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En el año 1918, la epidemia a causa de la gripe española, lleva a crear en Venezuela la Junta de Socorro, presidida por monseñor Felipe Rincón González y con participación de la Academia Nacional de la Medicina (ANM), un gesto histórico que demuestra cómo la ANM siempre ha sido una voz fundamental en señalar las mejores prácticas institucionales para la buena marcha del sistema médico-sanitario nacional.

“La Academia, con su proceder, ha dejado constancia de su trabajo que es inherente a honrar su legado histórico”, reflexionó el Dr. Enrique López-Loyo, presidente de la ANM, a propósito de su ponencia, Academia Nacional de Medicina: Propuestas institucionales en tiempos de pandemia.

El Dr López-Loyo intervino durante el día de cierre del XIX Congreso Venezolano de Ciencias Médicas Dr. Francisco Kerdel Vegas: XIX Congreso de Ciencias Médicas, legado de la medicina venezolana

El presidente de la ANM reflexionó que a la corporación le ha correspondido “renovar sus preceptos institucionales a la luz de las exigencias de la salud pública en tiempos de la pandemia por la irrupción de la Sars-Cov-2”.

De igual modo, “mantener una vocería basada en el deber ser y en la búsqueda de una aplicación correcta de los planes sanitarios”.

Imagen de la ponencia del Dr. Enrique-López Loyo

En esta visión de ser una voz y aliento para la sociedad venezolana, subrayó que entre otras estrategias corporativas, la ANM ha asesorado a las universidades nacionales para optimizar la enseñanza-aprendizaje de los programas de educación médica.

Ha sostenido encuentros con gremios, ONGS, partidos, representaciones diplomáticas y grupos religiosos, además de formar parte del Foro Cívico Nacional “como punto de encuentro de organizaciones que trabajan en el espacio humanitario”, procurando mecanismos de paz y conciliación nacional.

El Dr. López Loyo señaló que como parte de este trabajo en favor de la salud del venezolano, hacen énfasis en demandas fundamentales:

  • Reiterar la necesidad de la provisión de las dosis requeridas para cumplir el Programa Ampliado de Inmunizaciones.
  • Exhortar a la reactivación del Programa Oncológico Nacional
  • Apoyar la aplicación del Programa de Alimentación Escolar
  • Activación de los Programas de trasplantes
  • Exigir retomar y fortalecer los programas de enfermedades emergentes y reemergentes
  • Recuperar la infraestructura hospitalaria con dotación de equipos de apoyo diagnóstico y laboratorios clínicos
  • Búsqueda del fortalecimiento de los programas de atención de patologías crónicas con requerimientos especiales de terapias de alto costo como las condiciones VIH-Sida y diálisis

COVID-19 y acción de la ANM

La ANM ha promovido garantizar un eficiente y equitativo Plan Nacional de Vacunación anti covid-19.

Forma parte de la Mesa Técnica de Vacunas en la visión de concertar ideas desde lo técnico y lo científico.

También ha sido importante su participación en proponer la gestión de vacunas a través de las donaciones o con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Federación Internacional de la Cruz Roja.

La ANM mantiene en su portal web una sección fija denominada covid-19, con importante información referida a protección, mitigación, diagnóstico, tratamiento y vacunas.

Esta acción desde la ciencia, se refuerza con recomendaciones al Gobierno y a la sociedad civil sobre los lineamientos generales para manejar la pandemia en Venezuela.

Sus voceros calificados han dado a conocer aspectos biológicos, clínicos y terapéuticos para el manejo del virus.

La ANM ha generado 40 ediciones del boletín, así como numerosos comunicados “que puntualizan aspectos claves de nuestra crisis sanitaria”.

Estos boletines definen la posición de la ANM, “sin pretender constituirse en un actor político” y son documentos de alto impacto en la opinión pública.

El Dr. López-Loyo enfatizó que la salud es un derecho humano inalienable y es la perspectiva que acompaña el trabajo de la Academia.

Este derecho supone que el acceso sea “oportuno, aceptable y asequible”.

El Dr. López-Loyo reflexionó que a la llegada de la pandemia, Venezuela “era el país con las peores condiciones de desarrollo sostenible y del sistema de salud” para enfrentarla.

Esta realidad ha impuesto una mayor obligación de asumir su rol histórico “contenido en su decreto de fundación”, así como a identificar las fortalezas y debilidades del proceso sanitario y proponer soluciones.

Reiteró la necesidad de lograr una vacunación efectiva. De lo contrario, la pandemia seguirá su curso con pérdidas de vidas y aumento de casos, acentuada por la emergencia humanitaria y la debacle económica nacional.