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A la historia de éxito de Uruguay en materia de control del covid-19, se han referido las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al reconocer su sistema de salud robusto y la rapidez en las medidas tomadas.

Apelar a la “libertad personal con responsabilidad social” en lugar del encierro, ha sido parte de la estrategia.

Azucena Arbeleche, ministra de Economía y Finanzas de Uruguay lo ha contado de primera mano en la Reuniones Anuales 2020 (virtuales) del Grupo Banco Mundial, a propósito del conversatorio Proteger a las personas e invertir en ellas: El capital humano en tiempos de la covid-19.

Uruguay tiene una población de casi tres millones y medio de habitantes y el primer caso de coronavirus ocurrió a mediados de marzo.

El Ministerio de Salud Pública de Uruguay reporta a la fecha 330 casos activos, es decir, “personas que están cursando la enfermedad” y solo una en cuidados intensivos, cifras que contrastan con el panorama de la región.

Sin embargo, un reciente brote de 51 casos positivos, de manera fundamental en una residencia de ancianos, alertó al Gobierno de esa nación que puso los casos en investigación “para determinar el trazo epidemiológico”.

La ministra Arbeleche explica que el análisis de todo el grupo de indicadores, hasta ahora, “nos permite declarar que la pandemia está bajo control en Uruguay”.

Este manejo de la pandemia ha significado acciones estratégicas, importantes de conocer en un escenario de segunda ola global y como aportes a otras administraciones.

“Primero, nos aseguramos que todos los recursos necesarios para atender una emergencia de salud estuvieran disponibles y los entregamos.

También implementamos varias medidas de asistencia social que tuvieron una función importante al atender a la población más vulnerable”.

Nos aseguramos, observa, de aplicar las medidas necesarias para lidiar con problemas de liquidez que las empresas tienen frente a un impacto que sería temporal pero intenso.

Para que el problema de liquidez no se volviera un problema de solvencia, indica, la postura del gobierno fue muy clara de no imponer un cierre en todo el país ni un confinamiento en casa obligatorio.

“En cambio, se confió en que los ciudadanos cumplirían el distanciamiento social voluntario y seguirían los protocolos de higiene.

Apelamos a lo que llamamos libertad personal con responsabilidad social”.

En paralelo, recuerda, el gobierno tomó acción temprana y enérgica: selló las fronteras territoriales y cerró el tráfico aéreo, excepto los vuelos de repatriación.

“Suspendió todos los eventos públicos y las clases escolares presenciales

Limitó visitas en los asilos de ancianos y alentó a los ciudadanos a quedarse en casa y trabajar de forma remota.

Hubo una respuesta eficaz y coordinada entre el sector público y el sector privado y la comunidad científica”.

La hoja de ruta

Por otra parte, en esa nación se fortaleció el sistema de atención médica y las instalaciones.

En Uruguay hicieron pruebas aleatorias exhaustivas “y el monitoreo comunitario en zonas de propagación como la frontera con Brasil, que ha sido un problema para nosotros y los asilos”.

El gobierno, enfatizó la ministra, desarrolló una hoja de ruta para reabrir las distintas actividades, siempre en consulta con los expertos científicos y los representantes del sector privado.

En un resumen, “yo diría que Uruguay ha establecido una gestión exitosa de la crisis que combina la libertad con la responsabilidad, conocimiento científico y liderazgo político», «basado en nuestras fuerzas tradicionales y un claro mensaje”, afirmó Arbeleche,

Como ministra de Economía y Finanzas, hizo especial referencia a las actuaciones a partir de la Ley de Presupuesto, “con un énfasis distinto» es decir, «sin buscar mejorar las cuentas financieras”.

Razona que cuando ocupó el cargo en marzo de este año, “es lo primero que quisimos hacer (mejorar las cuentas financieras), pero a los diez días se presentaron casos de covid-19 en Uruguay”.

De esta forma, decidieron asignar todos los recursos a combatir esta pandemia.

El interés se centra en la persona “y no en el dinero que se gasta o qué tan bien aceptadas son nuestras políticas; importan son los resultados”, argumentó al defender “esta nueva forma de entender el presupuesto”.

Violeta Villar Liste
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