fbpx
Sobre el mundo que conecta el laboratorio con la vida, conversó parte del equipo de la familia del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES), en el Café Científico “Epidemiología, investigación y vigilancia de virus circulantes en Panamá”, iniciativa de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt). En esta entrega de cinco (una por cada ponente), la intervención del Dr. Jean Paul Carrera, titulada “Reconstruyendo la historia y parámetros epidémicos ajustando datos serológicos a la estructura de edad”

Por: Violeta Villar Liste

El Dr. Carrera, hacia el futuro y a modo de conclusión, afirmó que los estudios transversales de seroprevalencia son de rápida implementación, bajo costo y aportan información invaluable sobre la frecuencia de la enfermedad y riesgos.

Si en su familia hay antecedentes de cáncer o diabetes, su médico le indicará acciones para prevenir o tratar mejor la enfermedad.

Igual ocurre con el brote de una enfermedad: saber cuántas personas la sufrieron en el pasado, o cómo se manifestó, ayuda a diseñar mejores políticas de salud.

De manera científica, conocer este pasado de la enfermedad, para entender su presente y proyectar el futuro, se denomina estudio de seroprevalencia o proporción de personas que sufren la dolencia en relación con la población analizada, luego del análisis de sueros.  

Sero significa justamente suero y el serotipo la variedad identificada de un microorganismo  luego del análisis serológico.

Estos temas son cada vez más cercanos y, de hecho, el apoyo comunitario en provincias como Darién, ha permitido detectar nuevos patógenos.

Sobre este mundo que conecta el laboratorio con la vida, conversó parte del equipo de la familia del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES), en el Café Científico “Epidemiología, investigación y vigilancia de virus circulantes en Panamá”, iniciativa de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).

Participaron las y los siguientes investigadores con sus líneas de trabajo:

  • Dr. Jean Paul Carrera. “Reconstruyendo la historia y parámetros epidémicos ajustando datos serológicos a la estructura de edad”.
  • Dr. Alexander Martínez.“Avances y futuro de la vigilancia genómica de microorganismos en Panamá”. 
  • Dra. Leyda Ábrego Sánchez.  “Epidemiología molecular de otros virus respiratorios menos frecuentes en Panamá”. 
  • Mgtr. Danilo Franco. “Vigilancia de virus respiratorios en Panamá: Contribuciones científicas y avances recientes”. 
  • Dra. Sandra López. ¿Cómo la vigilancia epidemiológica de virus se complementa con la investigación en inmunología para caracterizar los virus emergentes y las enfermedades que causan?
Dr. Alexander Martínez, Dr. Jean Paul Carrera, Dra. María E. Barnett de Antinori, Dra. Leyda Ábrego, Dra. Sandra López, Ing. Milagro Mainieri (Senacyt), Dra. Rosalba González y Mgtr. Danilo Franco

Este Café Científico de la Senacyt se concibió como “una plataforma para el intercambio de conocimientos y la discusión sobre temas cruciales para la salud pública en Panamá”, al escuchar a “los investigadores del Icges compartir sus hallazgos y perspectivas” que fortalecen “la vigilancia epidemiológica y la capacidad de respuesta ante virus circulantes y emergentes”.

En esta primera entrega de cinco, compartimos los aspectos más destacados de la ponencia del Dr. Jean Paul Carrera, “Reconstruyendo la historia y parámetros epidémicos ajustando datos serológicos a la estructura de edad”.

El Café Científico “Epidemiología, investigación y vigilancia de virus circulantes en Panamá” contó con amplia participación de comunidad médica, científica, docentes y estudiantes. De izquierda a derecha: Dra. María E. Barnett de Antinori, subdirectora del Instituto Gorgas junto a la Dra. Luz Cruz, coordinadora de proyectos de la Senacyt y del Café Científico; Dr. Xavier Sáez Llorens (en la imagen del centro), quien expresó su admiración y reconocimiento a la calidad de la investigación que genera el Instituto Gorga. Parte de los asistentes, quienes hicieron preguntas a los ponentes

¿Cómo funciona el sistema de vigilancia del salto (spillover) de arbovirus emergentes?

El Dr. Jean Paul Carrera ofreció una perspectiva general del sistema de vigilancia del salto (spillover) de arbovirus emergentes que detecta cómo los virus que son transmitidos por artrópodos, tipo mosquitos o garrapatas, pueden pasar, o saltar, de animales a humanos.

Hay varios sistemas que utilizan para lograr descubrir estos “saltos” que pueden ser el inicio de un brote (recordar COVID-19).

Los animales centinelas ayudan en esta tarea. “Cuando detectamos un patógeno, a menudo ya ha pasado mucho tiempo desde su aparición, lo que dificulta la respuesta oportuna. Por ello, utilizamos animales centinelas para identificar rápidamente los patógenos, sus reservorios (dónde viven) y sus vectores (cómo se transmiten)”,  explicó.

