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Violeta Villar Liste

A partir del lunes 7 de marzo de 2022, los alumnos vuelven a las aulas físicas de las escuelas panameñas, luego de dos años de formarse a distancia o de manera semipresencial.

Este retorno significa retos ineludibles, entre otros, el emocional que involucra a niños y adolescentes, comunidad educativa y administrativa y padres y representantes.

De acuerdo con cifras del Ministerio de Educación (Meduca), en los centros educativos públicos están matriculados 98,716 niños en preescolar; en primaria, 464,260 escolares; premedia con 211,740 y, en el nivel medio, 158,374.

En el caso de los colegios de educación particular, las cifras son las siguientes: 14,581 en preescolar; 61,910 en primaria; premedia 30,735 y 27,159 estudiantes inscritos en media.

El Meduca ha ofrecido capacitaciones a los docentes, en el contexto de la Jornada Pedagógica regresando al aula con una buena salud mental, para que se brinde “una atención resiliente, oportuna y asertiva” a los estudiantes.

Un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que durante el primer año de la pandemia la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25%, con particulares efectos en la salud mental de los jóvenes, “quienes corren un alto riesgo de sufrir conductas suicidas y de autolesionarse”.

Abordamos esta perspectiva con varias miradas, entre otras, la de Ingrid Olivares, presidenta de la Fundación Basta de Acoso y Violencia Panamá, quien se refiere a la dimensión del bullying.

De igual modo, con María Ángela Tulipano de Oduber, psicóloga escolar y psicoterapeuta psicodinámica, integrante de la Fundación Relaciones Sanas.

Tulipano analiza que “los niños y los jóvenes están deseoso de volver a las aulas. Tenemos dos años en los cuales la mayoría de los colegios han estado sin clases. Esto traerá alegría, pero también ansiedad, ante estos nuevos encuentros con los compañeros porque no debemos dejar de recordar que han estado aislados, sin experiencia de contacto social”.

Importante recalcar, observa, que el aprendizaje es muy social: lo aprendemos en conjunto en comunidad, así se hace más significativo, por lo cual los niños necesitan volver a las aulas, a la experiencia en vivo.

Recordó que en relación con el virus de la covid-19, está documentado que las escuelas no son el principal foco de contagio y parte del movimiento de Regreso a clases, tanto a las entidades públicas como privadas, se fundamenta en acompañar una vuelta segura con vacunación y medidas de bioseguridad.

Para la Unicef la vuelta a clases presenciales resulta vital para los niños, en particular porque el confinamiento ha traído consecuencias en su salud mental y bienestar.

Según la encuesta de hogares del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dada a conocer en octubre 2021, “el 32% de los niños, niñas y adolescentes en Panamá sintieron molestias en su salud mental a raíz de la pandemia por covid-19 en el último mes.  Esto representa un aumento de 12 puntos en relación con noviembre 2020. En 8 de cada 10 hogares existe preocupación por el impacto de la pandemia en la salud mental de los niños y niñas”.

Regreso con actitud positiva

-¿Cómo se debería abordar al niño, al docente y a los padres para evitar el choque entre un modelo presencial y uno virtual?

-Pensemos en los tres actores: docentes, padres y niños. El niño es el artista principal, pero el padre ayudará a que el niño regrese con una actitud positiva, un nivel de ansiedad bajo, que no tenga miedo y acuda con la mente preparada para respetar las reglas del colegio.

Han estado dos años sin la estructura organizada, controlada y supervisada de las escuelas, reflexiona María Ángela Tulipano de Oduber.

Al padre de familia lo debemos ayudar a que esté tranquilo y confíe en el sistema, porque el Meduca está promoviendo, facilitando y capacitando en conjunto con Unicef y los organismos para que esta vuelta a clase sea organizada y saludable.

La especialista expresa preocupación por las largas horas de los jóvenes frente a las pantallas: ahora corresponde un proceso de desintoxicación “y no lo podemos hacer de la noche a la mañana: las rutinas y los hábitos toman tiempo”.

Explica que debemos estructurar desde ya, una práctica o establecer en familia horarios para despertarse.

De igual modo, considerar los temas de movilización hacia el centro educativo según la ubicación de la residencia.

Un cambio a la nueva realidad

 -La virtualidad impone una dinámica diferente a la realidad presencial…

-Regresaremos a una realidad que ya conocíamos, pero no será igual: los salones serán diferentes, con mascarillas y controles de higiene.

La relación de niños y adolescentes, entre ellos mismos y sus profesores, no implicará ese contacto tan estrecho y debemos prepararnos porque las manifestaciones de cariño y emoción se irán modificando por otro tipo de expresión.

De su experiencia con jóvenes que forman parte de la comunidad escolar que logró volver a las aulas, Tulipano de Oduber comenta que se quejan por el prolongado uso de la mascarilla.

“Que les daba calor o se sofocaban”, son parte de las expresiones.

De igual modo, es evidente que la educación presencial favorece mucho más el aprendizaje.

“Los niños pequeños están en un nivel muy vulnerable porque llevan un rezago al no adquirir las destrezas de lenguaje, comunicación y matemática, mientras tanto un adolescente te puede decir que esos amigos que eran muy cool, no son lo mismo ahora que los conocen”.

La disciplina de la educación presencial, el cierre de ciertas áreas como cafeterías y comedores, el comer en grupos y limitar los movimientos, son también circunstancias que comentan los alumnos a la vuelta del modelo virtual al presencial y pueden ser experiencias a considerar ya en este retorno masivo a clases.

Los tres grandes retos

La especialista divide en tres los grandes retos de esta vuelta a clases presencial: el social, emocional y de aprendizaje.

En el caso del aprendizaje, “vamos a encontrar estudiantes que pudieron aprovechar la escuela virtual y avanzaron relativamente: nunca será igual que estar de manera presencial, en particular en las etapas de primaria y secundaria”.

Destaca que para los chicos con dos años fuera del sistema presencial, el Meduca ha estructurado un plan de nivelación que impone paciencia y comprensión a los docentes mientras se logra el nivel óptimo.

En esta tarea, los gabinetes psicopedagógicos tendrán un gran reto de poder acompañar en el proceso de medición y evaluación.

Reconoce que el docente se enfrentará a niños con diferentes niveles de conocimiento y aprendizajes.

El docente, en las primeras cuatro o seis semanas, deberá realizara una evaluación más diagnóstica con énfasis en el repaso.

En el caso de los niños que a causa del impacto económico de sus padres deban migrar de un sistema privado a uno público, destaca la situación de duelo por dejar lo conocido, su comunidad educativa y compañeros.

Esta realidad ameritará paciencia y acompañamiento. “Los padres tendrán un rol importante al prepararlos y pedirles que lo vean como una experiencia, una oportunidad de conocer nuevos amigos y ambientes”.

En general, esta readaptación o cambio social traerá estrés y emociones porque se trata de un ir a lo desconocido, con efectos en las partes involucradas: padres, educadores y estudiantes.

La especialista recuerda que estos dos años de pandemia implicaron un corte y ahora se trata de retomar la normalidad de manera gradual, con un proceso de evaluación continua y sistematizado para poder entender el aprendizaje de la comunidad educativa y de la población.

Mensajes claves

Entre los mensajes claves de este proceso: “Estar conscientes que los estudiantes han estado fuera del sistema presencial, lo cual requiere de paciencia, de tener conciencia de la importancia de ayudarlos a volver en lo emocional y lo académico, a desarrollar este aprendizaje social de convivencia, de respeto y de tolerancia”, precisa Tulipano.

Los padres deben apoyar, preguntarles cómo se sienten, motivarlos y ofrecer siempre palabras de aliento.

Practicar las rutinas de levantarse, de programar el tiempo de movilización y de comidas, ayudará en este cambio.

El apoyo de la Fundación Relaciones Sanas

La Fundación Relaciones Sanas tiene como misión trabajar por la salud mental de la población en Panamá.

Como parte de sus programas, mantienen el dedicado a la Vida escolar sana, con el Plan de la mochila emocional, el cual brinda herramientas a los estudiantes para la sana convivencia social.

Este programa promueve la tolerancia, el respeto en el compartir, los límites, entender las emociones de los compañeros y la educación en este ámbito de docentes y padres de familia.

Alerta bullying

Ingrid Olivares, presidenta de la Fundación Basta de Acoso y Violencia Panamá, destaca, por su parte, que el retorno a clases presenciales también implica enfrentar el problema del bullying, que tiene como condición tres elementos: a una víctima, el acosador y el grupo que apoya o aplaude la acción de manera reiterada.

Un acoso recurrente, una víctima que no logra defenderse en el contexto de una relación de pares o iguales (caso de estudiantes) son las condiciones clásicas del bullying.

Reflexiona que el niño acosador por lo general “llega en la mochila a la escuela: si eres maltratado u ofendido en casa, creas una capa de poder y buscas agredir. Es decir, el bullying no nace en las escuelas; no llega de ti, llega a ti”.

