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George Scribner, nunca me fui, es una muestra de 52 obras del artista plástico y cineasta panameño que estará expuesta hasta el 31 de julio en el Museo del Canal

Violeta Villar Liste

Hay personas que nunca se marchan; que siempre están. La memoria, y el afecto, es una decisión. Por eso, cuando el cantante Rubén Blades le dijo al artista plástico y cineasta panameño George Scribner que sería muy bueno para los dos pensar en un retiro en una casa frente al mar panameño, él sonrió como sonríe ahora al evocarlo.

Esta sonrisa es parte del nacer en una patria y pertenecer.

George Scribner se encuentra en estos días en Panamá. Llegó a propósito de ese estar siempre y por la inauguración de una muestra que lleva su nombre y una frase que es una manera amorosa de encontrarse con el país que siempre lo espera: George Scribner, nunca me fui.

“Desde el momento en que comencé a pintar, supe que quería tratar de capturar no solo la belleza de Panamá y su gente, sino también la inmensidad y la grandeza del Canal de Panamá”, dijo en su momento el artista y esta frase fue un acto de fe y una decisión que se expresa ahora en 52 obras que muestran la construcción, ampliación y actualidad de la vía oceánica en muestra que se acaba de inaugurar en el Museo del Canal.

De igual modo, la exposición recoge momentos de la vida del panameño.

Es una manera de preservar para el mañana, desde la evocación y pasión del arte, el país que viaja con su alma.

Scribner nació y creció en Panamá, y de modo posterior se traslada a Estados Unidos para cursar sus estudios de secundaria y de universidad, en concreto, se especializa en producción cinematográfica en el Emmerson College de Boston.

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Vuelve a Panamá, trabaja en el área de publicidad hasta que su pasión por el cine y la producción lo lleva de regreso a Estados Unidos, en concreto a Los Ángeles,  a trabajar en la división de animación de largometrajes de Walt Disney y luego al área encargada de los parques temáticos. En la actualidad, y luego de 35 años, sigue vinculado a Disney como consultor.

Un deuda de amor

“Tengo una deuda con este país que me ha dado tanto. Aunque me fui a Estados Unidos; nunca me fui. Regreso a pintar, a ver a mis amigos…”, expresó el artista, quien agradeció al Museo del Canal la oportunidad de mostrar su obra.

“Hay una profunda belleza a nuestro alrededor y creo que el papel del arte es eliminar la complejidad de la vida  para revelar la simple verdad y belleza que nos rodea.

Para transmitir mis sentimientos intento contar una historia en cada uno de mis cuadros y, mi experiencia en la narración de historias en el cine me permite aplicar estos mismos principios en mis pinturas: una buena pintura tiene un héroe o un punto focal claro y personajes secundarios fuertes que llevan los ojos de los espectadores a un centro de interés”, son parte de los pensamientos de este creador, quien convierte sus obras en una evocación de hechos monumentales en la historia del país, como la ampliación del Canal de Panamá o la vida sencilla del transporte público.

En el caso del Canal de Panamá, además de momentos vinculados con la vía acuática, documentó el proceso de ampliación: “Siento un profundo sentimiento de respeto y admiración por lo que se logró al construir el Canal de Panamá hace más de 100 años y son esos sentimientos los que espero comunicar en mis pinturas. Creo que el Canal es un logro extraordinario en la hitoria de la humanidad y ha sido fundamental para acercar a las personas del mundo”.

Esta mirada también lo conecta con el alma de un país, con sus colores y su esencia: “Me inspira la gente de Panamá, los colores de la piel de este país… es una maravilla”, expresó.

Un Canal que inspira

Hildegard Vásquez, presidenta del Patronato del Museo del Canal Interoceánico de Panamá, durante las palabras de apertura de la muestra, reflexionó que siempre se piensa en los réditos económicos que deja el Canal de Panamá o el ingenio de quienes operan la vía interoceánica,  pero hay que darse cuenta que la construcción del Canal ha inspirado a múltiples artistas, quienes han creado libros, teatro, esculturas y pinturas que nos recuerdan por qué Panamá sigue definiendo las rutas del transporte mundial”.

Destacó la propuesta de George Scribner cuyo arte surge de la admiración de contemplar la construcción de una obra que es un legado.

Valoró que el Museo se convierta en el punto de unión entre el pasado histórico, la evocación artística y los sueños de las nuevas generaciones en ese rol de transmitir el orgullo hacia el Canal, contar los sacrificios y también los logros de quienes “siguen dejando sus vidas por un Panamá próspero y sostenible”.

El doctor Ricaurte Vásquez Morales, administrador del Canal de Panamá, comentó una anécdota: en su oficina tiene un cuadro de George Scribner así que existe una natural admiración hacia el trabajo de este artista.

Recordó cómo el Canal inspira a muchos otros autores quienes, desde diferentes expresiones (historia, arte, literatura…) también cuentan y construyen este legado del pasado, del presente y del futuro.

Ana Elizabeth González, directora ejecutiva del Museo de Panamá, señaló que la muestra de Scribner  expresa el diario vivir de los panameños, la grandeza de país y esta obra de la ingeniería que une al mundo.

George Scribner, nunca me fui se podrá admirar hasta el 31 de julio en los espacios del Museo del Canal. Pase y admire los colores del Panamá cotidiano así como la propuesta plástica y la narrativa audiovisual que cuenta de otro modo la memoria del Canal y de un país que viaja por el mundo en cada barco que recorre la vía acuática y también en quienes, luego de estar, están para siempre.

Violeta Villar Liste
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