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Autor: Dr. Henry Collet

La transfusión alogénica (sangre de otro paciente) está asociada a eventos adversos. Su uso debe estar razonado e individualizado.

Existen en la actualidad más de 5,000 trabajos que cuestionan la transfusión alogénica con una revisión de más de 350.

Informes como el sistema de hemovigilancia SHOT (Serious Hazards of Transfusion) en el Reino Unido, señaló las reacciones adversas de los hemoderivados, por causas diversas: mal procesamiento de los hemoderivados en el enfriamiento o mala indicación.

Están reportadas infecciones, complicaciones cardiovasculares, pulmonares, renales, infecciones nosocomiales y muerte, por eso es necesaria una estrategia restrictiva y de educación a los médicos cirujanos cardiovasculares, anestesiólogos, terapistas, emergenciólogos, cardiólogos y cardiólogos intervencionistas, porque en las reparaciones endovasculares hay pérdida de sangre en procedimientos complejos y largos.

¿Cómo hacer la autotransfusión de salvamento (recolección de la sangre del propio paciente)?

El salvamento y el lavado son muy importantes para evitar las reacciones de la transfusión alogénica.

La aspiración debe hacerse con doble luz y con anticoagulación y la presión de aspiración, debe ser de menos de 80 a menos de 150.

El almacenamiento se debe practicar con un filtro de 400 a 200 micras y usar la centrífuga para la separación de plaqueta y plasma.

El lavado procede para eliminar la grasa, la fibrina y las citoquinas.

Este procedimiento permitirá que el glóbulo rojo se comporte en forma más fisiológica y con más calidad así llegará la oxigenación a los diferentes órganos en forma más eficaz.

Hay indicaciones importantes para la autotransfusión.

Es el caso de pacientes a quienes hay que vigilar la volemia (volumen total de sangre circulante), el de pacientes con grupos sanguíneos complicados o por razones religiosas como los Testigos de Jehová, pero lo más importante es que hay una indicación mundial de hacer una transfusión en pacientes con hemoglobina en menos de 6 gramos y hematocrito de 11 a 24.

En cirugía cardíaca y en cirugía de aorta, así como de tetralogía de fallot y la transposición de los grandes vasos o ventrículo único, que son las operaciones durante las cuales hay más pérdida de sangre, el manejo de la autotransfusión es vital y conveniente para evitar síndromes como el de sobrecarga circulatoria por transfusión (síndrome TACO)  o el Síndrome de Insuficiencia Respiratoria Aguda Secundaria a Transfusión (TRALI)

Los nuevos sistemas como el X Trac ATC, permiten lograr que los glóbulos rojos autólogos (del mismo paciente) sean lavados, frescos y vitales, disminuyendo las transfusiones innecesarias, las reinfecciones y la morbi mortalidad.

Este dispositivo es compacto, ergonómico, de fácil transporte y maniobrabilidad.

En conclusión, creemos que existe en la literatura suficiente documentación para hacer autotransfusión con la nueva tecnología y evitar el riesgo de efectos adversos en la transfusión alogénica.

De igual modo, existe evidencia según la cual el lavado de los glóbulos rojos y las nuevas técnicas descritas permiten evitar la contaminación ya que una transfusión sanguínea de un banco de sangre representa un trasplante y no es conveniente.

La única sangre conveniente es la de nosotros mismos.

El uso del plasma pre fresco congelado, y uso de hemoderivados, debe ser controlado e individualizado.

Dr. Henry Collet

El doctor Henry Francisco Collet Camarillo es egresado de la Escuela de Medicina José María Vargas de la Universidad Central de Venezuela, con posgrado de Cardiología en el San Lucas Episcopal Hospital,  Houston Medical Center, en Houston Texas (Estados Unidos), con posgrado de Hemodinamia en Cardiología, de la Escuela de Medicina José María Vargas (UCV). Es director del Laboratorio de Cateterismo e Intervencionismo de la Fundación Collet de la Clínica El Ávila, Caracas, Venezuela, así como cardiólogo intervencionista en la Clínica El Ávila y el Hospital de Clínicas Caracas.