El Dr. Carlos Cabrera Lozada es PhD MD. M.Sc en bioética. Especialista en Obstetricia y Ginecología. Director fundador emérito del programa de especialización en Medicina Materno Fetal de la Universidad Central de Venezuela (UCV). A continuación presentamos parte de su discurso de incorporación como Individuo de Número Sillón VII de la Academia Nacional de Medicina (ANM) de Venezuela, acto que tuvo su antesala con la presentación del estudio “Medicina Materno Fetal: aportes” su trabajo de incorporación a la ANM con juicio crítico del Dr. Felipe Martín Piñate que también se reproduce. En ambos momentos, el médico venezolano ha levantado su voz para exponer su legítima preocupación por la situación del sistema sanitario venezolano.
Discurso de incorporación Individuo de Número Sillón VII
El silencio de los datos epidemiológicos, así como el individual, ese que vemos día a día en nuestros servicios públicos de salud y hasta de los privados, pueden resultar en un riesgo inminente: Ignorancia forzada, que no nos permite actuar en los primeros niveles de atención
Hoy 12 de diciembre de 2024, muchas cosas vienen a la mente, la primera es el día de la Virgen de Guadalupe, en la religión cristiana es la Virgen del nonato, protege al no nacido, es la señal de la dedicación de mi especialidad: proteger al no nacido.
Tal día como hoy, hace 26 años, fui padrino de promoción de un buen grupo de gineco obstetras, todos exitosos, hoy me acompaña la Dra. Adriana Notaro en representación de ellos.
También un día como hoy la primera promoción de médicos materno fetales de la cual fui padrino culminaban sus estudios de medicina materno fetal y también fundamos con mucha humildad la sociedad de la especialidad.
Que emoción tan grande se siente en el día de hoy, compartir esos 137 pasos, desde la ANM hasta el púlpito de Santo Tomás de Aquino, acompañado de nuestra invaluable y muy estimada Sra. Eva Angulo Hernández, quien nos dirige el camino, en este honroso momento de dejar libre el puesto 16 como Miembro Correspondiente Nacional, para llegar a este recinto que fue y sigue siendo el más glorioso de la Universidad Central de Venezuela para ser incorporado hoy, como Individuo de Número de esta prestigiosa corporación.
Encontrarse con las algunas autoridades de nuestra universidad y de la facultad de medicina, ver ingresar a los Miembros Correspondientes Nacionales, a los Individuos de Número, a los expresidentes y a los honorables miembros de la Junta Directiva de la ANM ; y esperar con impaciencia se nos invite a caminar escoltados por los académicos doctores para tomar el juramento de ley, de cumplir y hacer cumplir la ley orgánica y los reglamentos de esta corporación y con gran emoción decir “juro”, para luego dirigirnos a este púlpito de Santo Tomás de Aquino y subir estos seis escalones con una suprema emoción de visualizar desde aquí la histórica majestad de este recinto y de sus actuales miembros y prestigiosos invitados.
Esto es indescriptible, y pensar que estas emociones se han compartido con 210 médicos venezolanos, que hemos logrado juramentarnos como Individuos de Número, en esta nuestra nueva zona de confort la Academia Nacional de Medicina de Venezuela. Sin dudas esto tiene, una impronta para el resto de nuestra vida.
Asistió al acto de incorporación la Junta Directiva de la ANM
- Dr. Huníades Urbina Medina, presidente de la Academia Nacional de Medicina. (ANM)
- Dr. Felipe Martín Piñate, vicepresidente de la ANM
- Dr. Andrés Soyano, secretario de la ANM
- Dr. José Manuel De Abreu, tesorero de la ANM Dra. Enriqueta Sileo, Bibliotecaria de la ANM
Una vez sentida esa emoción de esos 209 IN que dictaron su discurso de incorporación, desde aquí, es imperativo evocar la memoria en los tres, que ocuparon el Sillón VII que hoy recibo con mucha humildad, fidelidad, lealtad, cariño y profundo respeto:
El primero de ellos:
El Dr. FRANCISCO HERMÓGENES RIVERO FEO, (1875-1962)
Fue uno de los 35 fundadores de la Academia Nacional de Medicina. quien fue y ha sido el más joven Individuo de Número y miembro fundador de la Academia Nacional de Medicina, con 29 años. Elegido el 7 de julio de 1904. Se incorporó el 18 de noviembre 1904 con su trabajo “Contribución al estudio de las fístulas umbilicales”, cuyo Juicio Crítico lo hizo el Dr. Pablo Acosta Ortiz.
Colaboró el 5 de febrero de1942 con el Juicio Crítico al Dr. Franz Conde Jahn, Sillón VI, a su trabajo “Primera laringectomía practicada con éxito en Venezuela”. En el Índice Global (1893-1962) figura con 17 publicaciones. Nació en Guasipati, Estado Bolívar, el 1 de octubre de 1875.
Fueron sus padres el Doctor Hermógenes Rivero e Isabel Feo de Rivero. Se graduó de doctor en ciencias médicas en la UCV en 1895, con su Tesis doctoral: I.- Impedimentos impedientes y dirimentes del matrimonio. II.- Tuberculosis locales y su tratamiento. III.- El aborto provocado, sus indicaciones y su manual operatorio”. Sin lugar a duda temas extremadamente controversiales, incluso en la actualidad.
En octubre de 1895 se residenció en París por tres años, en cuya Facultad Médica y Hospitales de la Asistencia Pública, hizo estudios libres; a fines de 1898 regresó a Venezuela para entregarse al ejercicio de su profesión, Interno en el Hospital Vargas de Caracas, de 1893 a 1895. En 1898 intentó hacer una gastrectomía por primera vez en Venezuela, en el Hospital Vargas, en cáncer muy avanzado. Fue profesor de Cirugía UCV, 1900. Vicerrector de la UCV, 1899-1900.
Licenciado previa reválida para ejercer medicina por el “Board of Medical Examiners”, Puerto Rico, 1906 y reválida en Santo Domingo en 1908. Profesor de Rinolaringología en la Escuela para posgraduados del “Policlinic Hospital” de New York, 1924. Cirujano Jefe de Servicio del “Pan American Hospital” de New York, 1924. Profesor de Patología Quirúrgica por concurso, UCV, 1937. Regentó otras Cátedras en la UCV, Odontológicas, Medicina Operatoria, Clínica Quirúrgica y fue cirujano del Hospital Vargas. Fue Vicerrector interino de la UCV en 1930 y Director de la Escuela de Medicina en 1940. Ministro del Trabajo y Comunicaciones, Gobernador del Estado Carabobo y del Estado Miranda, Ministro Plenipotenciario en la República Dominicana y Embajador en Cuba. Perteneció a las Sociedades Venezolanas de Otorrinolaringología, Oftalmología y Neurología. Miembro Honorario de la Sociedad Venezolana de Cirugía, 1951. Miembro de la Sociedad Francesa de Otorrinolaringología. Fundador Numerario de la Academia de Medicina de Puerto Rico, 1915; Sociedad Médica Hispana de New York, 1932; Colegio Norteamericano de Cirujanos, 1941; Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales, La Habana, Cuba y Sociedad Cubana de Otorrinolaringología. Director de Asistencia Social en el Ministerio de Sanidad, 1936-1937. Fue quien descubrió la Esporotricosis (Clínica y Laboratorio) en Puerto Rico y República Dominicana. Escribió artículos en revistas nacionales, puertorriqueñas y dominicanas. Autor de los Libros: “Clínica y Crítica Quirúrgicas”, “Clínicas y Policlínicas Otorrinolaringológicas”. Recibió las Condecoraciones “Instrucción Pública” y “Al Mérito José María Vargas”.
Fue el último sobreviviente de los fundadores de la Academia Nacional de Medicina. Fue padre de dos eminentes médicos, el Dr. Hermógenes Rivero quien fue un cirujano de avanzada y Alberto Rivero respetable patólogo, ambos profesores titulares de la UCV y tuvo dos nietos médicos, Eduardo Rivero (anestesiólogo) y Denis Rivero (traumatólogo). falleció en Caracas a la edad de 87 años el 11 de febrero de 1962. Dedicación: Otorrinolaringología.
El Segundo: Dr. VICTORINO MÁRQUEZ REVERÓN (1917- 2002)
El 18 de octubre de 1956 fue elegido para el Puesto 30 como Miembro Correspondiente Nacional por el Distrito Federal. Sucedió al Dr. Gualberto Briceño Rossi, quien falleció en 1954. El 2 de noviembre de 1962 fue elegido Individuo de Número para el Sillón VII. Sucedió al Dr. Francisco Hermógenes Rivero. Se incorporó el 20 de febrero de 1964 con su trabajo “Valor práctico de la electronistagmografía rotatoria”, cuyo Juicio Crítico lo hizo el Dr. Oscar Beaujón Graterol. La Recepción Académica se llevó a efecto el 28 de enero de 1965 le dio la Bienvenida el Dr. Pedro Blanco Gásperi. Colaboró el 30 de noviembre de1995 con el Juicio Crítico al Dr. Esteban Garriga Michelena, Sillón XXXII al trabajo “Cirugía de la Laringe”. En el Índice Global (1893-1992) figura con seis publicaciones. Nació en Caracas el 02 de noviembre de 1917, falleció en la misma ciudad en el año 2002. Hijo de Armando Márquez Iragorry y Margarita Reverón Montemayor.
Doctor en Ciencias Médicas, UCV, 1941. Tesis doctoral “La otomastoiditis del lactante y su relación con los trastornos graves de la nutrición”. Estudios de postgrado en la Clínica Chevalier Jackson, Filadelfia, 1942; en el Manhattan Ear Nose Throat, New York, 1944-1946; en la Clínica Universitaria de Milán, Servicio Pietrantoni, 1952 y Cirugía Otológica, George Schambaugh, 1956. Médico Residente del Hospital de Niños, 1941-1943. Adjunto Otorrinolaringología del Hospital de Niños, 1946-1948. Jefe del Servicio de Otorrinolaringología en el mismo hospital. 1948-1962. Instructor del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Vargas, 1952-1956. Jefe del Servicio de Otorrinolaringología del mismo hospital, 1956. Profesor Agregado de Otorrinolaringología, 1956 y Profesor Titular de la Cátedra de Otorrinolaringología del Hospital Vargas de Caracas. Fundador y Director del Instituto Venezolano de Audición y Lenguaje. Iniciador de la microcirugía del oído (1957) y de la Laringe por vía endoscópica (1965), ambas en el Instituto de Otorrinolaringología (San Bernardino), en Caracas. Miembro Correspondiente Nacional de la Academia de Medicina del Zulia. Miembro de las Sociedades Venezolanas de Cirugía, Pediatría y Otorrinolaringología. Miembro de la Internacional Bronco- Esofagological Society, de la Sociedad Colombiana de Otorrinolaringología y de la Sociedad Internacional de Cinematografía Médica. En su currículo figuran 39 publicaciones, todas relacionadas con la Otorrinolaringología. Entre las Condecoraciones recibidas figuran la Orden del Libertador, Orden Francisco de Miranda y Orden Cecilio Acosta.
Dedicación: Otorrinolaringología.
El Tercero: DR. GUILLERMO COLMENARES ARREAZA (1938-2023)
Nació el 25 de diciembre de 1938. Médico Cirujano de la UCV, grado de 1963, Cursó Postgrado de Cirugía en el Hospital Universitario de Caracas, 1965-1968, Cirujano Adjunto del Hospital Universitario de Caracas desde 1970, Doctor en Ciencias Médicas, 1979 en la UCV.
Miembro Titular de la Sociedad Venezolana de Cirugía (Junta Directiva, 1981-1996), Fellow American College of Surgeons (FACS), Miembro de la Sociedad Venezolana de Oncología, Secretario del Internacional College of Surgeons, 1978-1980 y Presidente de 1986-1987, Miembro de la Sociedad Latinoamericana de Tiroides y de Cirugía, de la de Cirugía Endoscópica. Coautor del Texto Manual del Interno, 1980; y Autor o Coautor de más de 60 Trabajos publicados (46 en Revistas Indexadas), Autor del Manual para el Residente Hospital Universitario de Caracas (HUC), 1996; Premio Anual de Investigación de la APUC, UCV 1985, Cirujano de la Clínica Razetti, Jefe del Servicio de Cirugía General del Hospital Rísquez de Caracas 1986-2000; Tutor de TEI, 1989-1994-1997-2000. Jefe del Departamento de Cirugía HUC, 1994-1999 y Director del Curso de Postgrado en esa misma fecha del HUC. Miembro de numerosas Comisiones en la UCV en la Facultad de Medicina de la cual fue Miembro del Consejo de Escuela Razetti, 1994-1999. Miembro de la Comisión de Relaciones Gremiales, Colegio Médico – Caracas 1970-72. Miembro Honorario Hospital Universitario Caracas, Medalla de Oro 2002. Miembro Honorario Sociedad Venezolana de Cirugía 2008. Director Revista de Cirugía 1993-1996.
Miembro Correspondiente Nacional en el puesto 20 en 1991; electo Individuo de Número el 22 de febrero de 2003 se incorporó el 19 de junio de 2003 con el trabajo: Acreditación ante el CNU de un post grado universitario; perteneció a la Junta Directiva de la ANM desde el 2004 hasta el 4 de octubre de 2023.
