Los ocho años de la organización que se constituyó por amor a las ciencias y el país, propicia un diálogo con su presidenta sobre distintos temas de la agenda nacional
Por: Violeta Villar Liste
El nuevo gobierno está llamado a tomar decisiones “con el apoyo de las capacidades científicas que existen en las academias y centros de investigación, en diferentes áreas, y con la ayuda de instituciones como Senacyt, sostuvo
Se hace camino al andar y Ciencia en Panamá ya lo ha hecho: ocho años como plataforma para la discusión, la asesoría científica y promoción de temas de urgencia nacional.
La Marcha por la Ciencia es una de sus actividades más emblemáticas. El reciente domingo 14 de abril, con el tema central “El agua como factor clave de salud y economía”, tomó la calzada de Amador, en caminata que reunió a la comunidad científica con la ciudadanía.
Esta edición tuvo una significación especial: en la antesala de la jornada electoral que se celebró el 5 de mayo, la organización presentó un manifiesto con Nueve medidas fundamentales para contribuir al desarrollo de Panamá mediante la ciencia, la tecnología e innovación.
La decisión del mandatario electo de designar al Dr. Eduardo Ortega-Barría como secretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), cargo que ya venía ejerciendo, interpreta el espíritu de esta solicitud de la ciencia panameña.
De esta forma, la Fundación Ciencia en Panamá, presidida por la Dra. Ivonne Torres Atencio, saludó este gesto.
La Dra. Torres Atencio recordó que la voz de la ciencia se debe articular desde el gabinete como parte de la política país, en conjunto con todas las fuerzas vivas y tomando en cuenta las fortalezas de Panamá, integrando a sus regiones.
El nuevo gobierno está llamado a tomar decisiones “con el apoyo de las capacidades científicas que existen en las academias y centros de investigación, en diferentes áreas, y con la ayuda de instituciones como Senacyt que dentro del órgano ejecutivo son los ojos científicos del presidente y quienes mejor conocen al ecosistema de ciencias”, precisó.
En este diálogo, a propósito de los ocho años de Ciencia en Panamá y en el contexto de un nuevo periodo de Gobierno en el país, la presidenta de Ciencia en Panamá mira en retrospectiva, analiza desafíos y coloca sobre la mesa un reto ineludible: luchar por un nuevo modelo educativo que ayude a la transformación nacional. Es el mañana que no espera.
Una historia de ocho años
-Luego de ocho años de historia, ¿se mantiene vigente la misión y visión que inspiró la creación de Ciencia en Panamá?
-Nuestra visión, misión y objetivos se mantienen vigentes, y cada año que pasa las acciones, actividades y compromiso hacen más fuerte el liderazgo que debe tener la comunidad científica allende los muros de los laboratorios.
-¿Cómo la creación de la Fundación Ciencia en Panamá acompaña el cumplimiento de sus metas?
-Al estar constituidos como fundación nos da un brazo legal y normativo para tener una participación más tangible de acuerdo a las normas que se requieren para formar parte de consejos, juntas directivas o mesas técnicas, incluso para poder participar en el concurso de fondos para proyectos insignia de nuestra organización, así como poder colaborar con convenios a instituciones de educación o comunicación científica tal como hacemos con Universidad del Istmo, la Feria del Libro o con la Web de la Salud y el espacio Cuentos para Cristina.
–Hay tres objetivos clave de la organización: popularizar la ciencia, buscar mayor apoyo de la sociedad y tomadores de decisiones para lograr inversión en ciencia y convertirse en plataforma para la discusión, asesoría científica y promoción de temas importantes en el país. ¿Cómo se han cumplido estos tres objetivos a lo largo de su existencia?
-Es un trabajo en evolución y crecimiento: la popularización de las ciencias se ha ido construyendo con las contribuciones en columnas de opinión en diarios como La Prensa, entrevistas en la radio en programas como Agenda ciudadana o la Exitosa en Panamá Productiva, en programas de Televisión como SERTv y mentes curiosas y en entrevistas que requieran programas de información.
En cuanto a tomadores de decisiones ha sido un largo trayecto pero Ciencia en Panamá está en mesas de juntas directivas y comités consultivos, desarrollamos vinculaciones con embajadas en los procesos de diplomacia científica… estamos muy al corriente de proyectos de ley o discusiones que impactan en la sociedad y las ciencias, donde tenemos expertos en todas las áreas por grupos de trabajo y somos la plataforma en temas como la equidad de género en las ciencias, ambiente, salud y política basada en evidencia, de manera aliada con la SENACYT.
-¿Cómo ha contribuido la presencia de Ciencia en Panamá a la mayor divulgación de la ciencia, la tecnología y la innovación y lograr que las personas identifiquen una ciudadanía activa por las mejores causas del país?
-Sin duda, el hecho de que en la pandemia el ecosistema de ciencia se solidarizara y trabajara en equipos multidisciplinario permitió que la sociedad nos fuera conociendo más, pero no hay duda que esto se debió en parte a la colaboración de los medios de comunicación y nuestra presencia en las redes sociales comunicando constantemente, ya esto hace que nos busquen y llamen para consultar en temas relevantes.
Decisiones con evidencia cientifica
–Tomar decisiones con base en la evidencia científica ha sido una solicitud persistente de Ciencia en Panamá. ¿Por qué es deseable para el diseño de las políticas públicas del país?
-Haciendo el paralelismo que cada vez que tomamos una decisión personal nos basamos en criterios o lista de pros y contras, en el plano de políticas públicas esos pros y contras son dados por la existencia de data que permite medir el riegos y el impacto, calcular los costos y ganancias, establecer prioridades, todo aunado a un planeamiento o plan de trabajo, es la forma científica de trabajar y reducir los errores. En todo hay margen de equivocación, pero si lo hacemos con información y no por opinión, son mejores decisiones. Y esto requiere grupos diversos y multidisciplinarios.
–A la vuelta de la historia, ¿qué debería pasar en ciencias, tecnología e innovación en Panamá?
-Debería seguir creciendo y ser tomada en cuenta tanto a nivel público como privado, y parte del capital humano y tecnológico para ayudar a colocar a nuestro país en posiciones de competitividad y desarrollo. Pero sin lugar a duda hay que elevar la educación a un tema urgente de país. Debemos entender que el modelo educativo tal como lo conocemos ya no es sostenible, y que nuestra niñez y adolescencia merece tener mejores herramientas y una educación digna que ayude a cortar con el círculo de la pobreza e ir alcanzando esos tan deseados objetivos de desarrollo sostenible sobre todo en temas de salud, equidad, y paz social, porque de esta manera el crecimiento económico será cónsono y sostenible.
Por: Violeta Villar Liste | [email protected]