Por: Dr. Oscar Aldrey Palacios
El doctor Oscar Aldrey Palacios es pediatra inmunólogo clínico, profesor asociado (ad honorem) del Instituto de Inmunología Dr. Nicolás Bianco de la Universidad Central de Venezuela (UCV), expresidente de la Sociedad Venezolana de Asma, Alergia e Inmunología (Svaai), epónimo del XXVII Congreso Nacional de la Svaai 2019, presidente actual del grupo Aria Internacional para Venezuela (encargado de dictar pautas para el manejo del asma y la rinitis alérgica) y fellow de la American Academy of Asthma Allergy and Inmunology (Faaaai), miembro de la Academia Europea de Alergia e Inmunología (Eaai) con más de 140 trabajos publicados, tanto de manera nacional como internacional.
Debemos de tener en cuenta la importancia que en los últimos tiempos ha tenido el conocimiento del microbiano humano, como factor inmunomodulador en la defensa de nuestro organismo, frente a las agresiones del medio ambiente que nos rodea
La microbiota “es un conjunto de microorganismos vivos que colonizan la piel y las mucosas” y que tenemos todas las personas.
En los últimos años la investigación y el desarrollo de estos microorganismos ha aumentado y cada vez son más los estudios científicos que avalan sus propiedades beneficiosas para la salud, lo que se define como uso de probióticos en la esfera terapéutica.
Cuando escuchas la palabra «microbioma», inevitablemente piensas en los billones de bacterias, tanto buenas como malas, que se encuentran en tu intestino. Después de todo, estos pequeños microorganismos tienen efectos de gran alcance tanto en la salud física como mental, por lo que no sorprende que reciban todo el revuelo.
Ahora bien, no hay un solo microbioma.
Resulta que dentro de la fosa nasal también existe una comunidad diversa de microorganismos. Y aunque la investigación sobre el «microbioma nasal» es reciente, algunos expertos creen que es un tema bastante importante y puede desempeñar un papel fundamental en la inmunidad .
Si bien aún no es un término muy conocido, el microbioma nasal ha comenzado a ganar atención gracias en gran parte a un estudio reciente publicado este año en la revista Cell Reports ( 1)
Microbioma nasal y salud inmunológica
- La actividad antipatogénica del Lactobacillus parece tener actividad antibacteriana, antifúngica y antiviral selectiva contra virus peligrosos que pueden ingresar por la nariz.
- Actividad que mejora la barrera: al igual que lo hacen en el intestino, las bacterias buenas en la nariz pueden estimular el funcionamiento de las uniones estrechas del epitelio nasal (es decir, el revestimiento nasal) para que esta barrera se vuelva menos porosa y esté mejor protegida contra virus y alérgenos invasores, ademá de los efectos antiinflamatorios y de equilibrio inmunológico generales.
Aunque se necesita mucha más investigación, todos estos mecanismos potenciales sugieren que un microbioma nasal sano puede actuar como una primera línea de defensa, combatiendo virus como el resfriado o la gripe antes de que realmente puedan arraigarse, combatiendo las bacterias que podrían provocar infecciones de los senos nasales y ofrece protección contra el polen, el moho y otros alérgenos que puede encontrar al respirar ( 2)
¿Qué podría afectar el microbioma nasal?
No siempre está claro, pero existen varias evidencias que demuestran el efecto negativo en la salud general, inducido por el daño en el equilibrio de las bacterias del microbioma nasal.
Por ejemplo, en investigaciones recientes , con fumadores, Lebeer y sus colegas encontraron una asociación con taxones más patógenos o dañinos en las vías nasales, como las bacterias Staphylococcus y Corynebacterium (3)
El uso excesivo de antibióticos también puede tener un impacto negativo en el microbioma nasal, al igual que en el microbioma intestinal.
También hay algunas razones para pensar que la mala salud intestinal en sí misma (causada por una mala alimentación, antibióticos o cualquier número de factores) puede a su vez empeorar la salud de su microbioma nasal y provocar problemas .
Así, el microbioma intestinal no saludable influye en los sistemas de todo el cuerpo, incluidos aquellos conectados con los sistemas respiratorios, como las alergias y cuando se mejora la salud intestinal, también se mejora la salud de las vías respiratorias». (4)
Por ejemplo se conoce muy bien la relación existente entre la mala salud intestinal a una edad temprana, y el desarrollo posterior de asma, y se ha demostrado que las personas con asma tienen composiciones de microbioma nasal diferentes a las de las personas que no la padecen.
Lebeer especula que el microbioma intestinal podría afectar al microbioma nasal de dos maneras,
- Podría haber un efecto directo, ya que las cavidades nasal y bucal están directamente conectadas a través de la nasofaringe», afirma Lebeer. (4)
- Ademas de un vínculo indirecto entre el eje sistémico intestino-respiración (eje intestino-pulmón). Esto significa que los alimentos prebióticos y probióticos consumidos por vía oral podrían tener efectos de señalización, metabólicos e inmunológicos en el intestino que también pueden ser transferido y observado en la nariz. (4)
¿Qué es un probiótico?
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud del hospedador.