Fue honrado con la orden Francisco de Venanzi 1988, orden José María Vargas 1999, UCV única clase en 2014 y la Cruz de Sanidad en 1997. Condecoración ANM 2007. Miembro directivo ANM desde 2004 hasta el 2023, 18 años.
Dedicación: Cirugía general.
Una historia personal
Realizados los honores correspondientes a los ancestros del Sillón VII es importante atesorar y agradecer en esta tribuna tan especial a todos aquellos que de una u otra forma nos acompañaron en el tránsito de la vida como persona y como médico.
Mi primer tesoro mis padres Luisa Lozada de Cabrera y Carlos Cabrera Hernández, quienes siempre estuvieron ahí para con su ejemplo y el gran esfuerzo, lo dieron todo para lograr mi educación, supieron sin dudas enseñarme lo hermoso de la vida, la honestidad, la lealtad y todo ese componente que solo viene de la casa, del hogar bien constituido.
Agradecimiento: El Dr. Carlos Cabrera expresó especial agradecimiento a la Comisión de Credenciales de la ANM por haberle permitido optar a la dignidad de Individuo de Número. Son ellos: Oscar Beaujon, presidente; Doris Perdomo, secretaria; Pedro Faneite, secretario de gestión anterior; Rafael Apitz, Harry Acquatella, Claudio Aoun, Enrique López Loyo, Rafael Muci-Mendoza, Isis Nézer de Landaeta, José Ramón Poleo y Miguel Saade Aure
De los estudios de medicina, honrando a un gran médico y mejor persona, de esos que inspiran para imitar: Armando Peña Odremán, nos acompañó en casi todos los años de la carrera, fue el gran amigo, profesor severo y con su ejemplo, el guía de muchos aspirantes a medicina en donde con empatía, hacía de nuestros logros los suyos, sin dudas un gran “maestro” hoy te recuerdo por tu gran bonhomía. Manuel Ávila con quien compartimos nuestros primeros pasos de clínica médica, al igual que el profesor Misael Ruiz Ruiz. Siempre muy pendientes de nuestro proceso de enseñanza aprendizaje.
En reflexión personal aún no logro entender por qué los profesores de medicina tienen que ser tan severos. De nuestra promoción los aspirantes superábamos los 1.200 entramos a cursar 650 y solo nos graduamos en primera cohorte 124. (Es una carrera muy esforzada).
Nada como ejercer como médico rural, es un año donde el saco de buena suerte está muy lleno y el saco de experiencia totalmente vacío, casi que me quedo como médico rural para siempre, a no ser porque el médico del pueblo que me dejaba su consulta mientras el salía de vacaciones; me agarró un día me pidió la llave de su consultorio privado y me dijo “no mereces quedarte como médico de pueblo”. En poco tiempo entendí el pensar del Dr. Rafael Guiñan.
Del internado dirigido en Obstetricia y Ginecología en el hospital general del oeste “José Gregorio Hernández” Dios puso en mi camino a una severa profesora y quien iba a pensar que me acompañaría por el resto de la vida como médico, la Académica e Individuo de Número Dra. Ofelia Uzcátegui Uzcátegui a quien tengo muchísimo que agradecer, desde ser mi evaluadora de TEI hasta ser mi tutora de maestría y doctorado, por su gran insistencia estoy aquí, ¡lo logré Dra. Ofelia, gracias!
Por cierto en el también conocido como “Magallanes de Catia” conocí a una hermosa estudiante de medicina que se sentía retada, y juraba que me pondría en mi lugar, eso si no lo logró o aun no me he dado cuenta pero poco después se convertiría en mi novia: Khaay Figallo Barvuzano y me llevaría a conocer el lugar que fue mi primera gran zona de confort, la Maternidad “Concepción Palacios”. Debo decirles que desde ese 3 de diciembre de 1984 tuve dos grandes emociones, la primera me enamoré de ese lugar, desde la entrada principal de la “maternidad nueva” hasta el escondido lugar donde quedaba la dirección del postgrado en la oficina del último piso, al frente del auditorio principal en la “maternidad vieja” Me enamoré de la MCP, lo único que pensaba y le preguntaba a mi novia es ¿cómo hago para quedarme a trabajar aquí? (créanme era muy difícil lograrlo).
En esa oportunidad conocí a otro gran maestro Académico y hoy Individuo de Número Dr. Saúl Kízer Yorniski. Quien era el director de la especialidad de obstetricia y ginecología. A estas alturas ya era el “traidor uno” por no haberme quedado en el Hospital General del Oeste para cursar el postgrado con la Dra. Uzcátegui y también el posible “botado” por mi primer encuentro con el Dr. Saúl Kízer. Fue muy dramático pero emocionante. Me costó muchísimo hacerlo cambiar de idea. Me presentó en la primera asistencia del hermoso recibimiento que se estilaba en la MCP con todas las autoridades, que extrañaban porque al pasar la lista el director después de pronunciar mi nombre me mantuvo parado 60 largos segundos para continuar con la asistencia, aún recuerdo a la directora de la MCP preguntar ¿Qué es lo que pasa? Sólo él sabía lo que había pasado y lo que estaba por pasar.
El Dr. Saúl Kízer además era el Jefe de Sala de Parto y me capturó ese primer diciembre, haciendo mi primera cesárea a escondidas, que mereció uno de esos regaños en voz bajita pero que llegan al alma. Aún recuerdo con claridad en la primera reunión de los viernes en una mesa redonda, las siguientes palabras: “Este año vamos a cambiar la forma, en vez de preguntar desde los cursantes a los miembros de la mesa, preguntaremos de aquí para allá por ejemplo Cabrera”. La pregunta fue: ¿la púrpura trombocitopénica idiopática, cuáles son las repercusiones sobre la madre y el feto, escuelas de conductas que existían y cual se aplicaba en la MCP”?
No tenía ni idea, para mi sorpresa, pide la palabra una residente de segundo año la Dra. Carmen Rosa Silva y contesta de manera impecable. Salí de ahí comentándole a mi novia que no servía para esta especialidad. El castigo continuó, me enseñó a las buenas a usar el fórceps de Lauffe y solo él y yo sabíamos lo que sufrí, hasta el mes de mayo que presenté una actividad sobre un tema al cual siempre había mandado a sentar a los cursantes de años anteriores por deficiente. (Era tradición recibirlo de quien lo había dictado y actualizarlo). Recuerdo con mucho beneplácito sus pausadas palabras al terminar mi exposición, “acabo de sacar al Dr. Cabrera de la lista negra”.
En la MCP se estilaba que en junio había un examen y el que aplazaba lo desincorporaban del postgrado. Sólo mi novia y yo sabíamos lo que me había costado desarrollar ese tema. Para hacer el cuento corto, el Dr. Kízer y yo empezamos a publicar juntos, se extrañó mucho de mi petición, le explique y aceptó, me ayudó en el parto de mi primer hijo quien tiene de segundo nombre Saúl en honor al que aún sigo considerando mi maestro. He logrado los cargos que él ha ocupado, hoy uno más ser IN igual que él. Dr. Saúl Kízer:
Otro médico para recordar en ese primer año de postgrado es el profesor Jaime Díaz Bolaños, con él cursamos Cirugía y créanme que con el aprendimos todos y cada uno de los nombres propios del instrumental quirúrgico, las suturas, las técnicas quirúrgicas y a no decir nunca “tumoración” es tumor.
Un 7 de junio decidimos contraer nupcias Khaay Figallo y yo, aún estamos felizmente casados.
En segundo año me toco también otro profesor que fue un gran amigo, compañero, confidente y solo comprendido por sus pacientes y los que lo conocíamos muy bien el Dr. Edgar Jiménez Villegas, gracias a él me forme en docencia en educación superior, que nos sirvió para crear la especialidad de medicina materno fetal. En las buenas y en las malas siempre estábamos ahí.
Gracias a él concursé como Especialista y tuve continuidad administrativa, mi puntuación del concurso fue bastante alta, recuerdan que me preguntaba el primer día como hago para quedarme aquí, pues lo hice y lo logré.
Por esas oportunidades de la vida y sintiendo que Dios me interpretó así, llegué a ser Director General del Servicio Autónomo Maternidad “Concepción Palacios” formábamos parte de las tres Marías: Hospital Vargas de Caracas, el hospital J.M. de los Ríos (hospital de niños) y la Maternidad “Concepción Palacios”. Por cierto el único Director General, porque los anteriores y siguientes han sido directores en línea dependientes de la Dirección General de Salud, me tocaron como director las dos “horas 0”. Hoy se dice fácil, en el contexto del momento fue bastante difícil, días y noches en absoluto sacrificio, acompañado de verdad por unos cuantos médicos que en el anonimato ayudaron al igual que a las siempre dedicadas enfermeras que colaboraron inmensamente para atender a esas pacientes.
