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Durante la apertura del acto de presentación de resultados del Think Tank por la Educación habló de la educación que transformó su vida, de la preocupación por el incremento en la tasa de suicidios, de los cambios del Meduca y de la adquisición de computadoras

Por: Violeta Villar Liste

“No voy a negociar mi integridad”, subrayó en relación con el caso de la adquisición de las computadoras para todas las escuelas públicas del país

Se graduó en una escuela de la provincia de Colón. Le dijeron que si no tenía palanca no podría avanzar “y la vida me demostró que con educación no hay barreras que no puedas saltar”.

Es la ministra de Educación Lucy Molinar, quien también se dijo que si la vida le daba la oportunidad, lucharía porque la educación mejorara “y muchas personas tengan una oportunidad como la tuve yo”.

Estas palabras resumen su convicción de la necesidad de dar la pelea por la educación que cambia vidas y sí es un ascensor social.

Sus reflexiones las compartió durante la apertura del acto de presentación de resultados del Think Tank por la Educación, en la Universidad Latina de Panamá, una iniciativa que cuenta con el apoyo técnico de la Unicef y la Unesco.

La ministra de Educación lee las recomendaciones del Think Tank por la Educación

Reúne a más de quince organizaciones de la sociedad civil, incluidas las voces de estudiantes, padres de familia, docentes, expertos del sector empresarial y organismos de cooperación internacional.

Iniciaron sus encuentros a inicios del año 2024  para evaluar los desafíos educativos del  país y establecer acciones prioritarias de corto, mediano y largo plazo, resultados importantes de considerar en el contexto de una fecha: 10 de marzo, inicio del próximo año escolar 2025.

La ministra Lucy Molinar, en su discurso inaugural, habló de la educación que transformó su vida, de la preocupación por el incremento en la tasa de suicidios, los cambios del Meduca en alianza con docentes, personal administrativo y acudientes y de las razones para buscar un proveedor externo en el proceso de adquisición de las computadoras para las escuelas públicas de todo el país.

Poner de moda la educación

La ministra Molinar expresó que la educación es la única vía “y mientras no se ponga de moda tendremos a la juventud dependiendo de la suerte”

Habló de sus conversaciones con jóvenes de la comarca, quienes le han expresado sus dificultades con materias básicas.

Una de las estrategias que ha impulsado para mejorar la capacitación de los docentes, y así evitar que la historia de estos jóvenes se repita, es trabajar en redes.

El Equipo Nacional de Redes Educativas Docentes (ENRED) aglutina a los docentes según materia, y en red, para escucharlos y conocer sus propuestas.

Puso el ejemplo de una maestra “de la última escuela de Darién, fronteriza con Colombia”, quien junto a otra maestra colombiana generó estrategias para la enseñanza de la Matemática y compartió su experiencia.

Este ejercicio ha permitido generar un conjunto de buenas prácticas que aportan los propios docentes y no se imponen desde las oficinas.

“Cuando haces a las personas partícipes de la construcción de su propio futuro las personas son capaces de dar lo que tienen y un poco más”.

Queremos, sostuvo, mejorar el desastre de la educación.

“El desastre está en querer complacer a todo el mundo, decirle que sí a todo el mundo, ceder y querer quedar bien de espaldas a un sistema que lo único que necesita es que le den las herramientas para ser mejor”.

Cuando la gente del sistema se sienta parte del sistema, observó, entonces podremos hacer lo que sabemos y tenemos que hacer.

Dijo que no hay mejor manera de mejorar que a partir de la realidad “y quien conoce mejor la realidad de un aula es quien está todo el día en esa aula”, los maestros y maestras con quienes se desarrollará el cambio curricular.

Epidemia de suicidios

La ministra Molinar expresó su preocupación por “la epidemia de suicidios y muchos intentos de suicidio”, ocurridos el año pasado.

Incluso logró hablar con un pequeño de solo 11 años de edad, quien por fortuna se salvó.

“Me cansé de vivir”, le respondió a la pregunta de la ministra sobre las razones para no querer estar más.

Esta respuesta, y esta tragedia que representa el suicidio, es una razón que la impulsa a dar prioridad a establecer  más gabinetes psicopedagógicos y así ofrecer atención a tantos niños, niñas y jóvenes que se pueden salvar si el profesional llega a tiempo.

Acreditación universitaria

En relación con la educación universitaria, pidió a las organizaciones del Think Tank apoyar el cambio que aspira a impulsar en la legislación.

“Cuando me fui de Meduca cambiaron la Ley de Acreditación Universitaria y se relajó todo. Tenemos que volver a la exigencia del principio, de lo contrario estaremos condenando a nuestra juventud; a quien no tiene un título respaldado por una capacitación de altura. Tenemos que volver a la exigencia del principio; eso no debe ser negociable”.

Caso de las computadoras

La ministra de Educación hizo referencia al proyecto de entrega de laptops a los estudiantes de 7º a 12º grado de las escuelas públicas de todo el país.

“Meduca era una fuente de negocio para mucha gente; estamos intentando ordenar la casa porque el negocio se acabó”, afirmó.

Dijo que debió buscar un jugador externo (internacional) porque tanto los proveedores establecidos en el convenio marco como los del mercado, se ponía de acuerdo y ofrecían el mismo precio.

Este proveedor internacional le permitía licitar los ordenadores para los docentes por $450 y $350 en el caso de los estudiantes versus $1,200 y $800 (respectivamente).

“Ya saben que no vamos a ceder: el Presidente y el Gabinete salieron a respaldarme”, sostuvo.

En relación con el internet para las escuelas, dijo que lograron un precio de $59 millones en cinco años, contra los $1,585 millones de la tarifa acordada en la llamada red multinacional de servicio que había creado el gobierno anterior.

“No voy a negociar mi integridad”, subrayó.

Reflexionó que las decisiones en educación son muy duras e involucran intereses, pero el país necesita personas que quieran la educación y «la quieran de verdad».

Por: Violeta Villar Liste | [email protected]