Al respecto, Olivares destaca la necesidad de entrenar y empoderar a los docentes, a padres y representantes y a toda la escala de la comunidad: desde el señor del busito hasta quien limpia, para saber actuar y lograr una escuela o colegio libre de bullying.

Olivares documentó que en diciembre de 2016, bajo la coordinación general del Ministerio de Educación (Meduca) de Panamá, con el apoyo técnico de la Mesa de Trabajo para la prevención y atención del acoso escolar-Proyecto Escuela Segura No Al Bullying, con el apoyo de Fundamorgan, de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), de la Unicef, Fundación Amaneceres, Fundación Basta de Acoso y Violencia Panamá, Fundación Relaciones Sanas y Fundación Valórate, se crea el Protocolo de actuación ante situaciones de acoso escolar.

Este documento que genera el Proyecto Escuela Segura, establece siete pasos en la ruta del protocolo de actuación en situaciones de acoso escolar.

Una vez se descubre o informa de una situación de acoso escolar, las acciones deben ser inmediatas:

  1. Identificación del caso de acoso escolar
  2. Comunicación y documentación del caso de acoso escolar
  3. Intervención con los o las estudiantes implicad@s
  4. Comunicación con las familias
  5. Entrevistas con los o las acudientes
  6. Seguimiento
  7. Cierre del proceso

Estos siete pasos están documentados en la guía, con el apoyo de formularios, en la visión de convertirse en una herramienta efectiva hacia una escuela segura.

La vuelta a clases, entonces, y más allá de las implicaciones sanitarias a causa de la covid-19, es una oportunidad para establecer un nuevo espacio de relaciones que permita construir una escuela solidaria, fraterna y segura para un tiempo en reconstrucción que así lo demanda.

Violeta Villar Liste
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Copeme prioriza la nivelación de los aprendizajes como principal reto

El Consejo Permanente Multisectorial para la implementación del Compromiso Nacional por la Educación (Copeme) señaló en comunicado que el retorno de los estudiantes a las clases presenciales el 7 de marzo del 2022 es prioritario e indispensable para asegurar el derecho a aprender con calidad e inclusión de todos los niños, niñas y jóvenes.

“Las clases presenciales permitirán trabajar en la recuperación de las deficiencias y en superar los rezagos generados a consecuencia del periodo en que se mantuvieron cerradas las escuelas y pasamos a las clases a distancia, viéndose afectados, principalmente, los estudiantes que cursan los primeros años de estudio, los alumnos que pasaron de niveles educativos (parvulario, primaria, básica y media) y todos aquellos que viven en áreas de difícil acceso o son poblaciones vulnerables”, señala el Copeme.

Para ello, considera que será necesario que todos, como comunidad educativa, asumamos la responsabilidad de unir esfuerzos para que el retorno a clases sea productivo, seguro y logremos, juntos, las metas de nivelar los aprendizajes; garantizar las medidas de bioseguridad para evitar los contagios; preservar la salud y asegurar mantener las escuelas abiertas durante todo el año lectivo 2022.

Lo aprendido en los últimos dos años y las experiencias ganadas durante las clases a distancia serán de gran apoyo en la aplicación de buenas prácticas, tomando en cuenta que la tecnología es hoy un componente esencial de la educación, de la vida en sociedad y forma parte del día a día de la humanidad.

El Ministerio de Educación (Meduca) ha señalado que este año escolar está orientado a la recuperación de los aprendizajes, mediante una gestión pedagógica que fortalezca el desarrollo integral, socioemocional, la resiliencia y el logro de competencias en los estudiantes.

El Copeme, desde 2020, ha hecho énfasis en la retención y reinserción escolar y en la calidad de los aprendizajes en cualquier modalidad.

El Consejo continuará acompañando al Meduca, en su calidad de ente asesor, para seguir implementando los acuerdos del Compromiso Nacional por la Educación, cuya meta mayor es que Panamá cuente con un sistema educativo que garantice y promueva el ejercicio efectivo de acceder a una educación de calidad como derecho humano fundamental, y ofrecer un sistema educativo de calidad, incluyente y equitativo.

Espacio físico emocional

El Dr. Jorge Peren, arquitecto y urbanista, consultor en Diseño Sustentable y Eficiencia Energética, así como investigador y docente de la Universidad de Panamá (UP), considera que en este retorno a clases los espacios de recreación semi-abiertos (ventilados) como los gimnasios pudieran ser utilizados más para actividades de socialización o talleres.

De este modo se haría más sencilla la transición al aula.

El niño necesita perder el miedo, ganar confianza y poco a poco enfocarse en retomar la dinámica del aula convencional”.