Muerte materna: Aspectos sociales, médicos y políticas públicas
Hoy es indispensable resaltar el tema de mi tesis doctoral; Muerte materna: Aspectos sociales, médicos y políticas públicas. Ahí demostramos, que no son tres tardanzas, ni cuatro para que ocurra una muerte materna, hay una quinta y quizás la más importante: Las políticas públicas.
Con inmensa frustración hemos sido testigos o conocedores de muchas muertes maternas, la atención obstétrica de nuestros hospitales, como nuestra MCP, pasó de la atención gratuita a la devastada, paciente de prestigiosas clínicas y de otros países, venían para ser atendidas en nuestra querida maternidad, muchos cursantes del extranjero venían a perfeccionar sus estudios o hacer la especialidad, ahora la gran mayoría por no decir todos estamos en la indigencia, donde la única alternativa es recurrir a la ayuda “casi limosna” para poder obtener una atención privada, siempre que se cuente con los recursos necesarios para diagnosticar, tratar y rehabilitar la enfermedad, no sólo de nuestras gestantes, sino de cualquier ciudadano que acude a cualquier establecimiento de salud.
El silencio de los datos epidemiológicos, así como el individual, ese que vemos día a día en nuestros servicios públicos de salud y hasta de los privados, pueden resultar en un riesgo inminente: Ignorancia forzada, que no nos permite actuar en los primeros niveles de atención.
Los establecimientos de salud sufren de una inimaginable falta de recursos, hasta para registrar algunos datos de la historia, como el reporte de una ecografía, la paciente debe cancelar la hoja de papel donde se expresarán los resultados de la evaluación, sin embargo ahí esta nuestro personal sanitario, así como nuestros profesores de medicina, quienes “pagan” por ir a atender a los pacientes e impartir clases a aquellos nóveles estudiantes de medicina y residentes de postgrado, por la mística que sin duda le sobra al médico venezolano, pero al llegar al momento de la sagrada relación médico paciente, faltan los suministros apropiados y no decir de los equipos y su obsolescencia predeterminada, como me han enseñado mis alumnos de la Facultad de Ciencias, que nos obliga a retroceder a la ciencia en el tiempo, interviniendo más de una vez a un paciente sin la simple radiografía de tórax.
Hospitales sin servicios, algunos tan básicos como los de Anatomía Patológica, porque no pareciera importante y con egresados de esa especialidad sin haber realizado una sola autopsia.
“La migración forzada provoca más sufrimiento que la pandemia”. La formación profesional se encuentra más amenazada, los estudiantes que abandonan las aulas, muchos por la mala formación de la educación básica, otros en busca de algo de instrucción que les permita no desvincularse de una academia de calidad. La investigación en el espectro de lo incierto, donde algunos jóvenes desconociendo su futuro, asumen como validos criterios insuficientes.
Se trata de sobrevivir sin diferencias artificiales, creadas bajo la visión ideológica política, El ciudadano sufre de esas erradas políticas públicas. La mortalidad materno infantil se ha incrementado, así como el embarazo en las adolescentes y ni hablar, de las patologías infecciosas, pareciera que esto no es relevante, la Ética Médica pareciera no importar, las redes sociales, los Instagram, los Tictokers y otros… se han utilizado para hacerse propaganda y obtener unos cuantos beneficios económicos sin contar las ofertas de bajo costo de establecimientos privados donde importa el balance económico positivo y no el impartir salud.
Un gran honor para mí fue conocer al Dr. Académico Augusto León y al Dr. Alfredo Castillo Valeri junto a otros destacados profesionales, elaboraron el Código de Ética Médica que sustituiría al Código de Deontología Médica. Reemplazo que no se pudo lograr, porque la vigente Ley del Ejercicio de la Medicina contempla el nombre de Código de Deontología Medica. Por cierto en el artículo 70 de la precitada Ley expresa en su texto que los encargados de elaborar el código es la Academia Nacional de Medicina y la Federación Médica Venezolana. (En ese artículo se reconoce la vigencia de nuestra corporación).
En 1942 se sanciona la Ley de Ejercicio de la Medicina en donde se define lo que es el ejercicio de la medicina y quienes pueden ejercerla.
Ahora bien la Ley que ejerce a nuestra profesión ha sido modificada en tres oportunidades:
- La primera modificación en la Gaceta oficial 3.002 número extraordinario del 23 de agosto de 1982. “Articulo 8”, causa de la modificación.
- La Gaceta Oficial 39.823 del 19 de diciembre del 2011 Novedad: Se incluyeron los médicos integrales comunitarios.
