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Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena | Oftalmólogo retinólogo

Egresada de Medicina en la Universidad Latina de Panamá. Con especialización en Oftalmología en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en la Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Carlos Ardila Lulle (Bucaramanga, Colombia). Estudios de retina y vítreo en la Universidad Del Rosario, Fundación Oftalmológica Nacional (Bogotá, Colombia). Es miembro adjunto de la Academia Americana de Especialistas en Retina (ASRS), la Asociación Americana de Oftalmología  (AAO), la Sociedad Colombiana de Oftalmología (SCO), la Asociación Panamericana de Oftalmología (PAAO) y la Sociedad Panameña de Oftalmología  (SPO).
En instagram: @retinapanama 

La diabetes es una enfermedad que puede afectar la capacidad del organismo de producir o utilizar adecuadamente la insulina para poder mantener niveles adecuados de azúcar en la sangre. La glucosa o azúcar elevada en nuestra sangre por un tiempo prolongado puede conllevar a daños en distintos órganos de nuestro cuerpo.

La diabetes afecta la microcirculación de nuestro cuerpo, el corazón y los riñones. Al mencionar la microcirculación, esto incluye los vasos sanguíneos de nuestros ojos. Lamentablemente, este cambio puede desencadenarse inclusive con buenos niveles glicémicos del paciente diagnosticado como diabético. La diabetes es la principal causa de ceguera prevenible en los pacientes en edad productiva.

Los datos indican que cerca del 90% de las alteraciones visuales que se producen en el paciente diabético pueden prevenirse.

Lo más importante es el control y detección temprana de la enfermedad por eso insistiré en mencionar que los pacientes diabéticos deben ser valorados anualmente por oftalmología.

La alteración o disminución visual de los pacientes diabéticos muchas veces se presentan en estadíos avanzados de la enfermedad, por lo tanto, si deciden consultar cuando su visión está comprometida/disminuida ya es tarde. Más de la mitad de los pacientes diabéticos no asisten a sus controles oftalmológicos anuales.

¿Qué puede causar la diabetes en tus ojos?

  1. Retinopatía diabética. En la parte posterior de nuestro ojo se localiza una estructura altamente especializada, considerada parte del sistema nervioso, llamada la retina. En esta estructura se pueden afectar los vasos sanguíneos ya sea con inflamación o cierre completo de los mismos, causando una serie de alteraciones que pueden llegar a complicarse comprometiendo significativamente la visión de los pacientes, pudiendo desencader inclusive ceguera. El no control sistémico adecuado aumenta el riesgo de sufrir de esta enfermedad, y este riesgo aumenta el tiempo que tenga el paciente diagnosticada su diabetes.
  • Edema macular diabético. Como ya lo mencionamos en la diabetes se alteran los vasos sanguíneos de la retina, y esto incluye una zona central altamente especializada de la retina que se llama la mácula. Cuando se presenta acumulación de líquido sobre esta zona por inflamación se produce disminución de la visión que pueder leve o severa.
  • Cataratas. Cuando se acumula en gran medida el azúcar o glucosa en la sangre sucede lo mismo dentro del ojo y esto puede acelerar la aparición temprana y carácterística de cataratas. El manejo de las cataratas diabéticas es el mismo que ya conocemos, cirugía, pero teniendo claro que el comportamiento de los pacientes diabéticos durante y después de la cirugíano es igual a un paciente que no es diabético, ya que se inflaman más y tienen mayor riesgo de sufrir de infecciones. Si se logran mantener niveles adecuados del azúcar la aparición de cataratas se enlentece.
  • Glaucoma. Cuando hablamos de glaucoma nos referimos a un daño al nervio óptico, es decir, una neuropatía. El nervio óptico comunica el globo ocular al cerebro, si algo afecta esta comunicación se pueden alterar parcial o completamente la visión. Si eres diabético tienes el doble de probabilidad de sufrir de glaucoma.

Entre otros aspectos, la diabetes puede causar fluctuaciones en la visión o visión borrosa y esto se presenta por fluctuaciones rápidas de la glucosa. En este caso cuando la azúcar se logra controlar la visión también se estabiliza y la visión borrosa desparece. Por esta razón es que mientras los pacientes diabéticos no tengan un adecuado control de sus niveles sistémicos de azúcar, no se recomienda cambiar los anteojos.

Tener diabetes también aumenta el riesgo de sufrir isquemias u oclusiones venosas de la retina.

La manera de poder evitar todas estas complicaciones arriba mencionadas causadas por la diabetes es mantener un buen control sistémico, quiere decir, su azúcar.

De igual manera, asista de manera frecuente y organizada a sus controles oftalmológicos donde le deben realizar un examen bajo dilatación pupilar donde podrán valorar completamente su retina. Recuerde que llevar una vida sana, incluye realizar ejercicios de forma regular y mantener una dieta adecuada.

Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena | Oftalmólogo retinólogo