Los microorganismos más extensamente utilizados como probióticos son “las bacterias de los géneros Bifidobacterium y Lactobacillus, así como levaduras del género Sacharomyces”
¿Cómo actúan los probióticos?
Antes de hablar del mecanismo de actuación es importante señalar que para que las cepas probióticas que se administran oralmente puedan ejercer sus efectos beneficiosos deben resistir las condiciones ambientales del aparato digestivo y especialmente, el efecto microbiocida de la saliva, acidez gástrica, bilis, secreción pancreática…
Por otra parte, debe tenerse en cuenta, que la composición de las distintas secreciones, el tiempo de vaciado gástrico o la motilidad intestinal pueden variar dependiendo de la edad y del estado de salud del hospedador.
Teniendo esto en cuenta, en función del género y de la cepa que se escoja para tratar uno u otro problema, el mecanismo de actuación de cada uno será diferente, pero a nivel general se podrían señalar los siguientes
- Capacidad de unirse a las mucosas y competir, por lo tanto, con el patógeno no dejando que éste lo haga.
- Capacidad de producir compuestos antimicrobianos entre los que se encuentran los ácidos láctico, acético, propiónico, butírico… que proceden de la fermentación de los azúcares, dado que los microorganismos probióticos son anaerobios estrictos.
- Capacidad de producir bacteriocinas, péptidos que tiene la capacidad de provocar la ruptura de las bacterias patógenas, con lo cual podríamos decir que son bactericidas.
- Capacidad de producir agua oxigenada, sobre todo en los candidatos a probióticos vaginales.
- Capacidad para unirse o coagregarse con ciertos patógenos impidiendo que estos se unan a las mucosas.
- Capacidad de inmunomodulación. Para ello se ha evaluado el efecto de diversas cepas sobre los distintos componentes tanto de la inmunidad innata, la adaptativa o adquirida.
Los probióticos se utilizan en general para tratar y prevenir diarrea, alergias, dermatitis atópica, enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome de intestino irritable o intolerancia a la lactosa… y de manera reciente, rinosinusitis crónica.
¿Cómo se puede fortalecer el microbioma nasal?
Los expertos proponen varios mecanismos para influir positivamente en el microbioma nasal de manera indirecta:
- Coma más alimentos fermentados: según Lebeer, los alimentos fermentados como el kimchi, el chucrut, el kéfir y el yogur se han asociado con la presencia de grupos bacterianos en la nariz que generalmente tienen funciones beneficiosas, como los Lactobacillus .(4)
- Cuide su intestino: además de los probióticos y los alimentos fermentados, es inteligente tomar todas las medidas posibles paraapoyar su microbioma intestinal, dada la probabilidad de que el microbioma intestinal pueda influir en el microbioma nasal tanto directa como indirectamente. Piense: comer más alimentos vegetales ricos en fibra, hacer ejercicio con regularidad, pasar tiempo en la naturaleza y tomar medidas para frenar el estrés.
- Tenga cuidado con sus medicamentos: no está del todo claro si los antibióticos afectan el microbioma nasal, pero considerando su efecto en el microbioma intestinal, es bueno tener cuidado. Como siempre, trate de no tomar antibióticos a menos que su médico le diga que no hay otras alternativas
- No fume: considerando cómo fumar puede aumentar la colonización de bacterias dañinas en el microbioma nasal, es lógico pensar que se debe eliminar este mal hábito.
Hay investigaciones recientes sobre el uso de suplementos probióticos incluso de tipo nasal (5, 6) como parte del interés por influir positivamente en la salud.
Bibliografía
1)Abreu N.A.Nagalingam N.A.Song Y.Roediger F.C.Pletcher S.D.Goldberg A.N.Lynch S.V. Sinus microbiome diversity depletion and Corynebacterium tuberculostearicum enrichment mediates rhinosinusitis. Sci. Transl. Med. 2012; 4: 151ra12
(2) Biesbroek G.Tsivtsivadze E.Sanders E.A.M.Montijn R.Veenhoven R.H.Keijser B.J.F.Bogaert D.Early respiratory microbiota composition determines bacterial succession patterns and respiratory health in children. Am. J. Respir. Crit. Care Med. 2014; 190: 1283-1292
(3) De Rudder C.Calatayud Arroyo M.Lebeer S.Van de Wiele T. Modelling upper respiratory tract diseases: getting grips on host-microbe interactions in chronic rhinosinusitis using in vitro technologies. Microbiome. 2018; 6:
(4 ) Heeney D.D.Gareau M.G.Marco M.L. Intestinal Lactobacillus in health and disease, a driver or just along for the ride?. Curr. Opin. Biotechnol. 2018; 49: 140-147)
(5) Ganesh V.Banigo A.McMurran A.E.L.Shakeel M Ram B. Does intranasal steroid spray technique affect side effects and compliance? Results of a patient survey.
(6) J. Laryngol. Otol. (6) Hill C.Guarner F.Reid G.Gibson G.R.Merenstein D.J.Pot B.Morelli L.Canani R.B.Flint H.J.Salminen S.et al. Expert consensus document. The International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics consensus statement on the scope and appropriate use of the term probiotic.Nat. Rev. Gastroenterol. Hepatol. 2014; 11: 506-514
Por: Dr. Oscar Aldrey Palacios