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Ante la circunstancia de la pandemia a causa del covid-19, la Academia de Medicina de Colombia ha debido hacer todavía más activa su misión de actuar como órgano consultor del gobierno colombiano en temas de salud y de educación médica.

Esta situación ha comprendido, desde generar un código ético específico para abordar la situación si los casos superan los recursos humanos y de insumos, hasta acompañar directrices de tipo económico.

Gabriel Carrasquilla, miembro de número de la Academia de Medicina de Colombia y coordinador de la Comisión de Salud de la Academia, compartió la ponencia, La pandemia SARS Cov-2 en Colombia: Una perspectiva desde la Academia de Medicina, invitado por la Academia Nacional de Medicina de Venezuela, en reciente webinar.

Durante el conversatorio, el doctor Carrasquilla informó que por invitación del doctor Manuel Velasco, editor en jefe de la Gaceta Médica de Caracas, Colombia también participará en una edición especial sobre el covid-19 en América Latina, cuya publicación está prevista en el principal órgano de divulgación científica de Venezuela.

En datos

De manera general, al 24 de julio, de acuerdo con los datos del Ministerio de Salud de Colombia, la nación registraba la siguiente estadística:

  • Casos confirmados: 233,541
  • Casos activos: 111,228
  • Muertes: 7,975
  • Recuperados: 113,864

El doctor Carrasquilla reporta una letalidad de 3.42%, con una tasa efectiva de reproducción de 1.17 a la fecha, contra 2.28 en el mes de marzo.

Confía que hacia los meses de agosto y septiembre descienda el número de casos.

Observa que de manera comparativa con países como Brasil y Perú, el número de casos en Colombia crece de manera más lenta.

En el ranking mundial, Colombia se sitúa en las siguientes posiciones en función de sus estadísticas de covid-19:

  • Por número de casos: 19
  • Incidencia: 48
  • Número de muertes: 21
  • Letalidad: 68
  • Tasa de mortalidad: 32

Observa que “en Colombia ha habido un importante número de muertos y hay una presión importante sobre los hospitales porque en las principales ciudades se encuentran entre el 70% y el 90% de su capacidad, sin embargo, todavía la situación de la pandemia es manejable”.

Destacó la activa participación de la Academia, “que es muy escuchada en Colombia”, al cumplir su misión de ley de ser asesor del gobierno.

Al respecto, la Academia ha solicitado concertación entre los diferentes sectores para tomar las medidas de prevención y control, así como garantizar las condiciones laborales y de equipos de protección para los trabajadores de la salud.

De manera semanal la institución publica La voz de la Academia. Es un documento de distribución virtual, con mensajes a la comunidad en materia de prevención.

De igual modo, cada martes, generan reuniones desde la perspectiva de evaluar los distintos temas asociados con la pandemia.

Covid-19 y dilema ético

El coordinador de la Comisión de Salud de la Academia de Medicina de Colombia, observó que uno de los aportes más importantes de la Academia, ha sido un documentado aceptado por el Ministerio de Salud de Colombia y otras asociaciones, que aborda el dilema ético que se puede presentar con el manejo de pacientes en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), en caso de ver limitados los recursos.

Advierte que este tipo de circunstancias no ha ocurrido en Colombia, pero se consideró conveniente tener un documento de este tipo, de consulta pública en el siguiente enlace:

https://anmdecolombia.org.co/wp-content/uploads/2020/07/Covid19-conflictos-e%CC%81ticos-frente-a-SVA-Julio-10-2020.pdf

De fecha, 14 de mayo de 2020, con una versión revisada el 10 de julio de 2020, el documento  señala que “en lo concerniente al soporte vital, específicamente la atención en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), u otras medidas de soporte vital como la atención en Unidades de Cuidados Intermedios, la Ventilación Mecánica Invasiva, la Oxigenación por Membrana Extracorpórea (ECMO) o la diálisis en estados agudos, así como otros medios o procedimientos que busquen sostener la vida y mejorar la posibilidad de supervivencia, las cuales para efectos del presente documento se denominarán Soporte Vital Avanzado (SVA), se prevé una difícil situación, pues las proyecciones de los modelos matemáticos disponibles muestran que, es probable que el número de casos que requerirán este tipo de soporte superará la oferta disponible durante los picos de la pandemia”.

Reconocen, de igual modo, que el gobierno colombiano “ha hecho un esfuerzo por incrementar la oferta de camas de UCI y de equipos de Ventilación Mecánica Invasiva. Al mismo tiempo el Gobierno ha recomendado al sector prestador que, en la medida de lo posible, se liberen los recursos existentes para mejorar la disponibilidad de estos durante los picos de demanda, así como les ha recomendado contar con reglas claras para permitir el triaje organizado por niveles de cuidado a través de recomendaciones específicas o protocolos estandarizados para los profesionales”.

El documento advierte que este tipo de recomendaciones solo aplican en el contexto de la emergencia sanitaria por el covid-19  y su alcance “solamente se refiere a la decisión de asignar recursos para SVA para pacientes de Covid-19 y para pacientes con otras condiciones que lo requieran, en las circunstancias en las que la demanda de SVA supera los recursos disponibles”.

Entre otros criterios, el médico deberá analizar la probabilidad del paciente de sobrevivir al episodio y las comorbilidades.

Hay recomendaciones generales; específicas para aplicar el triaje de SVA, en el caso del manejo en UCI, del manejo final de la vida y sobre la protección y cuidados de los trabajadores de la salud.

Salud mental y estigmatización

Otras consideraciones de interés, están asociadas al impacto en la salud, la economía y la vinculación social de la población colombiana.

Una tendencia que en general se repite en otros países, es el temor a acudir a los hospitales y centros de atención, por lo cual “están descuidando enfermedades que causan mortalidad; los pacientes dejan de tomar medicamentos”, destaca el doctor Carrasquilla.

De hecho, hay una disminución de 37% en promedio de ingresos en el sector hospitalario colombiano.

Un dato de valor es el incremento en los costos que registra el sector salud, aplicable de manera global: los equipos respiratorios aumentaron tres veces sus costos, “ los países productores cerraron sus exportaciones para suplir la demanda interna de estos mismos países”.

Otro impacto es en la salud mental, con cuadros de violencia intrafamiliar. Además, observa el especialista, la falta de ingreso lleva a las familias a situaciones muy difíciles.

El problema más grave es el desempleo y “solo el 3% no está afectado económicamente”.

Otro tema importante es la estigmatización del personal de salud y agresión a los trabajadores de este sector, situación que se ha producido en general en los distintos países y continentes, de allí las recomendaciones que se hicieron a los medios de comunicación de la importancia de informar a la comunidad sobre los protocolos de bioseguridad en las instituciones de salud, de involucrar a las personas influyentes en mensajes positivos acerca de este personal y, en general, propiciar información valiosa que aliente a proteger y no a agredir a estos valiosos trabajadores.

La Academia ha solicitado al gobierno colombiano aumentar la contratación de personal de salud. En “el 80% de los casos es una contratación por prestación de servicios y no son contratos laborales. Las asociaciones médicas y también la Academia de Medicina se ha pronunciado de manera enérgica para resolver esta situación”, afirmó.

Observa, en otra perspectiva, que el covid-19 es una oportunidad para lograr mejoras en el sistema de salud y, del lado de las personas, se ha desarrollado la capacidad de adaptación.

También otras lecciones que valora el coordinador de la Comisión de Salud de la Academia, es cómo la pandemia ha servido para mejorar la vida en familia; “se han desarrollado capacidades informáticas y se ha aprendido a vivir sin tanto lujo, ostentación y gasto”.

La Academia exhorta, desde la perspectiva de los hospitales, a pensar en un sistema de salud que considere las particularidades de las regiones; en materia de educación, a permitir el acceso a la escuela física en los lugares donde no exista covid-19 y, en el ámbito económico, a evaluar la necesidad de generar pactos sociales “para enfrentar la situación post-pandémica”.

Violeta Villar Liste
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