fbpx
Wendy Tribaldos Eisenmann y Susana Cabezas Fontanilla, son las autoras de la investigación encomendada por la Fundación Nosa Terra

Por: Violeta Villar Liste

Una historia compartida: España en la construcción del Canal de Panamá, una obra en dos tomos, casi 500 páginas, 300 fotografías e insertos, reconstruye este pasado que resulta común a Panamá, España, Estados Unidos e incluso la región.

¿Cuántos españoles participaron en la construcción del Canal de Panamá?, es la pregunta persistente que le hacen a las historiadoras Wendy Tribaldos Eisenmann y Susana Cabezas Fontanilla.

Los registros de la Comisión Del Canal Ístmico hablan de 8,298 reclutados, pero la ciencia detrás de la historia informa que estables en obras eran un promedio de 5,000 trabajadores de manera anual.

Luego, entre quienes llegaron por su cuenta, e incluso de manera ilegal luego que España prohibió a sus nacionales emigrar a Panamá (1908) para evitar su salida masiva, atraídos por la oferta de las obras del Canal, podrían superar los 15,000.

Procedentes de España llegaron, de manera protagónica, de Galicia, y más, de las provincias gallegas de Lugo y Pontevedra.

“También la presencia de aragoneses es abrumadora. De Castilla y León, en particular de Salamanca y menos del sur”, explicó Cabezas Fontanilla durante la presentación de la investigación, Una historia compartida: España en la construcción del Canal de Panamá, una obra en dos tomos, casi 500 páginas, 300 fotografías e insertos que reconstruye este pasado que resulta común a Panamá, España, Estados Unidos e incluso la región.

Este esfuerzo de Tribaldos y Cabezas tiene su origen en otra historia: la de la Fundación Nosa Terra (nuestra tierra, en español), fundada en febrero de 2021 “con el objetivo de recuperar la memoria de los españoles/gallegos que trabajaron en la construcción del Canal de Panamá en los inicios del siglo XX”.

La preside Ricardo Gago y la integran el Dr. Daniel Pichel (tesorero); Dorinda Cortizo (secretaria), y, como directores,  Juan Carlos Barreiro, Manuel Pico, Francisco Sieiro, Maribel Gamallo y Ricardo Zanetti.

Publicidad

La Fundación Nosa Terra reúne los afectos de los españoles sembrados en tierra canalera, quienes han querido saber quiénes acompañaron las obras del Canal que une mares y culturas.

La mayor presencia gallega en las obras del Canal, explica también el sello y la identidad de la Fundación Nosa Terra.

Su esfuerzo ha sido de gigantes y su pasión medible en esta publicación y un monumento que se levanta en la primera rotonda de la Calzada de Amador de ciudad de Panamá, cuya inauguración está prevista el 3 de febrero de 2024.

Fondos de la comunidad española en Panamá ha hecho posible levantar este monumento a la memoria, encargado al escultor madrileño, Gonzalo Sánchez Mendizábal.

La fecha tiene coincidencia histórica: el 3 de febrero, pero de 1906, llega a Panamá, procedente de Cuba, el barco con los primeros 300 españoles, destinados a sumarse a la fuerza laboral que levantaba el Canal.

Un libro elaborado con fuentes primarias

Ricardo Gago dirigió el conversatorio con Wendy Tribaldos Eisenmann y Susana Cabezas Fontanilla

Ricardo Gago, presidente de la Fundación Nosa Terra, contó durante el conversatorio con Wendy Tribaldos Eisenmann y Susana Cabezas Fontanilla, que en plena pandemia contactó a Tribaldos “y con ella se abrió una ventana para entender mejor esta historia”.

Luego, busca a Cabezas Fontanilla a quien conocía desde 2017, por sus trabajos de clasificación de documentos eclesiásticos.

Esta “mancuerna extraordinaria” las llevó a recorrer las bibliotecas y los archivos de Panamá, Estados Unidos y España y estructurar este documento que se incorpora a la memoria del Canal de Panamá.

En el tomo 1 se narra la epopeya de los españoles en la construcción del Canal de Panamá y en el tomo 2 se le da voz, con imágenes, testimonios y datos estadísticos, gracias a la revisión del Archivo General de la Administración española, además de bibliotecas de Panamá y EE.UU.

Una historia compartida: España en la construcción del Canal de Panamá, permite conocer el contexto de la llegada de los españoles a Panamá y las circunstancias complejas de una obra que se enfrentaba a las diferencias culturales, la complejidad del terreno, las condiciones sanitarias y climáticas.

La escasez de jornaleros cualificados impulsa este periodo de contratación de distintas nacionalidades.

Además, documenta Tribaldos, preferían que fueran de distintos países para evitar huelgas y ceses laborales, objetivo que al menos en el caso de los españoles no pudieron ver cumplido ya que en 1907 iniciaron protestas en demanda de mejores condiciones laborales.

De hecho, crean un movimiento anárquico, y lo lideraron, de tipo libertario individualista, pero no comunista, aclara Tribaldos.

Incluso publican un periódico, llamada El Único, orientado a reflejar sus posiciones.

Destaca Tribaldos que la guerra hispano-estadounidense que enfrentó a España con Estados Unidos en 1898 por el control de Cuba, generaba recelo ante la idea de contratar a españoles.

Así que llamarlos gallegos fue una estrategia política para ocultar la españolidad si bien también serían mayoría en este viaje a tierra canalera.

La contratación de españoles en Cuba también se vinculaba con la fama de buenos trabajadores, en particular de los gallegos, en las obras ferroviarias en la isla, referencia que valoraban los funcionarios estadounidenses.

Detalle curioso fue la promoción de las bondades de Panamá, por parte de la Comisión del Canal, por vía de un folleto que alentaba la migración de los españoles. Lo logran y con creces, hasta que el gobierno de España prohíbe la migración a Panamá.

Wendy Tribaldos Eisenmann y Susana Cabezas Fontanilla

Esta medida no evitó que llegaran al país, si bien las condiciones de alimentación y de salud eran complejas y una razón para desertar.

“Hasta un torero viajó”, destacó Cabezas Fontanilla para ilustrar este movimiento de personas que incluía a mujeres o familias que acompañaban a los trabajadores.

Una de las estrategias de los funcionarios para convencer a los españoles de quedarse, fue exponerles el proyecto de un ferrocarril desde Colón a David, con colonias agrícolas en Veraguas, Los Santos y Chiriquí, en las cuales podrían trabajar. Proyecto que quedó en promesa.

Con la llegada de los obreros españoles también se estableció un consulado, por presión de la sociedad española y de la prensa, para que se encargara de su tutela.

Este consulado tenía como misión velar porque se garantizaran los derechos de los españoles. Incluso apoyarlos con dinero para la repatriación.

Parte de las cartas enviadas por el cónsul a las autoridades de la comisión, son un pilar y parte del segundo tomo.

Un aporte fundamental de este trabajo que impulsa la Fundación Nosa Terra, es la creación de un archivo digital para la consulta general de los investigadores interesados, “en el esfuerzo de estos jornaleros como una gran parte laboral del Canal de Panamá” describen estas historiadoras que han hecho un trabajo de gran valía para el conocimiento cada vez más necesario del pasado que nos encuentra.

Por: Violeta Villar Liste