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Con información de la OMS

La Conferencia de las Partes en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco inaugura hoy su noveno período de sesiones (COP 9).

Un punto importante que deben debatir las Partes es una posible nueva estrategia de financiación, considerada como un posible medio de fortalecer y ampliar el apoyo que se puede ofrecer a las Partes en el tratado mundial sobre la salud.

Se espera que las Partes en la COP9 consideren cómo abordar un problema común descrito por muchos países: la falta de recursos financieros suficientes para fortalecer adecuadamente las medidas de control del tabaco.

Esto significará que un plan para establecer un fondo de inversión de capital es una de las principales en la agenda de la COP9. Las Partes decidirán sobre la adopción de un mecanismo de nuevas fuentes de ingresos para ayudar a combatir la epidemia de tabaquismo artificial.

La propuesta ofrece la oportunidad de recaudar un objetivo de 50 millones de dólares estadounidenses para el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS).

Se propondrá la adopción de un fondo similar en la segunda sesión de la Reunión de las Partes en el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco que tendrá lugar a finales de este mes, pero en el caso del Protocolo, el fondo propuesto será de 25 millones de dólares estadounidenses para fortalecer la implementación de ese tratado.

Si bien la industria tabacalera busca provocar confusión y se presenta falsamente como una solución al consumo nocivo de tabaco, se espera que las Partes en el Convenio continúen impulsando la implementación integral del CMCT de la OMS como la solución real a la epidemia de tabaquismo.

Adriana Blanco Marquizo dice: «El tabaco plantea un problema continuo para las iniciativas de desarrollo, porque golpea más duramente a los más vulnerables y sobrecarga los sistemas de salud, particularmente durante la pandemia de COVID 19».

Los debates de la COP9 del 8 al 13 de noviembre reúnen a las Partes, en representación de países, organismos de las Naciones Unidas, otras organizaciones intergubernamentales y la sociedad civil.

Los participantes intercambiarán sus experiencias en la implementación de medidas de control del tabaco y la reducción de la prevalencia del consumo de tabaco.

También buscarán estrategias que mejoren los esfuerzos de control del tabaco, en medio de los intentos de la industria tabacalera de interferir en el fin de la epidemia de tabaquismo que está matando a más de 8 millones de personas anualmente.

El más reciente Informe sobre la marcha de los trabajos mundiales, presentado la semana pasada, también se ha preparado para la Conferencia. 

Un total de 148 Partes informaron sobre las medidas amplias de control del tabaco contenidas en el tratado. Por ejemplo, en relación con los progresos realizados en relación con el artículo 11, dos tercios de las Partes confirmaron que las advertencias sanitarias requeridas se muestran en los envases de los productos de tabaco y 17 países confirmaron que han adoptado los requisitos para el empaquetado genérico de los productos del tabaco.

Las partes han informado que han tenido dificultades para introducir prohibiciones integrales de publicidad, promoción y patrocinio.

Muchos de ellos observan que la injerencia de la industria tabacalera persiste y sigue planteando un obstáculo importante para las Partes en su aplicación del Convenio.

En su discurso de apertura de la COP9, la Dra. Adriana Blanco Marquizo, jefa de la Secretaría de la Convención, se refirió a la COP 26 en curso, sobre Cambio Climático.

Existen paralelismos importantes entre la Convención Marco sobre el Cambio Climático y el CMCT de la OMS.

Adriana Blanco Marquizo dijo: «Ambos tratados tienen como objetivo proteger a las generaciones presentes y futuras.

Está claro que el tabaco daña el medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida, desde los cultivos hasta los residuos post-consumo, contribuyendo a la deforestación, la desertificación, las emisiones de efecto invernadero y la contaminación plástica.

Pero probablemente el punto más importante compartido en ambas COP es que la epidemia de tabaquismo y el cambio climático son provocados por el hombre y prevenibles».

El CMCT de la OMS es el primer tratado internacional jurídicamente vinculante para promover la salud pública, fue negociado bajo los auspicios de la OMS y adoptado en 2003 y desde entonces ha sido un instrumento jurídico clave para apoyar a las Partes en su búsqueda por promover la salud pública y poner fin a la epidemia de tabaquismo.

Desde su entrada en vigor en 2005, el Convenio ha sido un instrumento poderoso en los esfuerzos mundiales de control del tabaco, lo que ha dado lugar a estrategias y leyes nacionales que han reducido la prevalencia del consumo de tabaco y las ventas de productos de tabaco, incluida la protección de los menores y la población en general mediante la promulgación de leyes libres de humo en el público cerrado y en los lugares de trabajo, prohibiciones generales de la publicidad del tabaco, promoción y patrocinio y la implementación de grandes advertencias gráficas y empaquetado genérico.

Inmediatamente después de la COP9, se convocará la segunda Reunión de las Partes en el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco, del 15 al 18 de noviembre de 2021.

El Protocolo es un tratado separado que amplía el artículo 15 del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS).

Con información de la OMS