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La falta de una adecuada higiene ocular es uno de los factores de la aparición de orzuelos. Para minimizar el riesgo, es esencial implementar ciertas medidas

Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena

La Dra. Liliana (Lily) Arosemena es egresada de Medicina en la Universidad Latina de Panamá. Con especialización en Oftalmología en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en la Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Carlos Ardila Lulle (Bucaramanga, Colombia). Estudios de retina y vítreo en la Universidad Del Rosario, Fundación Oftalmológica Nacional (Bogotá, Colombia). Es miembro adjunto de la Academia Americana de Especialistas en Retina (ASRS), la Asociación Americana de Oftalmología  (AAO), la Sociedad Colombiana de Oftalmología (SCO), la Asociación Panamericana de Oftalmología (PAAO) y la Sociedad Panameña de Oftalmología  (SPO). En instagram: @retinapanama

La salud ocular es un aspecto fundamental del bienestar general, y entre los problemas que pueden afectar nuestros ojos se encuentran las infecciones, específicamente nos referiremos en estas líneas a los orzuelos.

Los orzuelos son pequeñas protuberancias rojas y dolorosas que se desarrollan en el párpado, generalmente ocasionadas por la inflamación de las glándulas sebáceas debido a infecciones bacterianas. Aunque suelen ser benignos y tienden a resolverse sin tratamiento médico significativo, su aparición puede resultar molesta y, en ocasiones, muy incómoda.

Una de las objeciones más comunes a la discusión sobre la prevención de orzuelos es la percepción de que estos son problemas inevitables y que no se pueden controlar. Sin embargo, es fundamental entender que la adopción de prácticas higiénicas y hábitos saludables puede disminuir significativamente la posibilidad de su aparición. La noción de que no se puede hacer nada al respecto es una creencia errónea; mantener una buena higiene ocular es el primer paso en el camino hacia la prevención.

La falta de una adecuada higiene ocular es uno de los factores de la aparición de orzuelos. Para minimizar el riesgo, es esencial implementar ciertas recomendaciones.

En primer lugar, es vital lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de tocarse los ojos o aplicar maquillaje. El contacto con las manos puede transferir bacterias y otros agentes patógenos a los ojos, creando un entorno propicio para la infección.

Además, el uso de productos cosméticos para los ojos debe ser limitado y cuidadosamente seleccionado. Se sugiere evitar el uso de maquillajes en mal estado o de productos que contengan ingredientes que puedan causar irritación. Al final del día, es fundamental desmaquillarse completamente, lo que incluye retirar el maquillaje de los ojos con productos específicos que no irriten la piel. Estas prácticas contribuyen a mantener los párpados y las glándulas sebáceas libres de obstrucciones, reduciendo así el riesgo de que se infecten.

Una error frecuente en la prevención de orzuelos es la creencia de que estos problemas están totalmente aislados de la salud general. Sin embargo, la salud ocular está profundamente interconectada con la salud general del individuo.

Mantener un sistema inmunológico fuerte es clave para la prevención de infecciones, incluidas las que afectan nuestros ojos. Para ello, se recomienda seguir una dieta balanceada rica en nutrientes, especialmente en vitaminas A, C y E, así como en minerales como el zinc. Además, la hidratación es esencial, ya que la deshidratación puede afectar la lubricación natural de los ojos.

No menos importante es el manejo del estrés, que puede debilitar el sistema inmunológico. La práctica de técnicas de relajación, el ejercicio regular y dormir lo suficiente desempeñan un papel importante en el fortalecimiento general del organismo. Esto, a su vez, puede ayudar a prevenir infecciones en todas las partes del cuerpo, incluidos los ojos.

El uso de lentes de contacto ha aumentado notablemente, y con ello, la posibilidad del desarrollo de orzuelos. La mala manipulación de lentes puede introducir bacterias en la superficie ocular, lo que puede provocar infecciones. Para los usuarios de lentes de contacto, es fundamental seguir las recomendaciones del fabricante acerca de la higiene y el tiempo de uso. Las manos deben lavarse adecuadamente antes de tocar los lentes, y se deben utilizar soluciones adecuadas para su limpieza y almacenamiento.

Por último, una objeción que podría surgir es la percepción de que no es necesario buscar atención médica a menos que se presente un problema grave. No obstante, es aconsejable consultar a un profesional de la salud si se experimentan síntomas persistentes, como enrojecimiento o inflamación en los párpados, para obtener un diagnóstico adecuado y evitar complicaciones.

En conclusión, la prevención de los orzuelos no solo es posible, sino que también es accesible para todos mediante la implementación de prácticas de higiene, el cuidado personal y la atención a la salud general. Adoptar un enfoque proactivo y basado en la educación puede minimizar el riesgo de aparición de orzuelos y contribuir al bienestar ocular en general. Así, es crucial desmitificar la idea de que los orzuelos son inevitables e invitar a los individuos a tomar el control de su salud ocular, adoptando hábitos que protejan sus ojos y mejoren su calidad de vida.

Referencias:

  • Diener -Kudisch S. et al. Correlation between Demodex species in primary and recurrente chalazia. Arch Soc Esp Oftalmol. 2024.
  • Singh A.K. et al. Every lid swelling is not stye: A rare presentation of scrub typhus eschar. Med J Armed Forces India. 2023.
  • Rupani S.R. Hordeolum and chalazion. JAAPA. 2023.
  • McGingley T.C. Adult Eye conditions: Common Eye Conditions. FP Essent.2022.

Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena