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Por: Dra. Karen Courville

Por: Dra. Karen Courville, FACP
Egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.
Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión.

@kavac71

La insuficiencia renal es una afección por la cual los riñones pierden su capacidad para filtrar los desechos de la sangre.  Existe la Insuficiencia Renal Aguda o Falla Renal Aguda: de manera repentina, en horas o días, el riñón pierde esa capacidad funcional.

La mayoría de las veces la falla renal se produce en pacientes hospitalizados, en quienes la enfermedad causante del ingreso puede también afectar la función del riñón.  

En estos casos los pacientes pueden no tener síntomas y solo se observan valores de creatinina y urea elevados en sangre.  Debido al seguimiento durante la hospitalización estas elevaciones pueden ser diagnosticadas a tiempo y el proceso puede ser revertido.

En otros casos, cuando el paciente no está hospitalizado, los síntomas se deberán a la acumulación en sangre de sustancias que no pueden ser eliminadas por el riñón, como agua y electrolitos, y derivados de una disminución de la producción de orina, como la urea.  Estos pacientes pueden tener debilidad, náuseas y vómitos, que son síntomas inespecíficos y comunes para muchas enfermedades; pero también pueden tener aumento de volumen, por retención de líquidos, hipertensión arterial por la disfunción renal y valores elevados de potasio en sangre, por la disminución en la eliminación en orina.

¿Cuáles son las causas de Insuficiencia Renal Aguda?

Podemos dividir las causas en tres grandes grupos, según la ubicación fisiopatológica del daño.  La historia clínica es muy importante y nos ayudará a identificar la causa. 

Causas prerrenales

Esta es la causa más frecuente.  Se debe a que hay una disminución importante en la llegada de sangre al riñón, es decir disminuye la perfusión.  Esto puede suceder cuando un paciente pierde mucho líquido, como una hemorragia importante, deshidratación severa o  los grandes quemados. La otra causa importante son los colapsos o shocks debido a infecciones graves, ya sean bacterianas o virales, como ocurrió en el caso del COVID-19;  o condiciones cardíacas importantes, como infarto o insuficiencia cardíaca severa.

En estos casos el paciente puede tener sed, mareos, signos de deshidratación y/o presión arterial  baja y/o fiebre.

Causas renales

Se debe a un daño directo del riñón, una inflamación a los glomérulos, conocido como glomerulonefritis o el daño del riñón por diversas sustancias, por ejemplo,  medicamentos, drogas o tóxicos. Las enfermedades autoinmunes pueden ser causantes del daño al riñón cuando se encuentran activas.  Este proceso puede ser asintomático, producir alteraciones en los laboratorios o el paciente puede presentar edema o pies hinchados.

Causas postrenales

Se produce cuando la función renal se afecta como consecuencia de un problema más allá del riñón, en las vías urinarias. Una obstrucción en el tracto urinario que impide la salida de orina por ambos riñones, por ejemplo, en pacientes con crecimiento de la próstata o cálculos renales bilaterales, pueden impedir la salida de la orina de manera aguda. En esta situación el paciente puede tener dolor en riñones o en la parte inferior del abdomen o puede aparecer sangre con la orina (hematuria).

¿Cuáles pruebas o estudios nos ayudan a diagnosticar este problema?

Algunos laboratorios en sangre nos ayudan a evaluar la presencia y la gravedad del daño.  A los pacientes se les realiza un valor de creatinina en suero, nitrógeno de urea, potasio y un análisis de orina.

Además, algunos estudios de imagen, como un ultrasonido renal o una tomografía computarizada en modo urocat nos puede ayudar a identificar el sitio del daño y evaluar si hay obstrucción.

¿Cómo se trata la Insuficiencia Renal Aguda?

El tratamiento va dirigido a lo que produjo la falla.  Si son causas prerrenales, es importante recuperar la perfusión al riñón.  En este caso se trata la enfermedad responsable, se administran líquidos intravenosos y si es necesario se transfunde al paciente.  Además, se colocan medicamentos para mantener la presión arterial si fuera necesario.

En los casos de daño renal directo, una vez identificado se utilizan tratamientos dirigidos, como los corticoides, para disminuir la inflamación al glomérulo.

Para los problemas postrenales u obstructivos, es importante liberar la vía urinaria, y en esos casos se coloca una sonda urinaria y/o se realiza algún procedimiento urológico para la remoción de un cálculo o la colocación de un catéter que mantenga libre el paso.

Generalmente es necesario permanecer en el hospital para el tratamiento. La cantidad de líquido que ingerirá el paciente se limitará a la cantidad de orina que pueda producir. La dieta será dirigida a evitar proteínas, sal y potasio mientras el riñón esté en falla. Se pueden necesitar antibióticos para tratar o prevenir la infección,  se utilizan diuréticos para ayudar a eliminar el líquido del cuerpo y algunas veces se requieren  medicamentos por vía intravenosa para ayudar a controlar los niveles de potasio en la sangre.

¿Qué tan importante es el diagnóstico y manejo de la Insuficiencia Renal Aguda?

Los pacientes con fracaso renal agudo que reciben un tratamiento adecuado suelen recuperar, total o parcialmente, la función del riñón. Si la condición del paciente es grave, la Insuficiencia Renal Aguda agrega mortalidad. 

En algunos casos es necesaria la realización de terapia sustitutiva renal o diálisis,  en pacientes que no responden adecuadamente a las medicinas y necesiten controlar de forma urgente la presión arterial, reducir el acúmulo de agua, reducir el exceso de potasio o la acidez de la sangre.  Este tratamiento puede salvarle la vida al paciente. 

Un porcentaje de ellos muere como consecuencia del fallo del riñón y otro porcentaje se queda con un daño renal permanente e irreversible, es decir, con una insuficiencia renal crónica.

El diagnóstico temprano es lo más importantes para mejorar la función del riñón.

Dra. Karen Courville