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Es fundamental que la medición se realice correctamente, con un tensiómetro adecuado y siguiendo las indicaciones de un profesional de la salud

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas. Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)

El pasado 17 de mayo se celebró el Día Mundial de la Hipertensión. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la hipertensión, o presión arterial alta, se define como una condición por la cual los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que hacer el corazón para bombear sangre.

Una realidad global

La hipertensión es un problema de salud pública mundial que afecta a una gran cantidad de personas. Se estima que más de 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años en todo el mundo tienen hipertensión, y la mayoría de ellos (cerca de dos tercios) no lo saben (OMS, 2023). Esta cifra subraya la importancia de la detección temprana y el manejo adecuado.

¿Cómo se mide la hipertensión?

La presión arterial se mide con dos números:

  • Presión sistólica: El número superior, que mide la presión en las arterias cuando el corazón late.
  • Presión diastólica: El número inferior, que mide la presión en las arterias cuando el corazón se relaja entre latidos.

La presión arterial se expresa en milímetros de mercurio (mmHg). Generalmente, se considera hipertensión cuando la lectura es igual o superior a 140/90 mmHg en varias mediciones tomadas en diferentes momentos.

Es fundamental que la medición se realice correctamente, con un tensiómetro adecuado y siguiendo las indicaciones de un profesional de la salud.

El paciente debe estar en reposo por lo menos 5 minutos antes, estar correctamente sentado (es decir, la espalda apoyada al respaldar y los pies descansados en el piso, sin cruzar las piernas); el brazo debe estar reposando en la mesa o brazo de la silla para evitar la contracción muscular; el paciente no debe hablar mientras se realizan las medidas, no debe haber ingerido café en la última hora o haber fumado cigarrillo y deben realizarse por lo menos 3 medidas e incluso medirla presión en ambos brazos.

Consecuencias en el daño de órgano blanco

  • La hipertensión no controlada puede causar daños graves a varios órganos vitales de nuestro cuerpo, lo que se conoce como daño de órgano blanco. Algunos de los órganos más comúnmente afectados son el cerebro, los riñones, los ojos y el corazón.
  • En el cerebro, la hipertensión aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares (ictus o derrame), alteraciones en el pensamiento y memoria, conocido como demencia vascular y/o deterioro cognitivo.
  • Puede dañar los vasos sanguíneos de los riñones, lo que lleva a enfermedad renal crónica o insuficiencia renal, condición irreversible  que se requiere terapia de reemplazo renal.
  • La presión arterial alta puede dañar los vasos sanguíneos de la retina, causando retinopatía hipertensiva, que puede llevar a problemas de visión e incluso ceguera.
  • Además, la hipertensión obliga al corazón a trabajar más, lo que puede causar hipertrofia ventricular izquierda (engrosamiento del músculo cardíaco), insuficiencia cardíaca, angina de pecho y un mayor riesgo de infarto de miocardio.

Consejos prácticos para pacientes con hipertensión

Si bien la hipertensión no tiene cura, se puede controlar eficazmente, y, con un manejo adecuado, se puede llevar una vida activa y saludable. Aquí tienes algunos consejos importantes:

  • La hipertensión no se cura, pero se controla: Esta es una verdad fundamental. El tratamiento continuo es clave para mantener la presión arterial en niveles saludables y prevenir complicaciones. No suspendas la medicación por sentirte bien, ya que la presión arterial puede volver a elevarse sin que te des cuenta.
  • La importancia de tomar los medicamentos a la misma hora: Establecer una rutina diaria para tomar tus medicamentos te ayudará a no olvidarlos y a mantener niveles constantes del fármaco en tu cuerpo, lo que optimiza su eficacia. Asocia la toma de tus medicamentos con una actividad diaria, como el desayuno o la cena.
  • Limitar el consumo de sal: El exceso de sodio puede aumentar la retención de líquidos y elevar la presión arterial. Reduce el consumo de sal de mesa, evita los alimentos procesados y precocinados, y aprende a sazonar tus comidas con hierbas y especias. ¡Tu paladar se adaptará y tu corazón te lo agradecerá!
  • Limitar el consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede elevar la presión arterial y reducir la eficacia de los medicamentos antihipertensivos. Si consumes alcohol, hazlo con moderación y consulta con tu médico cuál es la cantidad segura para ti.

Mantén una comunicación abierta con tu médico, sigue sus indicaciones y adopta un estilo de vida saludable. El objetivo de cualquier equipo de salud es brindar información práctica y alentadora para ayudarte a mantener una vida plena y saludable, evitando las complicaciones que pueden causar la elevación de la presión arterial.

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI