Publicamos el editorial y enlace correspondiente al volumen 13, número 1 (enero- junio, 2025) de Mayéutica revista científica de humanidades y artes, del Decanato Experimental de Humanidades y Artes de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, Barquisimeto, Venezuela. Es su director el Dr. Francisco Camacho de quien se reproduce el editorial: una invitación a reflexionar sobre la educación en tiempos de redes e Inteligencia Artificial
Por: Dr.Francisco Camacho Rodríguez

El autor es director- editor de Mayéutica revista científica de humanidades y artes, del Decanato Experimental de Humanidades y Artes de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, Barquisimeto, Venezuela. Es profesor titular de la UCLA https://orcid.org/0000-0002-0528-9523
El Informe de Seguimiento de Educación en el Mundo, de la Unesco (2023), señala que, en promedio, los productos de tecnología educativa cambian cada 36 meses. Pensemos en lo que ello implica para países en los que las desigualdades sociales y el atraso en materia tecnológica y derecho a la educación siguen siendo tareas pendientes.
El documento señala que el aprendizaje en línea salvó del colapso al sistema educativo mundial durante la pandemia del COVID-19, con un alcance potencial de 1.000 millones de estudiantes; sin embargo, no logró el mínimo de 500 mil personas que debieron continuar su formación durante la cuarentena (31% de los alumnos de todo el planeta). “Tampoco pudo alcanzar al 71% de los más pobres”, lo que da cuenta de que, pese a los avances tecnológicos, persisten las desigualdades.
Hay optimismo y aprehensión respecto de las nuevas tecnologías, sobre todo, ante el fenómeno de las redes sociales. Al mismo tiempo, la irrupción de la inteligencia artificial generativa (IAG), primero con Chat GPT en 2022, ha estremecido a prácticamente toda la actividad humana en lo que respecta a la ciencia, la educación, la salud y la economía, por señalar los sectores más sensibles para la mayoría de la población.
En el plano comunicacional, otro informe del Reuters Institute for the Study of Journalism Digital News Report, University de Oxford (2024), señala que dos tercios de la población del mundo (66%) con acceso a las plataformas se entera de lo que ocurre dentro y fuera de sus países a través de videos cortos y solo 22% usa los portales informativos.
La desinformación se ha potenciado y en ese río revuelto donde ganan pescadores non sanctus parece que vamos en retroceso en materia democrática porque el populismo y la manipulación ganan terreno ampliamente.
Otro informe de la Unesco de 2024, demuestra que el 62% de los influencers en redes sociales no verifica la información que divulga. La gente, sobre todo los jóvenes, está priorizando el video en desmedro de la lectura a la hora de consumir información noticiosa, lo que favorece a quienes promueven la desinformación, ya que no son del todo eficientes los mecanismos de control en el código abierto.
El mismo informe del Reuters Institute revela que una cuarta parte (27%) de los usuarios de TikTok admite dificultades para detectar noticias fiables en esta plataforma, que, junto a X, es donde más circula desinformación. Esta realidad viene acompañada de la incertidumbre ante lo que nos viene, al menos en lo que respecta a los ámbitos periodístico y de la ciencia.
En la esfera de la producción y divulgación de la ciencia, esta nueva fase de la IA ocupa una gruesa parte de la agenda de los centros de investigación, academias, consejos editoriales de revistas, colegios profesionales y universidades. La posibilidad de generar textos rápidamente con procedimientos cada vez más refinados y sin protección a los derechos de autor, implica un verdadero reto ético y de confiabilidad de lo que se publica en materia científica.
La propia tecnología de la IA generativa tiene herramientas para mejorar la redacción, edición, identificar revisores y para detectar las nuevas prácticas de deshonestidad intelectual, pero su acceso sigue siendo limitado, sobre todo en los países en los que las premuras materiales de los docentes e investigadores no son asunto de interés los temas referidos a las “autorías” de bots o la obtención de información por medio de procedimientos antiéticos. Del otro lado está la competencia de la estadística que solapa la calidad de lo que se publica y que ha encontrado un filón de “producción intelectual” con los algoritmos.
Veremos cómo se desenvuelven los acelerados tiempos que nos vienen. Mientras, presentamos el volumen 13, número 1 de Mayéutica revista científica de humanidades y artes, nuevamente con productos intelectuales pertinentes que invitan a la reflexión, no solo entre la comunidad científica, sino que se extiende a cualquier interesado en conocer. En esta edición mostramos varios artículos de colegas de la Universidad de Las Artes, Ecuador, donde desarrollan investigaciones subvencionadas por el proyecto intercontinental Networking Ecologically Smart Territories (NEST), en el que participan esta y otras universidades del mundo.
Desde Dublín nos escriben sobre “La obra de arte en la época del colapso medioambiental: fricciones, paradojas y bifurcaciones”, Ester Toribio Roura (Technological University of Dublin) y Jye O’ Sullivan (School of Visual Culture National College of Art and Design). María del Pilar Gavilanes (Universidad de Las Artes), es la autora del artículo “La distracción y la experiencia distendida del tiempo a partir de dispositivos artísticos ecológicos”; igualmente, Luis Alberto Páez Von Lippke y Pablo Vargas Hidalgo, de esta misma casa de estudios, disertan sobre “Comunidad, buen vivir y resistencia en Puná”.
Esmeralda Espinoza López, de la Universidad Autónoma de Querétaro, México, escribe el ensayo “La evolución en la construcción de la máscara, del paso de la ritualidad a la industria”.
De la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, Venezuela, hacen lo propio Ana Parra de Torrealba y José Torrealba Padrón, con el texto “Redes semióticas significativas y referentes sociosimbólicos en la posmodernidad” y Milva Javitt Jiménez, de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, nuestra casa, hace un “Análisis de la película Rampage: Devastación desde la perspectiva de la Salud Pública y el One Health”.
En Información científico cultural, compartimos escritos de nuestros asiduos colaboradores Sergio Figallo (esta vez escribe sobre Federico García Lorca) y Naudy Trujillo Mascia (con una reseña histórica del auditorio Ambrosio Oropeza de la UCLA); así como contenidos importantes sobre “La Colección Libros Imposibles” creación de los poetas, Floriano Martins (Brasil) y Juana M. Ramos (El Salvador), y el ingreso del célebre historiador francés, Marc Bloch, al Panteón de París.
En la sección de Recensiones, el colega Luis Pérez Valero, también de la Universidad de Las Artes, nos brinda una revisión crítica titulada “La rockola en Guayaquil. Ensayo sobre la música y la cultura popular del despecho. Obra de Wilman Ordoñez Iturralde”; mientras que el escritor venezolano José Pulido ofrece la presentación de la novela Cuarentena, de su amigo César Méndez.
Para Galería, la investigadora Gabriela Rivadeneira, escribe sobre la exposición llevada a cabo en el Centro de Investigación de la Fotografía (CIF), de la Universidad de las Artes. Su artículo se titula “La serie artística el siglo: Entre reescritura fragmentaria o collage de restos desafectados del pasado y técnica de la memoria”, y aborda la muestra en la que participan artistas ecuatorianos y de otros países de la región latinoamericana. La exhibición es otro producto del mismo proyecto NEST desarrollado en esta casa de estudios ubicada en Guayaquil.
Agradecemos a todos los que han hecho posible esta edición y a los que nos siguen apoyando en esta iniciativa editorial autogestada.
Compartimos el enlace a la edición: