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Violeta Villar Liste

Enamorada de la textualidad sonora de la poesía, Priscilla Gómez, ingeniera en Electrónica, escritora y declamadora, decidió compartir este gusto por la voz poética al crear su podcast Entre poesías y poetas.

Creyó que estaba sola en esta querencia hacia el verso y por fortuna se equivocó: en menos de un año, su podcast se escucha en 40 países.

Los seguidores de esta chiricana formada en la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP),  interactúan  en sus redes sociales y le demuestran que ponerle voz a las poesías que ama es encontrar que el verso es un romántico que no pasa de moda.

Ahora va por más. Porque si el verso no pasa de moda, mucho menos el libro, ese inmortal que resiste en la revolución digital y ahora, de la mano de Priscilla Gómez, se convierte en Panamá en versos, antología poética (editorial Portobelo) que se presentará a propósito del Bicentenario de la República, este 13 de noviembre, en El Rincón Español, en David, Chiriquí.

El lanzamiento es en grande, en una producción audiovisual de Mansion Studio, con Celia Saldaña como maestra de ceremonia. Participan: José Segovia (foto-arte); Quelvin Delgado en la musicalización y Mónica Henríquez con danza clásica.

Este libro, con una versión audible en artística coherencia con una voz que declama con la misma pasión de quienes escribieron los versos, rinde honor a la Patria, “a mi Patria, exaltando poesías escritas por ilustres panameños dedicadas a nuestro pedacito de tierra”.

En el texto explica que Panamá ha visto nacer excelentes poetas, que se inspiraron en nuestro país para escribir versos que han trascendido de generación en generación. 

Hoy busco, humildemente contribuir con la difusión de estas poesías, que forman parte de mi vida, para que también formen parte de la tuya”.

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Diez fueron las poesías seleccionadas, vinculadas a ese lugar que guarda en su memoria. “La selección fue sumamente difícil”, reconoce y la idea es acercarse a este texto híbrido: muy físico y muy verbal, de quien también forma parte del Club de Lectura Abierto de Panamá.

La escritura que vendrá

¿Qué ha sido lo más gratificante e inesperado con la construcción de este libro?

– Lo más gratificante es el equipo de trabajo que se ha sumado a este proyecto, porque lo han tomado como propio, y esto me deja ver que la cultura tiene esperanza. Lo más inesperado, es el respaldo del público: no sabía cuánto le gustaba la poesía a la gente.

-¿De lo verbal al discurso textual hay un trecho o todo un compromiso por lograr la exactitud del análisis?

-Sí hay un trecho: este proyecto nació casi sin pensarlo, y tuvo muchas transformaciones.

De manera inicial solo serían los audios de las poesías, luego surgió la idea de contar mis anécdotas en relación a cada tema.

Realizar la versión escrita ilustrada con fotografías, ha sido toda una experiencia.

-¿Con cuál discurso se siente más cómoda, con la narrativa verbal o la textual?

-Me siento más cómoda con la narrativa verbal. Afirmo que la poesía se vive mejor cuando se escucha.

-¿Cómo ha sido el recibimiento de las entregas de Entre poesías y poetas y cómo espera que sea la acogida del libro?

Entre Poesías y Poetas me sorprende cada vez más: a menos de un año del podcast (https://anchor.fm/priscilla-gomez2), tiene audiencia en 40 países en los cinco continentes, y el público interactúa mucho en las redes sociales.  

Espero que el libro tenga también buena acogida, porque cada detalle está preparado con mucho cariño.

-¿Cuál es el desafío siguiente en esta difusión de la palabra poética? 

-Quisiera escribir mis propios versos, ya tengo algunas notas, pero le debo dedicar más tiempo, ya que es una experiencia nueva para mí.


Del libro Panamá en versos de Priscilla Gómez

(Lea, escuche)

Supremo anhelo  

Guillermo Mckay


Podcast de Supremo anhelo

La siguiente poesía cuenta una historia que envuelve, es de película. En lo particular me gusta mucho, especialmente, porque desde el punto de vista de la interpretación, permite exponer varios matices en la voz.

Además, el relato expone tantos sentimientos: el amor de madre, al amor a la Bandera y lo que ella representa, las creencias que se tiene en relación a la muerte… muchos aspectos comprendidos en una sola historia.

Les hablo de Supremo Anhelo de Guillermo Mckay. Empezando por el nombre, se aprecia que es un poema que se sale de lo común.

Día de la Patria. Todo es contento y
alegría. Hasta el mismo sol, desde el balcón de
Dios, ríe a carcajadas: carcajadas de luz.
Las flores esparcen su aroma más enervante;
los ruiseñores dicen sus cantos más harpados,
sus melodías más ARMONIOSAS.

El pueblo, ebrio
de entusiasmo, recorre las calles de la ciudad
dando vivas a la magna fecha clásica…
A lo lejos una banda de música desgrana
la perlería sonora del Himno Nacional…

Sin embargo, en la triste soledad del conventillo,
agoniza un patriota que luchó en las guerras
de la independencia… Habla.

Cerca del lecho, una anciana lo escucha anhelante…
Lágrimas de dolor surcan su rostro…
–Madre: esta fiebre pertinaz y loca
me quema el corazón, seca mi boca
y siento en mi interior la despedida
que mi cuerpo cansado da a la vida.

¿ Qué vale el mundo todo y qué la suerte
cuando se está a dos pasos de la muerte ?
¡Cuando se tiene el corazón herido
parece una impiedad haber vivido!

No llores más… La muerte es mensajera
de una VIDA MEJOR… La primavera
eterna en cuyas blancas floraciones,
como rosas, perfuman corazones…
Presintiendo el espasmo de la crisis
(¡cuán cruel la enfermedad llamada tisis!)
¿ qué espero de esta vida melindrosa?

Cuando el arbusto viejo da la rosa
es preciso que enferme o que fenezca
y ceda su lugar a otro que crezca
rozagante, altanero, juvenil…
¡Que sólo así los necesita Abril!
¡Y yo he cumplido mi misión terrena!

Fuerza es que venga presto la serena,
la ensoñada beldad de eterno abrazo
Tengo frío el corazón y flojo el brazo,
y aunque mi fe de vencedor es mucha,
no habré de resistir la cruenta lucha,
ni mis viejos y débiles oídos
escucharán los roncos alaridos,
ni el gemir del cañón, ni la armonía
que tiene toda la fusilería…

–Madre: la fiebre ardiente me sofoca…
Me duele el corazón… Siento en la boca
ese amargor de hiel que es triste anuncio
de mi partida… Mi valor es nuncio
de la envidiable soledad del muerto…
Mira: yo no quiero que sufras… ¿Cierto
que no lo harás? Yo no quiero que llores,
ni que en mi tumba pongas BLANCAS FLORES,
ni que reces, contrita, por mi alma…

¡Feliz he de vivir en esa calma
que tiene el cementerio, ideal morada
donde no llega el hombre, Dios, ni nada!

Si soy de barro, como dice el cuento,
venga la tierra, pues, como alimento
de mi carne impura, carne de humano
que servirá de cárcel al gusano!

No quiero honores, llantos, ni lamentos…
Tan sólo cuando mi alma por los vientos
siga un rumbo ignorado, yo quisiera,
madrecita mía, que la bandera
istmeña fuese mi única mortaja…

¡Grandeza tanta no cabrá en la caja!
Si es cierto que me quieres tanto, tanto,
júrame por tu Dios glorioso y santo,
madrecita mía, que cuando muera
envolverás mi cuerpo en la bandera!

Así me iré dichoso al infinito
sin que exhale mi boca un solo grito…
Se me escapa la vida… Un denso velo
oculta a mi mirada el claro cielo…
Mira, un frío de muerte estoy sintiendo…
Me voy… Adiós… Adiós… Me estoy muriendo.
Pero escúchame, madre… Antes que muera…

Sí, madre… La bandera… Mi bandera!
Ha muerto el patriota. Llora la madre desconsolada.
Afuera, en la calle, la multitud alegre,
al son del Himno Nacional, grita al unísono:

“¡Viva el 3 de Noviembre!”…

Reitero que el objetivo de este libro no es histórico, les recomiendo ahondar en el tema con la bibliografía adecuada para tal fin, no obstante, es necesario hacer un paréntesis para explicar por qué en este poema se hace énfasis en el 3 de noviembre, cuando la independencia de Panamá se alcanza el 28 de noviembre de 1821. 

Al independizarse de España, Panamá se une voluntariamente a lo que entonces era “La Gran Colombia” una alianza de países suramericanos ideados por el sueño de Simón Bolívar.

El 3 de noviembre de 1903 Panamá se separa de La Gran Colombia y empieza su vida como república independiente; es por esto que muchas de las poesías a la patria hacen alusión a esta fecha.

Coincidentemente ambos hechos ocurren en el mes de noviembre, por lo cual, en Panamá, noviembre es considerado el mes de la patria, y se conmemora de esta manera:

  • 3 de noviembre:  Separación de Panamá de Colombia
  • 4 de noviembre: Día de los símbolos patrios; la bandera, el escudo, el himno nacional.  
  • 5 de noviembre: Reafirmación de la separación con Colombia (los militares colombianos se retiran del territorio panameño)
  • 10 de noviembre: Grito de independencia en la Villa de Los Santos
  • 28 de noviembre: Independencia de Panamá de España.

Panamá, felicidades: Honor a la Patria con sus mejores versos