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Por María Mercedes Armas (Psicóloga)

La licenciada María Mercedes Armas Barrios es psicóloga. Egresada de la Universidad Central de Venezuela. Es integrante del Observatorio Venezolano de los DDHH de las Mujeres y del Centro de Investigación Social Formación y Estudios de la Mujer.
@psico.mm.armas
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El 10 de octubre se  celebra el Día Mundial de la Salud Mental con el objetivo de visibilizar la importancia de trabajar en función de prevenir y atender los trastornos de la salud mental, fortalecer los factores protectores y a disminuir los factores de riesgo que puedan afectarla.

Según la OMS la salud mental consiste en “un estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

La pandemia y post pandemia, entre otros factores, ha dejado como secuela una grave tendencia al alza de trastornos mentales y psico emocionales que deben ser visibilizados y atendidos.

Nadie está exento de padecer algún trastorno o enfermedad mental o que alguien cercano lo padezca; necesitamos sensibilizarnos e informanos para prevenir y atender, de manera humanizada, este tipo de diagnósticos. Las cifras aportadas por UNICEF revelan que, a partir del 2020, han aumentado de la siguiente manera:

  • Se cuadruplicó la cantidad de casos de ansiedad y depresión a nivel mundial, pasando del 1% al 4%.
  • Los diagnósticos de déficit de atención e hiperactividad y los trastornos de conducta han subido del 2,5% al 7%.
  • El 52% de población de edades entre 12 y 17 años han presentado síntomas de ansiedad.
  • Se considera que la depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad en los adolescentes entre los 15 y los 19 años.

Para atender esta situación hay que destinar recursos y planificar políticas públicas que lo garanticen.

En la página oficial de la OPS/OMS se destacan puntos como relevantes en cuanto a los retos y desafíos en materia de salud mental a nivel global:

  • El gasto público mediano en salud mental en toda la Región es apenas un 2,0% del presupuesto de salud, y más del 60% de este dinero se destina a hospitales psiquiátricos.
  • La mediana del gasto en los servicios de salud mental está a nivel mundial en 2,8% del gasto total destinado a la salud.
  • Los países de ingresos bajos gastan alrededor de 0,5% de su presupuesto de salud en los servicios de salud mental, y los países de ingresos altos, 5,1%.15
  • En la Región de las Américas, el gasto oscila entre el 0,2% (Bolivia) y el 8,6% (Suriname)

Esto implica que la parte preventiva, tan importante y necesaria, no está siendo suficientemente cubierta por dichas partidas presupuestarias. El trabajo en pro de la salud mental, tanto a nivel preventivo como de atención especializada, necesita la colaboración de todos los entes que hacen comunidad, no solo de los gobiernos locales o regionales; es mucho lo que se puede hacer a nivel de las familias, instituciones educativas y de salud, empresas y a nivel comunitario para afrontar la situación planteada con un compromiso tanto individual como colectivo.

Disminuir los factores de riesgo es importante y más aún potenciar y aumentar los factores de protección de la salud mental con buenas prácticas de vida.

Con enfoque consciente de autocuidado, desarrollando resiliencia, aplicando herramientas de autoapoyo, desarrollando la inteligencia emocional y la Psicoeducación e incorporando enfoques de prevención y atención psicosocial a nivel comunitario e institucional.

Por María Mercedes Armas (Psicóloga)