El río La Villa no solo abastece de agua a miles de personas. Además, constituye un ecosistema estratégico para la región de Azuero, señala Ciencia en Panamá
Comunicado Ciencia en Panamá
Ciencia en Panamá, organización sin fines de lucro que aglutina a científicas y a científicos de todas las áreas del conocimiento, expresó en comunicado su «profunda preocupación por la severa contaminación de los ríos La Villa y Estivaná, que ha provocado la suspensión del suministro de agua potable en varias ciudades y poblados de las provincias de Herrera y Los Santos«.
Esta situación, advierten, evidencia la vulnerabilidad de nuestros recursos hídricos, y la falta de aplicación de políticas públicas sostenibles para su gestión.
Desde Ciencia en Panamá reafirman su disposición «a colaborar con autoridades, actores locales e instituciones para aportar evidencia, asesoría técnica y soluciones que contribuyan a la recuperación de este recurso esencial».
En el comunicado ofrecen un diagnóstico preliminar y soluciones con evidencia científica.
La ciencia lo ha advertido
El río La Villa no solo abastece de agua a miles de personas. Además, constituye un ecosistema estratégico para la región de Azuero, señala Ciencia en Panamá.
«Sus servicios ecosistémicos incluyen la regulación hídrica, el soporte de la biodiversidad, la recarga de acuíferos y la seguridad alimentaria.
Aun así, décadas de estudios científicos han documentado su progresiva degradación, resultado del vertido de residuos domésticos e industriales, uso excesivo de agroquímicos, deforestación en zonas de recarga y ausencia de tratamiento adecuado de aguas residuales.
La crisis actual no es un hecho aislado, sino la consecuencia acumulada de una gobernanza ambiental débil, la ausencia de monitoreo frecuente, la falta de inversión en infraestructura hídrica y la poca incorporación del conocimiento científico en la planificación territorial».
Acciones urgentes
Ante este escenario, Ciencia en Panamá propone acciones urgentes:
1. Fortalecer el monitoreo científico permanente de la calidad del agua en toda la cuenca.
2. Implementar un plan integral de saneamiento, con plantas de tratamiento y potabilizadora funcionales y adaptadas al contexto local.
3. Restaurar las zonas de recarga hídrica mediante restauración, reforestación y protección efectiva.
4. Incluir a instituciones científicas y académicas transdisciplinarias en el diseño y evaluación de políticas públicas sobre gestión del agua, uso del suelo y planificación territorial.
5. Asegurar la transparencia y el acceso a la información, esenciales para abordar la crisis en la Región de Azuero
6. Promover la educación ambiental comunitaria y prácticas sostenibles tanto en áreas urbanas como rurales, para impulsar la cultura ambiental en la población.
Proteger estas importantes fuentes hídricas es garantizar la salud, el bienestar y el desarrollo sostenible de nuestro país. ¡Por una ciencia al servicio del bien común!
Con información de Ciencia en Panamá