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Panameño de nacimiento y universal en su vocación, sus logros tienen ahora un mérito añadido: superó el índice h de 50 (53 actual) y el i10 de 115 en publicaciones científicas referenciadas a nivel mundial, lo cual eleva el nombre de la ciencia panameña en el panorama global y da oportunidad para esta entrevista que repasa logros y desafíos

Por: Violeta Villar Liste

«La pandemia fue la mejor evidencia de nuestras falencias en salud pública, pero también del compromiso, tenacidad, capacidad, solidaridad y voluntad de muchos panameños para superar las crisis y salir adelante«. Dr. Xavier Sáez-Llorens

La pandemia lo colocó en la primera fila de las cámaras de televisión, de las redes sociales y hasta creó su propio blog para que la ciencia, la salud y el sentido común tuvieran una voz autorizada. Fue una forma de rebelarse ante los “anti” y la infodemia y servir a la sociedad.

Compartió, y comparte, el laboratorio y el consultorio físico con la virtualidad gracias a lo cual las redes sociales han ganado un “influenciador” científico y un divulgador a favor de las mejores causas de la ciencia y de la salud pública.

De trata del Dr. Xavier Sáez-Llorens, panameño de nacimiento y universal en su vocación, cuyos logros tienen ahora un mérito añadido: superó el índice h de 50 (53) y el i10 de 115 en publicaciones científicas referenciadas a nivel mundial, lo cual eleva el nombre de la ciencia panameña en el panorama global.

Este logro lo ha compartido con todos desde la gratitud “hacia los compañeros de investigación y a los voluntarios que participaron en los estudios por su ayuda y confianza. Un honor contribuir a la salud de la población”.

El índice h fue creado por Jorge Hirsch, de la Universidad de California (año 2005) y es un sistema que mide la calidad de la producción de un científico o científica a partir de las citas que reciben sus artículos científicos. Permite valorar de manera cuantitativa el impacto de una publicación y su influencia.

“Quise socializar este logro porque la cifra de 50 en índice h (ih) es significativa a nivel de productividad científica y deseaba agradecer a todos los que me han ayudado en alcanzar este peldaño académico”, comenta al explicar por qué divulgó este triunfo en sus redes sociales.

Responde a la entrevista periodística “desde la óptica colectiva” porque la ciencia, afirma, “es un compromiso grupal, la mejor forma de lograr metas y avanzar hacia mejores métricas para beneficio de la sociedad”.

Jefe del Departamento de Investigación del Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel y del Servicio de Infectología Pediátrica, Investigador Distinguido del Sistema Nacional de Investigación (SNI) de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), miembro del Comité Nacional de Bioética de la Investigación e investigador principal en el Centro de Vacunación e Investigación (Cevaxin).

Desde el año 2019 ha acumulado 12,069 citas. “El índice h denota productividad científica y reconocimiento de expertos a las publicaciones de tu autoría. En la medida en que otros investigadores citen y hagan referencia a tus aportes, esta cifra irá creciendo”, explica quien reitera que solo el trabajo colectivo hace posible avanzar en el arduo camino de la investigación.

Acto en reconocimiento por el Día del Médico en Panamá (2022), organizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá (UP). En la fotografía, con la Dra. Oris Lam de Calvo, decana de la Facultad de Medicina, y el Dr. Eduardo Flores, rector de la UP

Un camino por rebeldía y vocación

-En lo personal, ¿qué lo condujo al camino de la Medicina y de la investigación? 

-Curiosidad, escepticismo, rebeldía y vocación por servir a los demás. Mi padre influyó en este camino.

El Dr. Sáez-Llorens ha participado en distintas investigaciones en el campo de la Pediatría, de la Infectología y de la prevención en salud pública, “siempre con un grupo de colaboradores excepcionales, tanto en mis años de formación profesional en Panamá, Costa Rica y Dallas, como en la fase de especialista en enfermedades infecciosas”.