- La Gaceta Oficial 41.984 del 13 de octubre de 2020, como decreto constituyente (Asamblea Nacional Constituyente) de reforma de la Ley del Ejercicio de la Medicina fechado el 08 de octubre de 2020, donde se modifican los artículos 3,4, 22 y 35. Para ejercer la profesión se incluyen los “Médicos Militares” . ¿Alguien sabe por qué? Quizás la respuesta está en el artículo 35 donde queda explicito que están “autorizados para certificar aquellos hechos que comprueben en el ejercicio de su profesión”.
Lo que más nos llama la atención es que en ninguna de sus modificaciones, se debatió el nombre de CODIGO DE ETICA MEDICA, que es el nombre correcto de nuestro código moral…
Otro Académico IN con quien participé en la Gobernanza de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela es el Dr. Pedro Faneite Antique, acompañándolo como presidente de FUNDASOG (El brazo educativo de la sociedad) sin dudas fue una gestión inolvidable. Pedro, muchísimas gracias y sobre todo por ser una de esas amistades que son de oro, porque duran para siempre.
Etapa en la coordinación de postgrado de la Facultad de Medicina de la UCV
Segundo lugar de confort, la hoy coordinación de postgrado de la Facultad de Medicina de la UCV, ahí llegué como representante de la disciplina de obstetricia y ginecología, su director el Dr. Rafael Vargas Arenas , en esa comisión mi vecino y desde entonces buen amigo el Dr. José Ramon García, él era representante de docencia del hospital universitario de Caracas, (HUC). Allí aprendimos casi todo sobre los postgrados al nivel de haber sido varias veces evaluador de varios postgrados de diferentes universidades del país. A mi amigo José Ramón García lo acompañé como su adjunto hasta marzo del presente año.(2024).
Crear la especialidad de MMF que empezó como un curso de ampliación, quien firma la solicitud es el Dr. José Ramón García y luego hacer todos los trámites para una nueva especialidad y obtener las autorizaciones de la Federación Médica Venezolana, El ministerio del Poder Popular para la Salud, donde fue bien severo el hoy amigo Dr. Domingo Khan, la Universidad Central de Venezuela en la Gerencia Central de Postgrados.
MMF es la hija hembra que nunca tuve y así la considero, fuimos una unidad dependiente del Servicio de Sala de Parto y que luego se convirtió en el primer servicio del país y de Latinoamérica, en esa disciplina universitaria con sede en la MCP, que también ha sido mi lugar de confort, con los excelentes profesores, mis mejores alumnos y con el inmenso orgullo de ser uno de ellos, porque somos familia.
Inspiración especial mis muy queridos bomberos, por intermedio de la asociación nacional de generales y oficiales superiores de bomberos ANGOS representados aquí en el Coronel Jorge Molina, quien además nos acompaña en la unidad curricular de la Escuela Vargas como invitado ocasional a Medicina de Desastre.
El camino a la ANM
Llegar entonces a la ANM postulado por la Dra. Ofelia Uzcátegui, el Dr. Saul Kízer y el Dr. Pedro Faneite, para ser Miembro Correspondiente Nacional por Caracas puesto 16 que había sido ocupado por el Dr. Nicolas Bianco, Vicerrector Académico de la UCV. Quien había ascendido a Individuo de Número. En esta oportunidad ser postulado de nuevo por la Dra. Ofelia Uzcátegui y el Dr. Saúl Kízer, para ascender con mucha honra al Sillón VII de nuestra ANM, que se convierte en otra zona de confort, acompañado por los IN, MCN, MCI invitados de cortesía y el espléndido personal: Sra. Eva Angulo Hernández, Nelson Orozco, Mirla Arévalo Alayón, Yucelis Fernández Santos, Esmeralda Morón, Daryelis Pérez, Janet López, Letty Silvera, Elisa Barrera, Andrea Manzanilla, Crismary Estrada, Juan Orlando Pérez, Bruno Lugo y Héctor Rojas.
Mención muy especial a una gran persona y sin dudas un invaluable compañero y amigo el Dr. Sigfrido Miranda
Después de tantas emociones, debo expresar las gracias a Dios por permitirme tener por 40 años a mi esposa la Dra. Khaay Figallo Barvuzano, Lic. Kharl Saúl Cabrera Figallo, Dr. Carlos David Cabrera Figallo y al Lic. Kharleann Emiliano Cabrera Figallo, que no son mi zona de confort, son mi mundo de confort.
Virgen de Guadalupe, la protectora de los nonatos, hoy un nuevo motivo para tenerte presente y nos sigas guiando.
