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Por: Violeta Villar Liste

El Dr. Claude Daniel Betts espera que la acción de los jóvenes panameños permita colocar la política de salud en el centro del desarrollo y sea el impulso a una “sociedad armónica y sostenible”.

Para el Dr. Claude Daniel Betts hay un hecho que marca una inflexión en la sociedad panameña: “Ahora escucho a los jóvenes diciendo cuidemos el ambiente y nuestra salud”.

Esta reflexión en voz alta de los jóvenes del país expresa una nueva conciencia y también debe marcar una nueva manera de concebir las políticas públicas.

A propósito, el Dr. Betts, expresidente de la Sociedad Panameña de Salud Pública y embajador de la Carta Global de Salud Pública, se pronunció por promover la salud pública como eje del desarrollo nacional.

Intervino en la sesión académica y científica del  lanzamiento de la estampilla conmemorativa del 70 aniversario de la Organización Panameña Antituberculosa (OPAT) en memoria del Dr. Carlos Nelson Gálvez Mejía: Estampilla conmemorativa del 70° de la OPAT exalta el legado a la salud pública panameña del Dr. Carlos Gálvez

El Dr. Betts señaló que parte de su exposición justamente refleja lo que “el Dr. Carlos Gálvez decía y hacía”, como referente en la lucha por la salud pública.

En el contexto del debate sobre la minería a cielo abierto, recordó que la salud y la sobrevivencia del ser humano depende de tres elementos fundamentales que brinda la tierra: Aire respirable, agua limpia y nutrientes que ofrezcan seguridad alimentaria.

Al respecto, “la minería metálica a cielo abierto en áreas tropicales húmedas representa una grave amenaza a la salud y sus determinantes sociales y ambientales”, al contaminar justo aquello que da garantía de vida (aire, agua superficial y subterránea, flora, fauna y actividad agropecuaria).

“ Debemos darnos cuenta que la humanidad enfrenta un gran desafío que es el cambio climático y como país debemos decidir cómo haremos para enfrentar esta crisis climática”.

Panamá tiene posibilidades por su biodiversidad; es su mayor defensa para el desafío del cambio climático.

Ahora bien, observa,  debemos tomar una decisión, ¿cuál es el modelo de desarrollo que queremos?

Destaca que hay dos visiones o modelos: la salud que se gestiona como un derecho universal para el desarrollo sostenible o como un mega negocio.

Cuando el modelo de salud tiene esa orientación hacia el desarrollo sostenible, se plantean varios escenarios

  1. Áreas de inversión: políticas de acceso equitativo, mejoras de gestión de recursos humanos, insumos, financiamiento y decisiones basadas en evidencia
  2. Participación comunitaria
  3. Innovación, investigación aplicada. Producir conocimientos relevantes con base a nuestra realidad
  4. Prevención de embarazos no deseados
  5. Asegurar atención prenatal, parto y post natal
  6. Garantizar nutrición, crecimiento y desarrollo de la primera infancia

Una vez se hace esta inversión, ¿cuál es el retorno de la inversión?, se pregunta y responde con los grandes logros de una política en esta dirección:

  • Se evitará la mortalidad materna e infantil
  • Reducción de enfermedad y discapacidad
  • Aumento de educación y capital humano
  • Mejor empleo, productividad e ingresos por personas
  • Reducción de costos por enfermedad
  • Empoderamiento de la sociedad

“La salud es esencial si queremos sostenibilidad”, subrayó.

Citó que un estudio en 74 países publicado por The Lancet, en 2014,, reveló que una inversión adicional de $5 por año por persona daría un retorno de 9 veces este valor en beneficios económicos y sociales.
“Nuestro país debe redireccionar nuestro modelo de desarrollo porque esta inversión no solo redunda en beneficios económicos: los jóvenes se van a poder convertir en ciudadanos plenos y productivos para su sociedad”.

Reflexionó que ojalá ese movimiento que está naciendo en Panamá de lugar a una organización social más justa y equitativa.

¿Qué pasa cuando la salud guía el desarrollo?

Observa que el modelo de salud como derecho universal ha permitido a quienes nacieron en el siglo XXI, en el caso de Panamá, no conocer nunca un caso de fiebre amarilla, viruela o sarampión… “eso es impactante y el resultado de tomar la salud como un valor y debe guiar las políticas de desarrollo”.

En Panamá, el último caso de polio se registró en 1972. En las Américas, fue el 21 de octubre de 1991 cuando se declaró libre de polio. Es decir, muchos años después de Panamá.

La mejora en la economía no se reflejó en mejor salud

El expresidente de la Sociedad Panameña de Salud Pública (SPSP) alerta que cuando el modelo sostenible de salud deja de ser el centro, ocurren distorsiones.

“Desde 2007, 2008 y 2009 la economía se disparó y nos convertimos en uno de los países más ricos, incluso con promedios por encima de otras naciones”.

Sin embargo, “indicadores como la mortalidad infantil que venía bajando hasta 2009, a partir del 2010 comienza a subir y cambia de dirección: cuando nos hicimos más ricos nos hicimos más pobres”.

Este fenómeno ocurrió en todas las regiones del país.

Significa, subraya, que cambió el modelo de desarrollo centrado en la salud.

Analiza que estos cambios en mortalidad infantil se deben al descenso en inmunización que hasta 2010 superaba el 90% de cobertura.

Espera que la acción de los jóvenes panameños permita colocar la política de salud en el centro del desarrollo y sea el impulso a una “sociedad armónica y sostenible”.

Ver la transmisión del lanzamiento de la Estampilla Conmemorativa de OPAT:

Por: Violeta Villar Liste | [email protected]