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Comunicado OPS

Esta colaboración permitirá dar respuesta a pandemias, así como la movilización del personal de salud, y acciones conjuntas para hacer frente al cambio climático y la resistencia a los antimicrobianos y promover la salud de migrantes y refugiados

«Los países de las Américas siguen luchando contra las desigualdades en el acceso a la salud, la educación y la protección social, al tiempo que se enfrentan a cambios demográficos significativos, incluido el envejecimiento de la población que necesita atención social y de salud a largo plazo», señaló el director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, en una sesión organizada por la Alianza M8, la Universidad George Washington y la Universidad de Montreal, en el contexto de la reciente Cumbre Mundial de la Salud 2023, celebrada en Berlín.

Durante la ponencia titulada, «Lecciones transatlánticas para la salud mundial: De DC a Berlín», abordó que estos obstáculos suponen un enorme reto para la sostenibilidad de los sistemas de salud de la región, que sólo puede abordarse mediante asociaciones estratégicas, como el acuerdo firmado entre la OPS, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de los Estados Unidos y la Oficina Regional para Europa de la OMS a principios de este año.

La colaboración tripartita pretende impulsar una agenda de salud común, que incluya redes para movilizar la capacidad en Europa y las Américas para la respuesta a pandemias, así como la movilización del personal de salud, y acciones conjuntas para hacer frente al cambio climático y la resistencia a los antimicrobianos y promover la salud de migrantes y refugiados.

También pretende optimizar el compromiso para desarrollar la capacidad de producción regional de medicamentos, vacunas y tecnologías sanitarias – una lección de la pandemia de COVID-19, que dejó a muchos países de América Latina y el Caribe vulnerables con suministros sanitarios limitados.

Si bien la alianza podría beneficiar a los países más vulnerables de las Américas, el director de la OPS también destacó las áreas en las que la experiencia regional podría beneficiar a otros. Recordó que, durante más de 40 años, los países de las Américas han mancomunado la adquisición de vacunas a través de los Fondos Rotatorios Regionales de la OPS, y la ventaja es «evidente en la eliminación en la región de varias enfermedades prevenibles por vacunación, y el continuo control y la prevención del VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria».

Además, el Campus Virtual de la OPS -una plataforma educativa diseñada para mejorar la cooperación técnica con los Estados Miembros- llega a más de 2,5 millones de trabajadores de la salud en la región, añadió el doctor Barbosa, creando capacidad en la prevención y el manejo de la COVID-19, ampliando el acceso a la atención y el tratamiento de las enfermedades no transmisibles (ENT) y fortaleciendo la capacidad regulatoria en los países, entre otros.

«Sé que a medida que nuestras regiones sigan participando en foros como la Cumbre Mundial de la Salud, tanto aquí en Berlín como en Washington D.C., podremos seguir beneficiando la salud y el bienestar de todos los pueblos de las Américas y Europa», afirmó.

Durante el acto, Loyce Pace, subsecretaria de Asuntos Mundiales del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, reiteró que este tipo de marcos de colaboración nos permiten acercarnos y tomar medidas concretas en cuestiones prioritarias, como el enfoque de «Una sola salud», pero también acelerar el progreso en áreas como el desarrollo de productos médicos.

El doctor Gundo Aurel Weiler, director de Apoyo a los Países de la Oficina Regional para Europa de la OMS, subrayó que la COVID-19 mostró lo estrechamente vinculados que están los países en sus problemas de salud internos. Entre ellos se encuentran la desinformación sanitaria, la preparación ante las pandemias y la desigualdad, y unas alianzas sólidas permitirían mantener la salud «en el centro del desarrollo social y económico» de la agenda mundial, consideró.

Refiriéndose al papel clave del mundo académico a la hora de aportar la investigación, los datos y la innovación necesarios para afrontar los retos de salud mundiales, la doctora y profesora  Hélène Boisjoly, miembro del Consejo de Administración y exdecana de Medicina de la Universidad de Montreal (Canadá), reiteró que, para construir sistemas de salud basados en las necesidades de las personas, sería clave la colaboración entre el sector de la sanidad pública, el mundo académico y la industria.

«Es evidente que necesitamos establecer colectivamente un enfoque de colaboración para reforzar la seguridad, la equidad y la arquitectura sanitarias mundiales que compartimos», dijo el Director de la OPS en su discurso de clausura. «Si no tenemos en cuenta las desigualdades, ninguna política de salud pública tendrá éxito. Si no identificamos las barreras -culturales, sociales o económicas- y desarrollamos estrategias para abordarlas, siempre dejaremos atrás a algunos grupos de población», afirmó.

Durante la Cumbre Mundial de la Salud 2023, el doctor Barbosa también presentó la Iniciativa de Eliminación de la OPS, cuyo objetivo es poner fin a más de 30 enfermedades transmisibles y afecciones relacionadas en las Américas para 2030, entre ellas la malaria, la transmisión maternoinfantil del VIH y el cáncer de cuello uterino, junto con varias enfermedades tropicales desatendidas.

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