Son cuatro las áreas específicas que han marcado su carrera profesional y le han dado particular satisfacción personal:

  • Las investigaciones en la Universidad del Suroeste de Dallas en Texas (UT Southwestern Medical Center) sobre meningitis bacteriana «que tuvieron gran impacto mundial y ayudaron a mejorar el pronóstico de los pacientes con esta grave infección».
  • Las investigaciones realizadas a su regreso en Panamá y que estuvieron destinadas a encontrar terapias efectivas en el SIDA pediátrico, «en momentos cuando la infección por el VIH representaba una etiqueta de muerte para los niños afectados».
  • Las investigaciones enfocadas en lograr la erradicación mundial de la poliomielitis, “un objetivo cada vez más cercano a nivel global y en el que Panamá ha contribuido de manera significativa en la última década, a través de los estudios en Cevaxin. Sin duda, poder participar en que no haya más niños y adultos paralizados por esta infección sería un acontecimiento difícil de superar en satisfacción grupal”.
  • La cuarta área, “las investigaciones más recientes para prevenir la infección respiratoria más temida en infantes, la bronquiolitis y neumonía causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), a través del desarrollo clínico de vacunas y anticuerpos monoclonales seguros y potentes”.

Me llena de regocijo que ya muchos países están incorporando estas herramientas preventivas y espero que Panamá se una prontamente para que nuestros niños tengan una mejor salud”.

En la actualidad trabaja en distintas investigaciones en vacunas contra el dengue, norovirus, chikungunya, VRS, metapneumovirus, influenza, COVID y polio.

En charla reciente organizada por Cexavin para conversar sobre los desafíos en VRS: https://lawebdelasalud.com/comunidad-medica-y-cientifica-panamena-elevara-a-autoridades-sanitarias-propuestas-de-prevencion-del-virus-respiratorio-sincitial-vrs/

Compromiso y tenacidad de la ciencia panameña

-¿Cómo evalúa la evolución de la investigación científica en Panamá y la región? 

-La investigación científica ha ido incrementándose significativamente en la región, en general, y en Panamá, en particular, durante los últimos 20 años, no solo en Medicina sino en muchas otras disciplinas académicas.

En mi campo, por ejemplo, antes no había tanto entusiasmo de empresas, instituciones o fundaciones de países desarrollados en conducir investigaciones en América Latina, primero porque había escasez de científicos formados con altos estándares profesionales, y segundo por la pobre cultura en investigación que exhibía la región. A través del tiempo, hemos demostrado que hay personas con talento, creatividad, calidad técnica y gran competitividad internacional en nuestros países, dispuestos a ser tomados en cuenta en el mundo científico.

-COVID-19 nos demostró que se pueden lograr grandes avances para la salud pública si existe el compromiso y la inversión. ¿Qué lecciones aprendidas no deberíamos olvidar al respecto? 

-La pandemia fue la mejor evidencia de nuestras falencias en salud pública, pero también del compromiso, tenacidad, capacidad, solidaridad y voluntad de muchos panameños para superar las crisis y salir adelante. Resultó evidente que el país requiere mejorar la educación básica y científica, además de invertir en tecnología, investigación y desarrollo para enfrentar el futuro, con independencia y profesionalismo.

-Una reflexión sobre el daño que los anti-ciencia y los anti-vacunas han causado a la sociedad y cómo revertir los efectos de su actuación

-Es triste percatarse del gran daño que activistas anti-ciencia y anti-vacunas le están haciendo a la humanidad en años recientes y, peor aún, motivados por ideologías políticas, narcisismos sociales o intereses mercantiles. Los avances científicos y las inmunizaciones parecen estar pagando su propio éxito: haber contribuido a mejorar sustancialmente la expectativa de vida, que la gente ya no muera en su infancia y adultez temprana, que nos hayan librado de enfermedades terribles, que haya mejor calidad de existencia y comodidad personal.

“Las consecuencias de estos aberrantes comportamientos se están empezando a observar: retorno de infecciones inmunoprevenibles ya controladas o eliminadas, impacto del cambio climático, deterioro del ambiente, retroceso en las relaciones interpersonales, reducción de la solidaridad humana, desinformación a través de las redes sociales, proliferación de charlatanes sin conocimiento técnico…”

Un trabajo altruista que traerá sus frutos

En una mirada hacia el futuro, desde la investigación y la ciencia, espera que este trabajo colaborativo en el cual participa haga posible erradicar la poliomielitis, optimizar la prevención de las infecciones respiratorias y colaborar en el desarrollo de vacunas contra la tuberculosis y el SIDA.

Es su deseo  “ayudar en la formación de la juventud talentosa y contribuir al fortalecimiento de la investigación en el país y en la región, para que nuestros descendientes vivan cada día más y mejor. Aunque parezcan quimeras excesivamente ambiciosas, el trabajo denodado y altruista de muchos investigadores conseguirá que se hagan realidad en el futuro”.

Por: Violeta Villar Liste | [email protected]