fbpx
Imagen de Freepik
Se puede producir deterioro cognitivo, que puede variar desde un deterioro cognitivo leve hasta una demencia grave

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI | Miembro de CENCAM y ISNi3C

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las TablasMiembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)

La enfermedad renal crónica es una afección renal a largo plazo, en la que se produce una pérdida gradual de la función renal durante un período de meses a años, o en la que existe una anormalidad en la estructura renal que pudiera disminuir la función renal. Inicialmente, no se observan síntomas, pero posteriormente pueden incluir hinchazón de las piernas, cansancio, vómitos, pérdida de apetito y confusión. Las complicaciones están relacionadas con la retención de sustancias nitrogenadas, disfunción hormonal de los riñones, e incluyen presión arterial alta, enfermedades óseas y anemia.

La enfermedad renal crónica (ERC) provoca deterioro cognitivo y cambios emocionales. Sin embargo, no se comprende completamente el mecanismo preciso que produce la interferencia entre los riñones y el sistema nervioso. La inflamación y la enfermedad cerebrovascular pueden influir en el desarrollo de la depresión en la ERC.

Se puede producir deterioro cognitivo, que puede variar desde un deterioro cognitivo leve hasta una demencia grave, que puede impedir que los pacientes realicen de forma independiente las actividades de la vida diaria. La prevalencia de depresión es aproximadamente tres veces mayor en pacientes con ERC que en la población general.

Dependiendo de la etapa de la ERC de una persona, es posible que enfrente ciertos factores estresantes que pueden afectar su salud mental. Cuando se acerca el momento del inicio de diálisis o terapia de reemplazo renal, es posible que los pacientes tengan que cambiar múltiples elementos de su vida, lo que puede resultar abrumador.

Enfrentar la decisión de inicio de diálisis es un factor estresante. A los pacientes y familiares se les aborda el tema de qué es la diálisis, pero para ellos hay otros factores quizás más importantes que son motivo de preocupación, que generan dudas. Los pacientes van a tener una preocupación sobre cómo manejar el tiempo que necesitan para la diálisis, les preocupará si serán una carga para sus familiares, el costo financiero del tratamiento o del transporte, el miedo a que la diálisis pueda causar dolor, cómo afectará su trabajo, su vida social, su vida familiar, su vida amorosa.

Trastornos más comunes en pacientes que deben iniciar diálisis

Los estudios que evalúan pacientes antes del inicio de diálisis sugieren que hasta el 50% de las personas que van a iniciar este tratamiento experimentan síntomas de ansiedad y depresión. Esto va a ser mayor o menor dependiendo de la enfermedad de base que produjo la enfermedad renal, del grado de escolaridad que tenga el paciente, el apoyo familiar que cuente y los conocimientos de la enfermedad que tenga un paciente antes del inicio.

Depresión

La depresión es una enfermedad común presente en pacientes con enfermedades crónicas, pero puede presentarse cuando un paciente recibe la noticia de que debe empezar terapia dialítica. El paciente puede presentar sentimientos de pesimismo, irritabilidad, frustración, intranquilidad, sentimientos de culpa, pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades, problemas para dormir, fatiga, dolores y molestias físicas, como dolores de cabeza, dificultad recordando cosas, concentrándose, tomando decisiones, cambios en el apetito, cambios de peso involuntarios.

Ansiedad

Ante cualquier condición médica o por una condición que empeora, un paciente puede tener sentimientos ocasionales de preocupación. Sin embargo, un paciente puede tener un desorden de ansiedad si experimenta síntomas que no desaparecen o empeoran con el tiempo.

Los síntomas comunes de ansiedad incluyen: sentimiento nervioso, irritabilidad, inquietud, fatiga, dificultad para controlar los sentimientos de preocupación, dificultad para concentrarse, dolores y molestias que pueden no tener una causa obvia, problemas para dormir, entre otros.

Buscar ayuda para la salud mental

Si una persona sufre una lesión física, acudirá a un médico para que le ayude. Sin embargo, cuando una persona tiene problemas para afrontar situaciones difíciles, es posible que no busque ayuda y esto tiene varias razones.

Las actitudes y creencias sobre la salud mental difieren entre culturas. Algunas de estas actitudes y creencias pueden ser negativas y generar estigma. El estigma se produce cuando una persona es etiquetada por su enfermedad y que ahora será parte de un grupo de otras personas, pero que están enfermas.

El estigma en torno a la salud mental puede hacer a los pacientes sentirse mal incluso con ellos mismos y esto impide que busquen ayuda. Dentro de las razones más comunes tenemos: que se siente débil por causa de la enfermedad pero debería poder «resistir», que el problema eventualmente desaparecerá por sí solo, que los profesionales de la salud mental son para «locos», no aceptar que tiene un problema, razones económicas (pensar que solicitar ayuda a otro profesional resultará más costoso de lo que ya es la enfermedad) y no saber adónde acudir en busca de ayuda.

¿Cómo solicitar ayuda en caso de tener síntomas de ansiedad o depresión?

Hay muchos recursos y herramientas a los que se puede acceder por cuenta propia para ayudarse y cuidarse a sí mismo: desde encontrarse con lecturas recomendadas, solicitar más información sobre su enfermedad, hacer ejercicios de respiración, mantener una alimentación saludable y dentro de lo recomendado para cada etapa de la enfermedad renal.

  • Conectarse con su religión y espiritualidad puede ser una forma valiosa de afrontar los problemas de salud mental. Su comunidad de fe puede proporcionarle un grupo de personas en las que puede confiar cuando se sienta deprimido.
  • Dormir mal afecta el estado de ánimo, la energía, la capacidad de atención y la capacidad de pensar con claridad. Evite los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse para mejorar el sueño y evitar siestas largas durante el día.
  • Comparte cómo te sientes con alguien de confianza. Esto puede incluir familiares, amigos y otros seres queridos. Estas personas pueden alentarlo, apoyarlo y ayudarlo a sentirse mejor.
  • En los centros de atención de pacientes renales en Panamá, existe personal especializado que evalúa a estos pacientes. Todos deben ser referidos para una evaluación inicial. Algunos van a requerir terapia de apoyo ya sea con la enfermera de salud mental o el equipo de psicología. Otros podrán requerir tratamiento con el especialista en psiquiatría, ya que algunos van a requerir medicamentos para superar el episodio de ansiedad, un trastorno depresivo o incluso el insomnio. Muchos solo requerirán apoyo, otros se adaptarán a la nueva situación y con el apoyo de su familiar, aceptarán la nueva enfermedad y seguirán adelante.
  • Si una persona con ERC cree que puede estar experimentando depresión o ansiedad, debe hablar con un médico, enfermera o personal de salud para que sea evaluado.

La necesidad varía dependiendo de cada caso, pero lo importante es entender que no es el único en esa situación y que se puede superar la crisis junto a la ayuda.

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI