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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado sus directrices sobre el uso de mascarillas en entornos comunitarios, los tratamientos contra la COVID-19 y el manejo clínico, como parte de un proceso continuo de revisión de dichos materiales, trabajando con grupos de desarrollo de directrices compuestos por expertos internacionales independientes que consideran la evidencia más reciente disponible y la epidemiología cambiante.

Las mascarillas siguen siendo una herramienta clave contra COVID-19

La OMS sigue recomendando el uso de mascarillas por parte del público en situaciones específicas, y esta actualización recomienda su uso independientemente de la situación epidemiológica local, dada la propagación actual de la COVID-19 a nivel mundial.

Se recomiendan las máscaras después de una exposición reciente al COVID-19, cuando alguien tiene o sospecha que tiene COVID-19, cuando alguien tiene un alto riesgo de COVID-19 grave y para cualquier persona en un espacio abarrotado, cerrado o mal ventilado.

Anteriormente, las recomendaciones de la OMS se basaban en la situación epidemiológica.

Al igual que en las recomendaciones anteriores, la OMS informa que hay otros casos en los que se puede sugerir una mascarilla, sobre la base de una evaluación del riesgo. Los factores a considerar incluyen las tendencias epidemiológicas locales o el aumento de los niveles de hospitalización, los niveles de cobertura de vacunación e inmunidad en la comunidad, y el entorno en el que se encuentran las personas.

Reducción del período de aislamiento para pacientes con COVID-19

La OMS aconseja que un paciente con COVID-19 puede ser dado de alta del aislamiento antes de tiempo si da negativo en una prueba rápida basada en antígenos.

Sin pruebas, para los pacientes con síntomas, las nuevas directrices sugieren 10 días de aislamiento a partir de la fecha de inicio de los síntomas. Anteriormente, la OMS aconsejaba que los pacientes fueran dados de alta 10 días después del inicio de los síntomas, más al menos tres días adicionales desde que sus síntomas se habían resuelto.

Para aquellos que dan positivo por COVID-19 pero no tienen ningún signo o síntoma, la OMS ahora sugiere 5 días de aislamiento en ausencia de pruebas, en comparación con los 10 días anteriores.

El aislamiento de las personas con COVID-19 es un paso importante para evitar que otros se infecten. Esto se puede hacer en casa o en un centro dedicado, como un hospital o clínica.

La evidencia considerada por el grupo de desarrollo de la guía mostró que las personas sin síntomas tienen muchas menos probabilidades de transmitir el virus que aquellas con síntomas. Aunque de certeza muy baja, la evidencia también mostró que las personas con síntomas dadas de alta en el día 5 después del inicio de los síntomas corrieron el riesgo de infectar tres veces más personas que las dadas de alta en el día 10.

Revisión de los tratamientos contra la COVID-19

La OMS ha ampliado su firme recomendación para el uso de nirmatrelvir-ritonavir (también conocido por su nombre comercial ‘Paxlovid’).

Las mujeres embarazadas o lactantes con COVID-19 no grave deben consultar con su médico para determinar si deben tomar este medicamento, debido a los “beneficios probables” y la falta de eventos adversos que se han informado.

Nirmatrelvir-ritonavir fue recomendado por primera vez por la OMS en abril de 2022. La OMS recomienda encarecidamente su uso en pacientes con COVID-19 leve o moderado que corren un alto riesgo de hospitalización. En diciembre de 2022, el primer productor genérico del medicamento fue precalificado por la OMS.

La OMS también revisó la evidencia sobre otros dos medicamentos, sotrovimab y casirivimab-imdevimab, y mantiene recomendaciones firmes contra su uso para tratar la COVID-19. Estos medicamentos con anticuerpos monoclonales carecen o tienen una actividad disminuida contra las variantes actuales del virus en circulación.

Actualmente existen 6 opciones de tratamiento comprobadas para pacientes con COVID-19, tres que previenen la hospitalización en personas de alto riesgo y tres que salvan vidas en personas con enfermedad grave o crítica. A excepción de los corticosteroides, el acceso a otros fármacos sigue siendo insatisfactorio a nivel mundial.

Comunicado OMS