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Por Nelson Rivera, director del Papel Literario del diario El Nacional

Durante una conversación con Alfredo Baldó Michelena, en la que me contó su experiencia como cantante lírico, le hablé de Isabel Palacios. Le pedí ayuda para, al fin, hacer realidad una idea que me ronda desde las semanas previas a la pandemia: ofrecer un homenaje a la pianista, cantante, directora de orquesta, creadora e inspiradora de la Camerata de Caracas

Amigos lectores:

I.

Durante una conversación con Alfredo Baldó Michelena, en la que me contó su experiencia como cantante lírico, le hablé de Isabel Palacios. Le pedí ayuda para, al fin, hacer realidad una idea que me ronda desde las semanas previas a la pandemia: ofrecer un homenaje a la pianista, cantante, directora de orquesta, creadora e inspiradora de la Camerata de Caracas, agrupación que acaba de cumplir 45 años de admirable trayectoria. De inmediato, Baldó Michelena se puso en movimiento con el apoyo de Patricia Sánchez -quien desde hace 25 años se desempeña como parte del equipo de esa organización-. Los resultados del apoyo de ambos, ocupan las siete primeras páginas de esta edición.

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Tiene el dossier Palacios tres partes. Arranca con un relato del músico e hijo de la artista, Gonzalo Grau Palacios, quien tensa con habilidad, una recapitulación sobre el continuo hacer de Palacios, desde que era un niño hasta los tiempos actuales. Entre otras razones, el material es valioso porque muestra la diversidad y el calado de los esfuerzos profesionales y estéticos de su madre. Una segunda parte, ordena una serie de breves testimonios de colegas, alumnos y compañeros de travesía: Francisco ‘Pancho’ Salazar (cofundador de la Camerata de Caracas junto a Palacios y a Pedro Stern), Diego Cabrujas PalaciosJerónimo Ramos PrinceLauren LevensonMariana OrtizIván GarcíaElizabeth QuintanalesElvia SánchezLiliana MazzarriAbraham & Diana Abreu (quienes expresan su testimonio con un poema), María Fernanda Flores & Wilfredo VillavicencioPatricia Sánchez y Mariana Camacho Sánchez. ¿Qué tienen en común estas evocaciones, estas cápsulas de la memoria? Que en todas se repite una visión: la de Isabel Palacios como un parteaguas. Como una figura inspiradora que fijaba un antes y un después con su talento, sus habilidades didácticas, su disciplina, su incansable anhelo de alcanzar la más alta belleza escénica. La tercera parte del dossier, está conformada por Isabel Palacios, diva e hilandera, crónica de Alfredo Baldo Michelena, moroso recorrido por muchas de sus facetas y logros: “Es la estampa imaginaria en la cual consigo sintetizar el fabuloso legado de su obra a lo largo de estos últimos cuarenta y cinco años. Trabajo inmenso en cuya realización hay algo “olímpico”, pues al evocar la magnitud de sus logros, siempre presente en ellos un elemento épico, algo me induce a compararlos con los de aquellos atletas que consiguen colgarse “el oro” en las Olimpíadas, a costa de unos sacrificios extremos que por el camino dejan mucho sudor y lágrimas”.

II.

El 20 de mayo los lectores recibimos la desconcertante noticia: Paul Desenne (1959) falleció de forma súbita. Compositor, arreglista, violonchelista, presencia  ineludible en nuestra escena musical, extraordinaria personalidad, ocurrió el día en que el Papel Literario publicaba un amplio homenaje a Juan Francisco Sans (1960-2022), que incluía un texto de Desenne, en el que recordaba los años adolescentes de ambos, cuando fueron parte de un grupo de rock, Un pie, un ojo, en 1974. Días después, el 20 de junio, la periodista Alba Freitas, parte del equipo de la sección de Cultura y Entretenimiento de El Nacional (dirigida por Hilda Lugo, histórica y consecuente jefa de esa sección) publicó un magnífico reportaje, Paul Desenne y el reconocimiento esperado que solo llegó con la muerte, en el que varios amigos y colegas –Alonso ToroJaime Bello-LeónFlorentino Mendoza Gabriela Montero-, lo recuerdan y valoran, con emocionada elocuencia. Viene en las páginas 8 y 9, tal como apareció en El Nacional.

III.

Una faceta menos conocida del lexicógrafo, historiador y ensayista Francisco Javier Pérez, actual Secretario General de la Asociación de Academias de la Lengua Española, es su interés por la Historia de la Música. En las páginas 10 y 11 traemos un comentario suyo sobre una novedad editorial: la publicación en Francia de los Diarios de Reynaldo Hahn (1874-1947)pianista, compositor, cantante, director de orquesta y crítico musical que, además de la nacionalidad venezolana era ciudadano alemán y ciudadano francés. Publicado por la Editorial Gallimard, dice Pérez: “De acuerdo con la primera entrada del diario, correspondiente al miércoles 11 de junio de 1890, Hahn, a la sazón de dieciséis años, había comenzado a escribirlo el mes de mayo. En el primer párrafo de ese registro inicial, el joven músico hace alusión a una de sus primeras obras maestras: la canción Si mis versos tuvieran alas, compuesta para voz y piano sobre un poema de Víctor Hugo, el año anterior. Desde este luminoso primer momento, el diario trazará una parábola que tendrá un cierre dramático cincuenta y cinco años más tarde, en la entrada del martes 20 de febrero de 1945, desde Mónaco, donde Hahn ejerce de director de la Orquesta de Montecarlo, uno de sus últimos grandes cargos. La República de Vichy (1940-1945) había instalado, en cumplimiento de su colaboracionismo con los nazis, un régimen de acusaciones y persecuciones ante toda sospecha de vinculación con los judíos. Hahn, que lo era en una condición parcial que le venía por vía paterna (su madre era de origen vasco), tendrá que salir de París el año 1942 (su domicilio en el número 7 de la calle Greffulhe estaba denunciado como de judío) para ir a refugiarse en el neutral principado monegasco”. Y así.

IV.

Es probable que, para muchos lectores, el artículo de Luciana Kube Tamayo, sea una primera aproximación al tema de Pregones peruanos, una ventana a la oralidad y a la musicalidad. “Entre todos estos sonidos que ocurren en la ciudad durante el siglo XIX, me interesa el de los pregoneros, que con su canto y su declamación conforman una de esas voces dentro de la policoralidad colonial. Es un sujeto mestizo que recorre la ciudad de forma independiente, que puede ir y venir siendo testigo no intencional de los avatares que suceden en esa “ciudad letrada”, a la que ya nos acostumbramos gracias a Ángel Rama. El pregonero es un ser capaz de improvisar en muchos sentidos, porque muda su recorrido según las circunstancias, modifica su letra o su melodía en base al comportamiento de los compradores reales o potenciales y se ajusta al horario en que puede colocar su mercancía. Esto le hace ser cambiante, adaptable y versátil, ya que muchas veces está en el entorno rural, donde están los cultivos, en la periferia, y se desplaza para vender hacia el entorno urbano”. Página 11.

Insisto en expresar aquí mis buenos deseos para todos.

Nelson Rivera

Por: Nelson Rivera, director del Papel Literario del diario El Nacional