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La Sociedad Venezolana de Salud Pública señaló ver con gran preocupación “que en días recientes el gobierno de Venezuela, proponga la utilización de moléculas candidatas a vacunas contra la covid-19, que aún no cumplen los requisitos mínimos vigentes, tales como Abdala y Soberana 2, sin los respaldos académicos, técnicos científicos adecuados, y sobre todo su uso en poblaciones infantiles”. 

En comunicado público, suscrito por el Dr. Saúl Peña, presidente de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y el Dr. José Emilio Reyes, vicepresidente de la corporación, destacan “la necesidad imperiosa de ser prudentes en la toma de decisiones por parte del ente rector de la salud en el país y se acompañen en forma y fondo, por demás ajustadas a la luz de los conocimientos actuales y aún menos para su inclusión en forma masiva en el esquema de inmunizaciones de nuestros niños, hasta tanto no se cumplan a cabalidad con estas medidas de eficacia y seguridad ya mencionadas”.

Es importante destacar, indican en el comunicado, que las vacunas, como producto utilizado para conseguir una inmunización activa artificial, con la capacidad de generar una respuesta inmune específica) para prevenir enfermedades transmisibles, deben cumplir exigentes pruebas que abarcan componentes técnicos, inmunológicos, científicos que garanticen su eficacia y sobre todo la seguridad en grandes grupos humanos, antes de plantearse el uso las poblaciones. 

“Además de cubrir estos exigentes modelos, se incluye la publicación de los resultados en revistas de reconocido prestigio, los cuales se someten a profundas revisiones previas. 

Adicionalmente se valora la opinión de los entes regulatorios mundiales (OMS, FDA, EMA…) quienes tienen la competencia de evaluar esos importantes aspectos de las fases del proceso de investigación, así como todos los procesos de fabricación, manufactura, conservación, de esos productos. 

Luego de haber dado cumplimiento a todas las etapas previstas para la evaluación de la eficacia y seguridad de las vacunas, entran en consideración otros atributos que rigen la práctica de la medicina moderna, como son los componentes éticos de la misma, acordado por las naciones para garantizar las buenas prácticas y ser garantes de ellas ante las naciones”. 

Al respecto, estas vacunas todavía no cuentan con el aval de ninguna autoridad regulatoria mundial ni tampoco con estudios publicados, situación que explica la preocupación de esta sociedad científica que se suma al pronunciamiento previo de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela.

Con información de la Sociedad Venezolana de Salud Pública