La anestesia puede ser general, regional o por bloqueos nerviosos Foto: Pixabay
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Dra. Teresa Rodríguez Seoane

“La anestesia es la gran desconocida de las especialidades médicas”, observa la doctora Teresa Rodríguez Seoane (*) quien enfatiza en la importancia del trabajo de este profesional, cuyo diagnóstico es fundamental para determinar si la persona está en condiciones o no de ser anestesiado y, por tanto, de entrar a quirófano, en particular si existen enfermedades de base o resultados de laboratorio que puedan advertir sobre una condición delicada.

Después, en el quirófano, al controlar los signos vitales, ayuda a mantener con vida al paciente y, en el posoperatorio, a controlar el dolor.

De esta disciplina fascinante, que ha ayudado a la evolución de la cirugía, nos cuenta.

-¿Cuáles son los principales tipos de anestesia?

-La anestesia general, la regional (epidural e intradural) más los bloqueos nerviosos son las principales técnicas.

Sin embargo, es muy importante saber que la anestesia es una especie de “traje hecho a la medida” y depende del tipo de paciente, si es mayor o un niño, de su condición clínica y el tipo de intervención.

En la anestesia general al paciente se le induce al sueño profundo, más relajación, y se le conecta a un respirador artificial.

La anestesia regional permite intervenir ciertas partes del cuerpo, mientras la persona permanece despierta. De manera adicional, para controlar la ansiedad, se le pueden administrar sedantes y/o analgésicos que lo mantienen con sueño ligero.

-¿Por qué hablamos de sedación y de relajación?

-Son dos conceptos diferentes. La sedación procura reducir la ansiedad del paciente. En el caso de la relajación, se emplea durante la anestesia general en el proceso de intubación del paciente y para facilitar el trabajo del cirujano.

Un dato interesante, es que el curare o veneno incorporado a las flechas, y empleado por las comunidades indígenas para cazar, es el principio activo que se estudia en las investigaciones con fármacos que inducen a la relajación.

-¿Cuáles funciones desempeña el médico anestesista durante la intervención?

-Durante la intervención quirúrgica el anestesista es el encargado de mantener con vida al paciente. Controla sus constantes vitales como frecuencia cardiaca, tensión arterial, saturación de oxígeno y, en caso de pérdidas hemáticas profusas, ordena transfusiones sanguíneas o concentrado de plasmas y/o plaquetas.

El avance médico y la investigación a nivel anestésico, ha hecho posible cirugías cada vez más complejas, como los trasplantes de órganos. 

-¿Cuáles son las indicaciones para el paciente que debe ser sometido a anestesia?
-En la actualidad ningún paciente que deba someterse a una cirugía electiva (no de emergencia) puede ser operado sin antes pasar por una consulta preanestésica.

En esta consulta evalúas el estado general del paciente, porque no es igual anestesiar a una persona sana que a una persona con patologías. De hecho, la anestesia establece el puente o la conexión entre la medicina internista y el quirófano.

Es frecuente que pacientes, de manera previa a una cirugía, se les diagnostique en la consulta preanestésica alguna patología que desconocían padecer.

La anestesia es la gran desconocida de las especialidades médicas, pero hace mucho trabajo previo, además de mantener con vida al paciente.

Todas estas condiciones determinan la necesidad de una valoración previa para elaborar el perfil del paciente.

-¿Recomendaciones que debe seguir el paciente una vez evaluado y antes de entrar al quirófano?
-En el caso de las personas mayores deben estar en ayunas del día anterior. A los niños se les ajusta más el horario porque no pueden estar tantas horas sin comer. Por lo general, solo cuatro o seis horas.
Si el paciente toma anticoagulantes, en la consulta previa se le notifica, según lo que esté tomando, con cuántos días de anterioridad debe suspender la medicación. En otras situaciones, hay que poner antibióticos preventivos.

-¿Cómo es el manejo del paciente en el posoperatorio?
-Es muy importante el bienestar del paciente; prevenir que no tenga náuseas, vómitos o cualquier otro malestar.

(*) La doctora Teresa Rodríguez Seoane es anestesista especialista en Anestesiología y Reanimación de la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España).