Cómo no pensar que los venezolanos estamos condenados a los repetitivos y frustrantes trabajos
de Sísifo, reducido a empujar un peñasco cuesta arriba por una montaña para, antes de llegar a la
cima, verla rodar otra vez hacia el punto de partida. Cómo no enloquecerse con esta idea, más si
cada día se renueva el memorial de torturas a los presos políticos y abusos a sus familiares
Presentación de Nelson Rivera, director del Papel Literario del diario El Nacional
Amigos lectores:
I.
La entrevista se titula la estremecedora crónica de Milagros Socorro que viene en la página 1. Escrita con preciosismo, en ella se concentran muchas de las cuestiones capitales que se agitan en el pensamiento y las emociones de quienes vivimos fuera, como emigrantes o exiliados. Socorro habla de cosas que importan. De asuntos que nos remueven. No digo más. Temo traicionar su texto, que he leído con respeto y gratitud. Mejor leer, comentar, compartir. Página 1.
II.
Se cumplen 10 años del fallecimiento de Alexis Márquez Rodríguez (1931-2015), abogado, investigador, crítico literario, ensayista y estudioso del idioma, reputado estudioso de la obra de Alejo Carpentier, columnista y conductor radial, Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua, entre muchas otros ámbitos destacables de su actuación pública. Reproducimos un artículo suyo de 1996, dedicado a La Revista Zona Franca (1964-1984), fundamental entre las revistas culturales venezolanas, creada y dirigida por Juan Liscano, y que tuvo como figuras decisivas de su equipo, en distintos momentos y distintas responsabilidades a escritores como Guillermo Sucre, Luis García Morales, Baica Dávalos, Alejandro Oliveros, Oscar Rodríguez Ortiz y Julio E. Miranda.
III.
Dice Márquez Rodríguez en algún punto de su recorrido: “La idea inicial fue de Juan Liscano, poeta y ensayista, periodista de opinión sumamente prestigioso, experto en investigaciones folklóricas, y uno de los intelectuales venezolanos más destacados y respetados. Es un intelectual que no solo ha sobresalido como hombre de letras, sino también como analista político, pues aunque nunca ha sido lo que suele considerarse un político profesional, siempre ha mostrado una gran preocupación por las cuestiones políticas y sociales, y de hecho ha actuado muy vivamente en la política venezolana, aunque solo desde su condición de pensador y escritor, y sobre todo como columnista de importantes periódicos venezolanos”. Páginas 2 y 3.
IV.
Le pedí a Ignacio Alvarado, fundador del Museo del Libro Venezolano y director de Libroria que, hasta donde fuese posible con la información disponible a su mano, nos contase la historia de la Biblioteca Popular Venezolana, creada en 1945 por Mariano Picón Salas. En la página 4 viene su artículo, cargado de datos y nombres: “Esta Biblioteca Popular Venezolana, a pesar de su humilde precio y factura, fue muy meritoria por la calidad de su selección y su duración. Estuvo dirigida por el Ministerio de Educación y el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes (INCIBA), bajo unos diez presidentes de la república. Nace en 1945 de la mano de Mariano Picón Salas, con el objetivo de editar obras venezolanas que constituyan un claro panorama de nuestra cultura “al alcance de las más reducidas posibilidades económicas”.
V.
No cesa Juan Carlos Zapata en su voluntad de seguirle los pasos a Gabriel García Márquez, especialmente en la vertiente de sus múltiples vínculos con Venezuela y los venezolanos. En la página 5 viene el reportaje que cuenta cómo en la primera edición para América Latina de El otoño del patriarca (Sudamericana), en la portada se reproduce una pintura de Pedro León Zapata, y en la contraportada un retrato del autor, realizado por la fotógrafa y cineasta Fina Torres.
VI.
Arranca así: “Fina Torres me contó que la fotografía la tomó mientras Gabriel García Márquez y Plinio Apuleyo Mendoza caminaban por las orillas del río Sena. Tal vez debajo del Pont Neuf. Era noviembre de 1974. El otoño del Patriarca se lanzaría en marzo de 1975 y en la contraportada de aquella primera edición, la foto del autor aun con el cabello y los bigotes negros y abundantes, esponjosos, metido en un abrigo también negro. Fina Torres tenía 20 años y trabajaba con Mendoza en la agencia de noticias fundada por él mismo, Corresponsales Asociados, nombre excesivo para una firma en la que aparecían solo él y ella”.
VII.
A lo largo de las tres páginas siguientes, Jeudiel Martínez, sociólogo, periodista y narrador, entrega 9 notas sobre la Encuesta de Condiciones de Vida -ENCOVI-, en las que comenta cada una de las ediciones del estudio, entre los años 2014 y 2023. No es un resumen, ni tampoco un seguimiento de algunos temas específicos. En el mejor sentido de la palabra, se trata de sus impresiones, sus reacciones a cada una. Las sucesivas ENCOVI están entre los documentos esenciales sobre la vida venezolana a partir de 2014.
VIII.
En 2016, Rafael Sánchez (1950-2024), inquieto lector, reputado antropólogo e historiador venezolano, cuya trayectoria académica transcurrió en universidades de varios países, publicó Dancing Jacobins, a venezuelan genealogy of latinamerican populism, ensayo ampliamente elogiado por colegas y lectores expertos. Alejandro Martínez Ubieda nos ofrece su lectura del libro, todavía sin publicar en lengua española: “La mirada de Sánchez es efectivamente la del sociólogo que observa tanto hechos relevantes como hechos aparentemente menores de la vida social y política, y sobre esa base hace conexiones, revela vínculos, detecta paralelismos y de todo ello extrae explicaciones posibles, redescubrimientos, ángulos escondidos. Tiene también esa mirada mucho de indagación psicológica (,,,)”. Página 9.
IX.
Viene la página 10 con tres columnas:
· La de Roger Vilain (Café del día) que se estrena en esta edición, se titula El otro yo: “Como yo y mi otro yo el Dr. Jeckyll y Mr. Hyde son apócrifos entre sí. Antonio Machado y Juan de Mairena ni se diga. Si me apuras ahí tienes a Max Aub con Josep Torres Campalans así como a Rafael Bolívar Coronado, hijo celebrado de Villa de Cura y Luis Felipe Blanco Meaño, uno de sus seiscientos alter ego”.
· En nos vemos, la reportera Kaoru Yonekura, nos ofrece Nuestro Guantánamo: “Van demasiados días sin que a nuestros presos políticos se les permita recibir un libro, un abrazo y más de dos cartas semanales. Algunos de estos hombres tienen un año sin ver a los suyos, porque sus familias tuvieron que huir de Venezuela, y ni siquiera los han podido oír, porque en Rodeo I están prohibidas las llamadas”.
· Dedico Récipe para golosos a un ensayo cautivador, que debo a la sugerencia y generosidad de Lorena Bou Linhares: La noche de Getsemaní, de Massimo Recalcati. Su asunto: la traición a Jesucristo. “A Jesús le aman Judas y Pedro. Son seguidores y enamorados. Sin embargo, en Judas hay un desencanto político. Esperaba un gesto de Jesús a favor de los necesitados. Pero Jesús anda perdido en su narcisismo”.
X.
Que la buena fortuna les acompañe siempre.
Nelson Rivera