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Parte del equipo del Laboratorio de Aguas y Servicios Fisicoquímicos (Lasef)
El equipo de investigación del Laboratorio de Aguas y Servicios Fisicoquímicos (Lasef) ha participado en distintas investigaciones en relación con la calidad del agua de los ríos de Chiriquí. El grupo de investigación Biofisagro, por su parte, ha subsanado aguas servidas que pueden tener características parecidas a las liberadas por las porquerizas

Por: Magíster Sherly Díaz

La autora es periodista, experta en Economía, docente y editora

Asesorar en la interpretación de resultados de estudios del agua, formar y capacitar personal técnico, es parte del aporte que ofrece el Laboratorio de Aguas y Servicios Fisicoquímicos (Lasef) de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi) a las autoridades panameñas ante la declaratoria de emergencia por crisis hídrica en la región de Azuero.

La directora y fundadora del Lasef, la Dra. Dalys Rovira, dijo que el laboratorio tiene la capacidad de brindar asesoría en la interpretación de resultados para la toma de decisiones informadas basadas en evidencia.

También pueden contribuir a la formación y capacitación técnica del personal tanto del Ministerio de Salud (Minsa) como del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales de la región de Azuero (Idaan).

El Dr. Oscar Martínez, director del grupo de investigación Biofisagro de la Vicerrectoría de Investigación y Posgrado de la Unachi explicó, por su parte, que se han subsanado aguas servidas que pueden tener características parecidas a las liberadas por las porquerizas.

Lasef: una historia a favor de la salud y la investigación

El Lasef tiene 30 años de operación, está certificado por las normas ISO-17025 y es un referente nacional e internacional, explicó el Dr. Pedro González, vicerrector de Investigación y Posgrado de la Unachi.

De hecho, en el Lasef se han realizado algunas investigaciones que constatan su experiencia en el manejo de la calidad del agua.

En el año 2024 se hizo una investigación titulada “Influencia estacional y antropogénica en la calidad del agua del río Chiriquí Viejo: un estudio sobre la variación de la turbidez y su importancia para usos múltiples”.

Por parte de Lasef participó su directora y fundadora la Dra. Dalys Rovira, el biólogo Benedicto Valdés, el Lcdo. Guillermo Branda, el Lcdo. Leonardo González y el Dr. Hermes De Gracia, de la sede regional de David, Chiriquí del Ministerio de Ambiente.

Este estudio evaluó los efectos de las actividades antropogénicas o realizadas por el hombre sobre la calidad del agua en la cuenca del río Chiriquí Viejo, una región ecológica y económicamente relevante en el occidente de Panamá.

Durante las estaciones seca y lluviosa de 2024 se monitorearon 10 sitios a lo largo de 114 kilómetros del río, desde el Parque Internacional La Amistad hasta el corregimiento de Baco.

Los resultados mostraron un incremento progresivo de turbidez, conductividad, sólidos disueltos totales (TDS) y color hacia la cuenca baja, mientras que el pH y el oxígeno disuelto tendieron a disminuir.

Así mismo, se identificaron diferencias estadísticamente significativas en los niveles de turbidez durante la temporada lluviosa, alcanzando valores superiores al límite para aguas superficiales.

También se registró un valor de color de 1600 Pt-Co (unidades de platino cobalto) en las cercanías de una planta potabilizadora, lo cual representa un riesgo para la salud pública por las dificultades en el tratamiento del agua.

Adicionalmente, se observó la proliferación del lirio acuático (Eichhornia crassipes), favorecida por el exceso de nutrientes, lo que afecta la biodiversidad acuática, el turismo y los usos recreativos del río.

Estos hallazgos evidencian la necesidad urgente de implementar estrategias de manejo integral de la cuenca que permitan mitigar los impactos de origen agrícola, ganadero y por pérdida de cobertura boscosa, contribuyendo a la protección de este recurso vital, revela el estudio.

Laboratorio de Aguas y Servicios Fisicoquímicos (Lasef) de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi)

Calidad de las aguas del río Chiriquí Viejo

En el año 2023 también se hizo la investigación “Evaluación del uso potencial de las aguas del río Chiriquí Viejo con fines de abastecimiento para actividades destinadas al riego de cultivos, actividades pecuarias y el consumo humano”.

Esta investigación estuvo a cargo de la Dra. Dalys Rovira y el Lcdo. Guillermo Branda del Lasef y del Dr. Hermes De Gracia de la sede regional de David, Chiriquí del Ministerio de Ambiente.

Rovira explicó que los estudios han revelado serias afectaciones por contaminación que podrían atribuirse a causas de origen agrícola, doméstico y por deforestación.

En la investigación se midieron 17 parámetros fisicoquímicos y tres microbiológicos en ocho sitios, durante los meses de marzo, mayo y junio de 2023.

Entre los hallazgos más relevantes destacan niveles de coliformes fecales hasta seis veces por encima del límite máximo permisible para aguas superficiales. También se detectó la presencia de coliformes totales, duplicando los valores de referencia establecidos en normativas internacionales.

Se encontraron niveles elevados de nitratos y fosfatos, que superaron los niveles observados en otros ríos de la provincia de Chiriquí.

Este hallazgo, plantea preocupaciones adicionales, ya que estos compuestos pueden provocar la eutrofización del agua (crecimiento de plantas acuáticas).

Igualmente, se detectaron valores excesivos de turbidez, especialmente en época lluviosa y en la cuenca baja del río.

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Ante la falta de una normativa nacional para clasificar el uso de aguas superficiales, se emplearon regulaciones internacionales como referencia (Costa Rica y Perú). Los resultados también muestran impactos directos sobre la seguridad alimentaria, la salud pública y los ecosistemas acuáticos.

Estos estudios refuerzan la necesidad de políticas públicas que integren monitoreo continuo, tratamiento de aguas residuales, educación ambiental y conservación de las fuentes hídricas, dijo la investigadora.

Situación en el río Risacua

Rovira también hace referencia a otro estudio de 2010 al 2018 realizado por ella y el Lcdo. Branda de Lasef  titulado “Calidad del agua  para uso recreativo desde la perspectiva de la salud pública, estudio de caso: río Risacua”.

Las actividades recreativas de contacto directo, como por ejemplo el baño, puede representar riesgos para la salud, debido a que el agua puede estar contaminada con excretas humanas, las cuales pueden contener agentes patógenos causantes de múltiples enfermedades.

La principal vía de transmisión es la ingestión de agua contaminada. También pueden entrar al cuerpo a través de los oídos, los ojos, la nariz o por heridas en la piel.

Los resultados del estudio mostraron que los coliformes fecales se clasifican de “mala y pésima calidad” para los ocho años monitoreados.

El principal factor de deterioro es la contaminación con coliformes fecales, ya que se detectaron en cantidades que superan los límites establecidos por la normativa panameña.

A pesar de esto, la calidad global del Risacua es buena gracias a la influencia que ejercen los parámetros pH (acidez), OD (oxígeno disuelto), nitratos y fosfatos calificados como excelentes.

El estudio revela que es necesario controlar esta situación dado que estos organismos son los responsables de causar muchas enfermedades.

La significativa incidencia de los coliformes fecales sobre el valor final de los Índices de Calidad del Agua (ICA) resalta la necesidad inmediata de aplicar estrategias eficientes de manejo de vertimientos de origen domésticos, con el fin de mejorar la calidad del agua de esta fuente tan importante para el país y principalmente para la región del occidente panameño.

“El agua del río Risacua no es apta para ningún tipo de actividad recreativa de contacto directo” concluyó el estudio.

Parte del equipo del Laboratorio de Aguas y Servicios Fisicoquímicos (Lasef): De izquierda a derecha (parte delantera): Lic. En Biología con énfasis en Microbiología Jenifer Rojas; Lic. En Química  Ruth González; Dra en Investigación y MSc. En Química Analítica Dalys Rovira y Lic. En Biología con énfasis en Microbiología- Nathalie Solé. De izquierda a derecha detrás: Lic. en Química Andrés Montenegro; Lic. en Química Guillermo Branda; Lic. en Química Abigail González y MSc. En Microbiología Ambiental Benedicto Valdés. También forman parte del Laser, los licenciados en Química María Otero y Luis Danilo Gutiérrez

Innovación en el manejo de aguas contaminadas

La Unachi también han investigado alternativas innovadoras para el tratamiento de contaminantes en el agua.

El Dr. Oscar Martínez, director del grupo de investigación Biofisagro de la Vicerrectoría de Investigación y Posgrado de la Unachi explicó que se han subsanado aguas servidas que pueden tener características parecidas a las liberadas por las porquerizas.

Incluso señaló que han investigado la biorremedicación de aguas servidas. Si bien el proceso es más lento recomiendan subsanar el agua contaminada con tratamientos  de ozono y radiación ultravioleta.

Martínez, experto en biotecnología, asegura que la combinación de ambas es más efectiva y menos peligrosa que hiperclorar el agua.

El investigador sustenta su argumento en función de los resultados de al menos tres estudios sobre esta materia.

Detalló que la investigación más reciente se llevó a cabo en 2024, titulado “Tratamiento de Aguas Residuales Originadas por la Unachi empleando Eichhornia crassipes para biorremediación y posterior desinfección con luz UV-C y Ozono”.

Las muestras de aguas residuales se tomaron de los tanques sépticos de una institución pública con cerca de 2,500 visitantes semanales.

Se logró una desinfección del 100% de las Unidades Formadoras de Colonias (UFC/mL) (Bacterias) en todas las combinaciones de tiempo de exposición (15 y 30 minutos) y distancia de la fuente de luz (2 y 8 cm) utilizadas.

Los valores de pH y temperatura de las aguas residuales no presentaron una variación considerable después de la exposición a la radiación UV-C.

Se identificaron especies bacterianas como Pseudomonas fluorecens, Aeromonas hydrophila, Enterobacter cloacae y Klebsiella pneumoniae.

Martínez dice que se sugiere que Pseudomonas fluorecens podrían facilitar la absorción de fósforo y participar en procesos de nitrificación y desnitrificación.

En conclusión, el tratamiento UV-C+ozono tienen la capacidad de eliminar bacterias y demás parásitos intestinales presentes en aguas servidas y aguas residuales; para el tratamiento y remoción de compuestos químicos se requieren otros métodos.

Por: Sherly Díaz