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El 24 de marzo de cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis.

En esta oportunidad la fecha se acompaña con el lema: El reloj no se detiene. La intención es clara: el mundo debe comprender que se está quedando sin tiempo para actuar sobre los compromisos asumidos por los líderes mundiales en la visión de acabar con esta enfermedad.

“Esto es especialmente crítico en el contexto de la pandemia covid-19” que pone en riesgo los progresos para eliminar la tuberculosis y “garantizar un acceso equitativo a la prevención y la atención en línea”, advierte la OMS que hoy ha realizado un especial exhorto para combatir la TB en el contexto de la pandemia.

Esta fecha vuelve al 24 de marzo, pero del año 1882, cuando el Dr. Robert Koch “anunció que había descubierto la bacteria que causa la TB, lo que abrió el camino hacia el diagnóstico y la curación de esta enfermedad”.

Los documentos de la OMS advierten que “tuberculosis sigue siendo una de las causas de muerte infecciosa más mortíferas del mundo”.

De hecho, “cada día, casi 4,000 personas pierden la vida a causa de la tuberculosis y cerca de 28.000 personas enferman con esta enfermedad prevenible y curable”.

En 2020, en comparación con 2019, 1,4 millones de personas dejaron de recibir atención por tuberculosis (TB), según datos preliminares compilados por la OMS de más de 80 países, una reducción del 21% desde 2019. Las brechas relativas fueron Indonesia (42%), Sudáfrica (41%), Filipinas (37%) e India (25%).

De manera positiva, los esfuerzos mundiales por enfrentar este mal, han permitido salvar unos 63 millones de vidas desde el año 2000.


Cabe recordar que la tuberculosis la causa el bacilo Mycobacteria tuberculosis.

Se transmite cuando una persona al toser, deja las bacterias en el aire.

“Normalmente afecta a los pulmones, pero también puede afectar a otras partes del cuerpo”, advierte la OMS.

Hay unos datos a tomar en cuenta que comparte la OMS:

• Aproximadamente una cuarta parte de la población mundial está infectada y por lo tanto en riesgo de desarrollar la enfermedad.

• Las formas de tuberculosis resistentes a los medicamentos son la causa en gran medida de muertes por resistencia a los antimicrobianos en todo el mundo. En 2019, alrededor de 0,5 millones de personas enfermaron de tuberculosis resistente a los medicamentos.

• Aunque se han salvado 63 millones de vidas desde 2000, el ritmo del progreso es lento, y las acciones y las inversiones están muy por debajo de las necesarias para acabar con la tuberculosis epidemia.

La OMS advierte que la pandemia a causa del covid-19 no puede frenar los servicios esenciales para impedir que la tuberculosis avance en el mundo.

Esto incluye garantizar la continuidad de los servicios para quienes necesitan atención, diagnóstico y sus medicamentos.

“Los efectos de la covid-19 van mucho más allá de la muerte y la enfermedad causadas por el propio virus.

“La interrupción de los servicios esenciales para las personas con TB es solo un ejemplo trágico de las formas en que la pandemia está afectando de manera desproporcionada a algunas de las personas más pobres del mundo, que ya tenían un mayor riesgo de contraer TB “, dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, citado por la organización.

La OMS exhorta a abordar las inequidades en la salud e impulsar una acción mundial para atender a quienes sufren de TB y otras enfermedades.

Como dato relevante, la Organización estima que cerca de tres millones de personas no están diagnosticadas ni informadas de la enfermedad.

 Prioridades de la OMS

La OMS, en el contexto de esta fecha, ha emitido una nueva guía con el objetivo de “ayudar a los países a identificar las necesidades específicas de las comunidades, las poblaciones con mayor riesgo de tuberculosis y los lugares más afectados para garantizar que las personas puedan acceder a los servicios de prevención y atención más adecuados”.

La actualización de 2021 de las pautas de detección de tuberculosis contiene un conjunto de 17 recomendaciones.

Entre otros lineamientos, la OMS exhorta a identificar a grupos de riesgo: contactos de pacientes con tuberculosis, personas que viven con VIH, personas expuestas a la sílice, internos en prisión, entre otras.

El organismo propone varias herramientas tecnológicas para avanzar en la detección de los síntomas: Radiografía de tórax, software de detección asistida por computadora (CAD), en particular donde el personal es escaso, pruebas de diagnóstico rápido de tipo molecular o análisis de sangre.

Entre las prioridades de la OMS, para lograr un mundo libre de TB, destacan el diagnosticar y tratar a 40 millones de personas con tuberculosis para 2022, incluidos 3.5 millones de niños y 1.5 millones de personas con tuberculosis resistente a los medicamentos.

De igual modo, llegar a 30 millones de personas con tratamiento preventivo de la tuberculosis para 2022.

Esto incluye 24 millones de contactos domésticos de pacientes con TB (4 millones de los cuales son niños menores de 5 años) y 6 millones de personas que viven con VIH.

La OMS urge a “movilizar financiamiento suficiente y sostenible para alcanzar los $13,000 millones para poner fin a la tuberculosis”.

Recuerda que cada $1 invertido en acabar esta enfermedad, “se devuelven $43 como beneficios de una sociedad que funcione saludablemente”.

La OMS, en esta estrategia para un mundo libre de tuberculosis (cero muertes, enfermedades y sufrimiento), señala que es necesario invertir en investigación y así alcanzar al menos $2,000 millones “para obtener mejores conocimientos científicos, mejores herramientas y mejores resultados”.

La OMS recuerda que todos, desde individuos hasta empresas y gobiernos, tienen responsabilidad en “apoyar y posibilitar un entorno seguro en el lugar correcto, en el momento adecuado”.

Con información de la OMS