“Medicina Materno Fetal: aportes” trabajo de incorporación del Dr. Carlos Cabrera Lozada como Individuo de Número Sillón VII de la ANM de Venezuela
Resumen: La elevada morbi-mortalidad así como la alta incidencia de afecciones perinatales registradas en el curso del proceso gestacional, nos ha obligado hacer un análisis crítico- reflexivo sobre el tema, guiado desde el punto de vista epistemológico por el Paradigma Crítico – Dialéctico, con el propósito de cambiar la realidad de estudio por una Realidad Comunicativa que dé solución al problema planteado, utilizando un lenguaje cualitativo en instancias de reflexión – acción – reflexión a objeto de lograr resultados con posibilidades de cambio y para enriquecer el conocimiento sobre la Medicina Materno Fetal (5 de diciembre de 2024)
Juicio crítico por el Dr. Felipe Martín Piñate
«Carlos Cabrera Lozada, se incorpora a la Academia Nacional de Medicina con un trabajo, producto de su experiencia profesional, docente y de investigación como gineco-obstetra cuando observa en el curso de su carrera una elevada morbi-mortalidad así como una alta incidencia de afecciones perinatales registradas en el curso del proceso gestacional, y entonces piensa en la necesidad de buscar un cambio de la situación planteada como problema motivo de estudio, con el propósito de poner orden a la situación observada, inicia un movimiento de equipo asistencial, docente, motivacional, guiado desde el punto de vista epistemológico por el Paradigma Crítico-Dialéctico, cuyo fin último es transformación-cambio, utilizando lenguaje cualitativo y cuyos resultados se corresponden con una acción-social y a la vez comunicativa
Esta investigación se ubica en la dimensión sistémica de las ciencias, Modelo Bio psico-Social-Reflexivo (Holismo).
El sujeto investigador en su ir y venir, desde su inicio presenta como propósito cambiar, transformar la realidad de estudio en una realidad comunicativa, producto de instancias de reflexión-acción- reflexión, tal como la planteó la Teoría Crítica de Frankfurt.
Debo recordar que el enfoque Crítico-Dialéctico es consecuencia de una reflexión social sobre una realidad irregular para transformarla y romper con los mitos del conocimiento fundamentalista y las condiciones sociales que restringen valores, intereses y acciones, busca cambiar el mundo reinante para transformar prácticas. Es un estudio de validez consensual, utiliza herramientas teórico-prácticas, para permitir los cambios, interactuar con ellos, tal cual como lo ha hecho Carlos Cabrera, en su papel de investigador.
Por esta razón, este método es llamado también Paradigma de la Praxis: Investigación-acción participativa, en la cual se construye una nueva realidad de modo científico. El grupo creador de éste Paradigma está formado por: Jürgen Habermas, Teodoro Adorno, Max Horkheimer, Marcuse y Paulo Freire (1965), en Frankfurt.
En el inicio de su trabajo, el autor lo delimita en la Maternidad Concepción Palacios, también en la introducción se lo dedica a docentes universitarios, médicos especialistas, estudiantes de medicina y yo diría que, si sus recomendaciones son oídas por las autoridades universitarias, deben ser llevadas a las Facultades de Medicina, Sociedades científicas y al público en general.
Para la Academia Nacional de Medicina, le promete fortalecer su acervo científico e histórico, así como la bibliografía de la especialidad.
Cuando se observa el proceso de investigación propiamente dicha, en el Marco Teórico Referencial, impresiona la formación científica e intelectual como bagajes del autor previos a la investigación de campo, en la cual el Dr. Cabrera interpretó muy bien las relaciones entre valores, intereses y acciones a tomar, lo que se traduce en una reflexión precisa ante la realidad encontrada. El trabajo de campo lo desarrolló con coraje, pasión, transparencia, talento y estrategia de equipo, docencia, asistencia e investigación a base de observaciones críticas, de los fenómenos, buscando siempre respuestas a los problemas planteados. En la defensa de su trabajo desarrolla una cultura del saber y una acción continua de conciencia grupal.
Estimados académicos, el Dr. Carlos Cabrera ha optado al Sillón VII de la ANM, presentando títulos legítimos, cumpliendo con la estricta exigencia de la Ley Orgánica, estatutos y reglamentos de nuestra corporación, con dedicación absoluta y devoción, como lo ha mostrado con su excelente investigación, la cual se hace meritoria de una monografía titulada: Aportes de la Medicina Materno Fetal, síntesis de la calidad científica, humana, intelectual y moral del Dr. Carlos Cabrera para la ANM.
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