Con estas “trampas centinela”  es posible ver cómo los animales (al actuar en calidad de hospederos) atraen a diferentes tipos de mosquitos y se comprueba el paso de un patógeno de una especie a otra.

Monitorear las enfermedades en animales es otra estrategia que le ha permitido al equipo del Dr. Carrera aislar y caracterizar varios virus en la región del Darién, algunos conocidos por afectar a humanos y otros nuevos.

Este trabajo se realiza bajo la perspectiva de Una Sola Salud que incluye salud humana, animal y el ambiente.

Una vez en poder de esta información, acuden al sistema de vigilancia humano y buscan de manera prospectiva estos patógenos, es decir, con la visión de anticipar los brotes y evitar que se conviertan en epidemias.

Ya con los virus, usando métodos genómicos, pueden reconstruir sus genomas y diseñar estrategias de detección molecular. Es como ver “el alma” de los virus.

En Darién la comunidad es un pilar de la vigilancia epidemiológica

El Dr. Jean Paul Carrera con parte del equipo de investigación destinado al brote de Oropouche en Darién

El Dr. Carrera destacó la importancia de trabajar con la comunidad de la provincia de Darién.

“A Darién lo hemos estratificado en alto bosque, muy alto bosque, bajo bosque y muy bajo bosque. Partimos de una hipótesis: aquellas personas que viven cerca de áreas boscosas tienen más riesgo”.

La comunidad participa activamente en el monitoreo y reporta si alguien o sus animales tienen enfermedades, lo que permite una rápida respuesta al informar al sistema de salud.

El experto dijo que es fundamental identificar brotes de enfermedades y reconstruir el pasado para estimar su impacto. Miden tasas de ataque, seroprevalencia, y la dinámica de transmisión para entender factores de riesgo y la inmunidad de las comunidades.

Por ejemplo, en el caso del virus de Oropouche, Panamá lo tiene de manera endémica. Ante nuevos casos, surgen las preguntas de investigación que están en estudio en la actualidad: ¿esa inmunidad innata es capaz de limitar la expansión o severidad en la población panameña? ¿podemos anticipar el impacto de la producción de un patógeno? Si aplicamos una intervención, ¿cuál es el impacto que podría tener?

Retos para el estudio de brotes todavía no detectados o pasados

El investigador del Instituto Gorgas comparte que hay tres retos vinculados con estos brotes que no han sido detectados o, desde el pasado, aportan información valiosa:

  • El subregistro y el sesgo de información: casos leves o asintomáticos no suelen ser detectados por el sistema.
  • Limitaciones en muestras biológicas: dificultad para obtener muestras representativas luego del brote
  • Falta de datos detallados: registros clínicos e información epidemiológica que puede ser incompleta o imprecisa

Por fortuna, explica que hay estrategias matemáticas al alcance de la ciencia que ayudan en estudios transversales a determinar, ajustando el resultado de seroprevalencia a la edad de las personas, a determinar el posible impacto de un patógeno en una población.

“También hay maneras de estimar la tasa a la cual estos individuos se están infectando. Estos cálculos se llaman la fuerza de infección y es la tasa a la cual los individuos susceptibles se infectan. Viendo la fuerza de infección, y la estratificación serológica, podemos determinar escenarios endémicos de alta, mediana o baja transmisión”.

Un ejemplo: las encefalitis equinas en Panamá.

En 2010 ocurrió un brote de encefalitis equina, en algunos casos asociado a humanos. Fue la pregunta de investigación en relación con este caso: ¿El brote de encefalitis equinas es realmente un evento de emergencia o pasó desapercibido para el sistema de vigilancia panameño? Realizaron encuestas serológicas y, en un trabajo con el Dr. Blas Armién del Ministerio de Salud (Minsa), pudieron remontarse 50 años hacia el pasado.

Concluyeron que luego del año 2000 existe en el país una emergencia y transmisión sostenida de las encefalitis en el Darién.

Mirada hacia el futuro

Un equipo dedicado a conocer el origen del Oropouche y de otros virus

El Dr. Carrera, hacia el futuro y a modo de conclusión, afirmó que los estudios transversales de seroprevalencia son de rápida implementación, bajo costo y aportan información invaluable sobre la frecuencia de la enfermedad y riesgos.

“Pueden ser utilizados para reconstruir el pasado de una epidemia y dar luces en relación a la magnitud, intensidad e inclusive evaluación de las intervenciones”.

Son tan valiosos que proporcionan datos dinámicos para establecer intervenciones cruciales en el control de un brote.

Desde el pasado, y hacia el futuro, “el descubrimiento prospectivo de patógenos” bajo el enfoque de Una Sola Salud, “proporciona una base sólida para guiar estudios seroepidemiológicos, reconstruir brotes y prepararnos para futuras epidemias”.


Ver otros reportajes del Dr. Jean Paul Carrera publicados en La Web de la Salud: